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OSIRIS VALDÉS LÓPEZ
Nació en La Habana, Cuba (1989). Poeta, escritora y directora de Radio Arcoíris FM en Las Palmas de Gran Canaria, donde está radicada desde hace varios años. También es artista plástica (dedicada al arte de la pintura sobre lienzo) y columnista en diversos periódicos y en revistas digitales de Hispanoamérica. Estudió contabilidad y finanzas en la Universidad de La Habana Cuba y estudió arte dramático en el Instituto cubano de radio y televisión (ICRT). Ha publicado poemas y prosa poética en periódicos de España y Estados Unidos, al igual que en antologías internacionales. Es autora del poemario: De colores en el arcoíris (España: Editorial Círculo Rojo, 2017). Sus artículos culturales han aparecido en los siguientes medios de prensa de España e Hispanoamérica: Periódico El Sol (Colombia), Revista Ikaro (Costa Rica), Periódico El Siglo (Guatemala), Revista Latina NC (North Carolina, EE.UU.), Revista Digital (Argentina) y El Sol de las Américas, Revista Siete Artes, Canaria Opina, Diario16, La Comarca de Puertollano en España.
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SE ADAPTÓ A SER FUERTE
Dicen que las heridas más profundas del alma, las que nos rasgan
por dentro silencian nuestras palabras, palabras, que solo consiguen
hacernos recordar cuan dolorosas son las heridas que no sanan, solo
se aprende a vivir con ellas.
Cierto, bailó con la locura involucrada en un eclipse, se alimentó de
ansias mientras aprendía que para soñar no era necesario dormir,
que no todas las pesadillas son tenebrosas, que todas las historias de
amor no precisan hermosas rosas.
Continúo siendo participe de sus más absurdas ilusiones aún
intentando a deshoras no perderse. Desde luego, tuvo que adaptarse
a dominar sus miedos.
De su historia sé que todas las cosas no dichas y las que hoy duelen
menos decir, todo aquello que no fue de lo temible, ella lo viviría
otra vez.
SUEÑOS
¡Que perduren nuestros sueños y se cumplan!
Cuando la luna abraza el sonido del mar, y las olas rompen en la
orilla, cuando la tierra agradece a la lluvia, cuando el rocío acaricia a
la rosa, cuando la inspiración nos entrega la magia de una poesía,
cuando el ocaso irradia la luz y el sol se duerme entre las montañas
del horizonte.
Cuando el alma viva suspira, y la más bella melodía se convierte en
dulce voz, cuando una vida no alcanza y el amor verdadero siempre
se encuentra, el silencio tiembla, los relojes se detienen, el universo
clama, el dolor muere, los miedos se desvanecen, la verdad sucede, el
jazmín galante y oloroso se enamora de la rosa, y eternamente juntos
invocan al amor.
Suenan los tambores a lo lejos, el crepúsculo añade un nuevo día a la
dulce sensación de vivir, y de entre las profundidades del océano
encantado y misterioso un grito dice al mundo:
¡Por fin, te encontré!
GÉNESIS
Cuánto silencio se posaba en la noche, tanto sigilo insospechable
que su triste alma no hacía alarde del dolor que le asaltaba como
testimonio de una sola verdad, no volvería jamás.
Ojos de lágrimas empapados atrapando una certidumbre: Hacer de
un inalcanzable su vida, el descanso unido hacia el eterno y voraz
amor que ambos tenían.
La bruma de la espera destrozando toda pizca de entusiasmo, la
exasperación de un intento de aquel mientras le consumía lo cruel de
su desierto, suprimiendo sentimientos, anulando sus propósitos
fingiendo todo lo impreciso sin algún límite como opción,
mintiendo, engañando al corazón, deleitándose en su propia altivez,
delatando lo apagado, acorralada, hipnotizada por él e insinuando
una sonrisa forzada, pero cuentan tanto más, de su entrega
enamorada.
