BAQUIANA – Año XXII / Nº 119 – 120 / Julio – Diciembre 2021 (Poesía VI)

FOTO SECCIÓN POETICA

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OSIRIS VALDÉS LÓPEZ

Nació en La Habana, Cuba (1989). Poeta, escritora y directora de Radio Arcoíris FM en Las Palmas de Gran Canaria, donde está radicada desde hace varios años. También es artista plástica (dedicada al arte de la pintura sobre lienzo) y columnista en diversos periódicos y en revistas digitales de Hispanoamérica. Estudió contabilidad y finanzas en la Universidad de La Habana Cuba y estudió arte dramático en el Instituto cubano de radio y televisión (ICRT). Ha publicado poemas y prosa poética en periódicos de España y Estados Unidos, al igual que en antologías internacionales. Es autora del poemario: De colores en el arcoíris (España: Editorial Círculo Rojo, 2017). Sus artículos culturales han aparecido en los siguientes medios de prensa de España e Hispanoamérica: Periódico El Sol (Colombia), Revista Ikaro (Costa Rica), Periódico El Siglo (Guatemala), Revista Latina NC (North Carolina, EE.UU.), Revista Digital (Argentina) y El Sol de las Américas, Revista Siete Artes, Canaria Opina, Diario16, La Comarca de Puertollano en España.

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SE ADAPTÓ A SER FUERTE

 

Dicen que las heridas más profundas del alma, las que nos rasgan

por dentro silencian nuestras palabras, palabras, que solo consiguen

hacernos recordar cuan dolorosas son las heridas que no sanan, solo

se aprende a vivir con ellas.

Cierto, bailó con la locura involucrada en un eclipse, se alimentó de

ansias mientras aprendía que para soñar no era necesario dormir,

que no todas las pesadillas son tenebrosas, que todas las historias de

amor no precisan hermosas rosas.

Continúo siendo participe de sus más absurdas ilusiones aún

intentando a deshoras no perderse. Desde luego, tuvo que adaptarse

a dominar sus miedos.

De su historia sé que todas las cosas no dichas y las que hoy duelen

menos decir, todo aquello que no fue de lo temible, ella lo viviría

otra vez.

 

 

SUEÑOS

 

¡Que perduren nuestros sueños y se cumplan!

Cuando la luna abraza el sonido del mar, y las olas rompen en la

orilla, cuando la tierra agradece a la lluvia, cuando el rocío acaricia a

la rosa, cuando la inspiración nos entrega la magia de una poesía,

cuando el ocaso irradia la luz y el sol se duerme entre las montañas

del horizonte.

Cuando el alma viva suspira, y la más bella melodía se convierte en

dulce voz, cuando una vida no alcanza y el amor verdadero siempre

se encuentra, el silencio tiembla, los relojes se detienen, el universo

clama, el dolor muere, los miedos se desvanecen, la verdad sucede, el

jazmín galante y oloroso se enamora de la rosa, y eternamente juntos

invocan al amor.

Suenan los tambores a lo lejos, el crepúsculo añade un nuevo día a la

dulce sensación de vivir, y de entre las profundidades del océano

encantado y misterioso un grito dice al mundo:

¡Por fin, te encontré!

 

 

GÉNESIS

 

Cuánto silencio se posaba en la noche, tanto sigilo insospechable

que su triste alma no hacía alarde del dolor que le asaltaba como

testimonio de una sola verdad, no volvería jamás.

Ojos de lágrimas empapados atrapando una certidumbre: Hacer de

un inalcanzable su vida, el descanso unido hacia el eterno y voraz

amor que ambos tenían.

La bruma de la espera destrozando toda pizca de entusiasmo, la

exasperación de un intento de aquel mientras le consumía lo cruel de

su desierto, suprimiendo sentimientos, anulando sus propósitos

fingiendo todo lo impreciso sin algún límite como opción,

mintiendo, engañando al corazón, deleitándose en su propia altivez,

delatando lo apagado, acorralada, hipnotizada por él e insinuando

una sonrisa forzada, pero cuentan tanto más, de su entrega

enamorada.

Y escuchaba voces enfadadas que a diario le recordaban que él ya no

estaba sin enterezas para decir nada, inventando una carta de amor

que se quedaría en su mente ensimismada, tantas líneas ocultas del

recuerdo que no se gastaban de no nombrarlas, perdida iría, sin

saber quien era o lo que debería ser, solo sabía que ya no lo volvería a

ver y la luna le tranquilizaba, dictado la presencia de ambos bajo el

cielo, encandilando el exaspero que no se podía remediar, es atroz el

desorden que la distancia consigue desatar.

