BAQUIANA – Año XXIV / Nº 125 – 126 / Enero – Junio 2023 (Poesía V)

FOTO SECCIÓN POETICA

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

OLGA RUIZ TRINIDAD 

Nació en Madrid, España (1976). Poeta y escritora, a partes iguales con su profesión como Arquitecta técnica e Ingeniera de la edificación. Residente en la actualidad en Toledo. Le interesa todo lo no convencional que respire a libertad. Ama cualquier expresión de arte como la más bella forma de migración de emociones y le encanta el descubrimiento de la poesía de lo cotidiano. Apuesta por la video poesía como la poesía del siglo XXI, recurso donde se fusionan todas las disciplinas. Ha ganado varios premios autonómicos e internacionales: “Comunicado de Prensa” del 1er Certamen Internacional del 2º Certamen InVentia de cuento; “Quiero ser Tu medio Melón “Del 2º Certamen Internacional InVentia de relato corto; Finalista Capítulo XII de la Novela “Voces para un Blues negro” de Roca Editorial. Ha sido seleccionada para una decena de antologías poéticas, tales como: Creatividad Internacional, Ciudad de Úbeda, Ciudad de Cabra, Poetas en Red, Cien poetas en Mayo, Voces del extremo. Además, ha colaborado en los libros solidarios: Proyecto Ilustratura, antologías de cuentos en la Editorial Acén y la Editorial Hipálage sobre la amistad, el amor, así como en el proyecto Aladina para recaudar fondos para niños enfermos de cáncer. Trabaja de forma activa en mesas de debate sobre el papel de la mujer en la cultura actual. Ha publicado los libros: Un desastre delicioso (2019) y Geometrías, poesía en estado sólido (2021).

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

 

PERSPECTIVA

 

Siempre hay una geometría

compleja

en la nada.

Quizás: paciente espera,

aprendizaje consciente,

instintiva inspiración,

hasta descubrir la idea.

Y, después, esa idea

se define poco a poco en

soporte, línea y forma.

Realidad plástica del pintor.

Convencido, eso sí,

de la utilidad de la

belleza.

Entonces, esa nada primigenia

se viste de poesía.

Y los ojos aplauden.

Y las manos miran el lienzo

de otro modo:

con perspectiva.

 

 

HOGAR

 

He pensado construir un poema

como quien construye una casa.

Desde la necesidad y la utilidad

de sentirse protegido dentro.

El poema tendrá una cimentación adecuada,

una estructura perfecta, bien calculada.

Un tamaño…

ajustado, correcto, concreto.

Alejada de toda humedad.

Con buena acústica,

temperatura,

luz y ventilación.

Y un sótano para guardar secretos.

Y una buhardilla para echarme unos vuelos.

Solo eso.

Tardan mucho los versos releídos

en encontrar la estancia perfecta.

Tardan las pieles en encajarse

a los nuevos lugares.

También las palabras

necesitan el lugar perfecto

para emitirlas

y para recuperar sus resonancias.

Hoy construyo este poema,

como el refugio necesario,

como un paraíso encontrado.

El lugar donde irse y volver cada día

y ser por encima de todo,

el mejor hogar.

 

 

CONFIESO

 

Confieso que he acariciado

con mis vectores

tu piel

en circunferencias perfectas.

Mientras mi corazón estaba en

otro plano

orbitando muy lejos,

pensando huesos ajenos.

Confieso también que todo lo que soñamos

respira ya en un alba distinta

y que cada despertar

a tu lado es penoso y

un insulto a mi vida.

Mi pecado no es mirar para otro lado,

es transitar en lo observado

y no desearlo.

Morirse…

 

 

PIELES

 

En todas las pieles hay:

algo vivo,

algo sano,

algo herido

y algo muerto.

Sentir, ser consciente

de este bagaje de pieles y huesos

para disfrutar consciente de los

términos medios.

Toda piel tiene también líneas de viaje:

Cicatrices, se llaman.

Y suelen ser transparentes.

 

 

VACANTE

 

Tu voz murió en mí

conmovida por la palabra no dicha,

y un retumbar de pasos alejándose.

Me sujeté fuerte la entrepierna,

pero se abortaron de golpe todos nuestros poemas.

Un vacío terrible se anilló en mi útero muerto

y de ahí subió hacia mi norte y lo llenó todo de frío.

Ahora tengo una plaza vacante de amor verdadero.

Hago pruebas durísimas, no te creas.

Porque no quiero dar paso a nadie

que se te parezca lo más mínimo

ni me recuerde a ti.

Unos no comen carne y otros beben libros.

Y yo tengo una plaza vacante de amor verdadero.

 

 

LA ESENCIA DEL AGUA

 

Ningún agua quiere clausura.

Ama nacer fluyendo lenta, sonriente

y libre.

Correr cuenca abajo, gloriosa, alegre

y libre.

Llegar al mar, madura, experimentada

y libre.

Que clara y pura nace y muere.

Y, por elegir, prefiere la algarabía al silencio.

Pero, sobre todo, quiere

ser

libre.