 

Aunque allí todo seguía igual, cuentan que ella detenía el pavor que

le conllevaba a aquella soledad, combatiendo por su principio que

realizar con la expresión de tan añorados ojos en su despertar y

aquellos ojos que algún día serían lo más dulce que amaría mirar.

 

 

NO LE DIGAS NO AL TIEMPO QUE SE VA

 

Si mirando atrás, solo queda un nunca más en el presente abstraído de

lo vivo que se aísla, ¿cómo redimir las palabras, las verdades, los

contratiempos, la autenticidad, desmoronar las mentiras, sustentar la

vida que se va?

Ausencia. ¿Tanto has de acribillar al valor prorrogando cuando se te

antoja la felicidad? Al parecer, tu aliciente más ameno son las lágrimas y

el rostro demudado que ves.

¡Calla, voz agria, haz silencio, que de tanto pensar, el mejor actor del

universo confundió soñar con amar! ¡Oh, amor, baja el telón, silencia al

silencio, hazte recluso de otra madriguera, clama piedad al olvido para

que al menos se quede contigo después de tanto castigo, tanta

indiferencia!

El futuro es una fiera gigantesca que se convierte en la expectación de

algún prodigio mientras litiga fatigada por hacer engrandecer al amor

en las miradas, amor por una verdad enamorada llenando los espacios

de la nada.

 

 

ERES

 

Eres mi risa si a la hora más pura no puedo consolar.

Eres mi aliento si en la tristeza no puedo respirar.

Eres mi escape cuando siento deseos de gritar.

Eres mi luz si mi cielo se ha de apagar.

Eres mi experiencia cuando con tu cuerpo comienzo a experimentar.

Eres mi paciencia si lejos de mí estás.

Eres la alegría si la felicidad reina y no queremos despertar.

Eres la tranquilidad cuando los momentos turbios han de llegar.

Eres mi creatividad cuando dibujo un beso para hacértelo llegar, y mi

camino si el destino se hace marcar.

Eres mi desafío cuando esta riña comenzamos a probar y el amigo

fiel si mis tormentos no tengo a quien confiar.

El orgullo que me calma si tu amor das a demostrar.

Eres mi enseñanza cuando intento explicarte y aprendo de lo que sé.

El capricho de mis ojos mirando mi llanto si no te puedo tener.

La sexualidad que ensalzas cuando te siento y comienzo a añorar.

Eres silencio a horas pasadas.

Eres tiempo si se agota y como un loco el reloj corre tras la nada si el

dolor suspira en mi oído y no estás conmigo.

Eres el eco de ese grito desesperanzado que nadie escucha pues solo

el silencio es capaz de oír a los que aman y el misterio al vestir la

noche si me pierdo en tus sueños.

Eres la suavidad de cualquier ternura, la lentitud en todo callar.

Eres el instante siempre pendiente de volar en tus caderas.

Eres quien me hace mudar la piel con cada caricia tuya.

Eres ese aroma que te encanta de mi cuello celestial, lo que jamás he

dicho y no sé callar.

 

 

SOLAMENTE SOY

 

Hay días que solamente soy otro pez que nada por las mismas

mareas, un ser humano que como cualquier otro precisa de voluntad

para realizar sus sueños y lo que necesita para lograr su voluntad es

soñar, otro paso que transita por la misma calle, otra lengua que

habla, otra boca que calla mi sed, una loca que escribe, sonríe y se

deprime.

Algunos días solo soy un cuerpo que ansía, envejece y tiene un

corazón, el silencio al llegar la noche, el sol que está porque es su

trabajo, las ganas de las causas inconclusas, quizás puede que alguna

vez otro instrumento de la orquesta, la vida que me hago posible en

mi palpitar de suspiros imprescindibles.

No necesito reliquias en mis recuerdos de lo vivido ni me intereso

en la hipocresía de algún cumplido, adoro andar sin nada que pese

en mis manos y soy tantas veces la alegría que de sonreír aprendí a

desbordar.

Hay días que me siento invencible y pienso que puedo cambiar el

mundo, en cambios existen otros días que se podría acabar el mundo

ahí fuera…