Y escuchaba voces enfadadas que a diario le recordaban que él ya no
estaba sin enterezas para decir nada, inventando una carta de amor
que se quedaría en su mente ensimismada, tantas líneas ocultas del
recuerdo que no se gastaban de no nombrarlas, perdida iría, sin
saber quien era o lo que debería ser, solo sabía que ya no lo volvería a
ver y la luna le tranquilizaba, dictado la presencia de ambos bajo el
cielo, encandilando el exaspero que no se podía remediar, es atroz el
desorden que la distancia consigue desatar.
Aunque allí todo seguía igual, cuentan que ella detenía el pavor que
le conllevaba a aquella soledad, combatiendo por su principio que
realizar con la expresión de tan añorados ojos en su despertar y
aquellos ojos que algún día serían lo más dulce que amaría mirar.
NO LE DIGAS NO AL TIEMPO QUE SE VA
Si mirando atrás, solo queda un nunca más en el presente abstraído de
lo vivo que se aísla, ¿cómo redimir las palabras, las verdades, los
contratiempos, la autenticidad, desmoronar las mentiras, sustentar la
vida que se va?
Ausencia. ¿Tanto has de acribillar al valor prorrogando cuando se te
antoja la felicidad? Al parecer, tu aliciente más ameno son las lágrimas y
el rostro demudado que ves.
¡Calla, voz agria, haz silencio, que de tanto pensar, el mejor actor del
universo confundió soñar con amar! ¡Oh, amor, baja el telón, silencia al
silencio, hazte recluso de otra madriguera, clama piedad al olvido para
que al menos se quede contigo después de tanto castigo, tanta
indiferencia!
El futuro es una fiera gigantesca que se convierte en la expectación de
algún prodigio mientras litiga fatigada por hacer engrandecer al amor
en las miradas, amor por una verdad enamorada llenando los espacios
de la nada.
ERES
Eres mi risa si a la hora más pura no puedo consolar.
Eres mi aliento si en la tristeza no puedo respirar.
Eres mi escape cuando siento deseos de gritar.
Eres mi luz si mi cielo se ha de apagar.
Eres mi experiencia cuando con tu cuerpo comienzo a experimentar.
Eres mi paciencia si lejos de mí estás.
Eres la alegría si la felicidad reina y no queremos despertar.
Eres la tranquilidad cuando los momentos turbios han de llegar.
Eres mi creatividad cuando dibujo un beso para hacértelo llegar, y mi
camino si el destino se hace marcar.
Eres mi desafío cuando esta riña comenzamos a probar y el amigo
fiel si mis tormentos no tengo a quien confiar.
El orgullo que me calma si tu amor das a demostrar.
Eres mi enseñanza cuando intento explicarte y aprendo de lo que sé.
El capricho de mis ojos mirando mi llanto si no te puedo tener.
La sexualidad que ensalzas cuando te siento y comienzo a añorar.
Eres silencio a horas pasadas.
Eres tiempo si se agota y como un loco el reloj corre tras la nada si el
dolor suspira en mi oído y no estás conmigo.
Eres el eco de ese grito desesperanzado que nadie escucha pues solo
el silencio es capaz de oír a los que aman y el misterio al vestir la
noche si me pierdo en tus sueños.
Eres la suavidad de cualquier ternura, la lentitud en todo callar.
Eres el instante siempre pendiente de volar en tus caderas.
Eres quien me hace mudar la piel con cada caricia tuya.
Eres ese aroma que te encanta de mi cuello celestial, lo que jamás he
dicho y no sé callar.
SOLAMENTE SOY
Hay días que solamente soy otro pez que nada por las mismas
mareas, un ser humano que como cualquier otro precisa de voluntad
para realizar sus sueños y lo que necesita para lograr su voluntad es
soñar, otro paso que transita por la misma calle, otra lengua que
habla, otra boca que calla mi sed, una loca que escribe, sonríe y se
deprime.
Algunos días solo soy un cuerpo que ansía, envejece y tiene un
corazón, el silencio al llegar la noche, el sol que está porque es su
trabajo, las ganas de las causas inconclusas, quizás puede que alguna
vez otro instrumento de la orquesta, la vida que me hago posible en
mi palpitar de suspiros imprescindibles.
No necesito reliquias en mis recuerdos de lo vivido ni me intereso
en la hipocresía de algún cumplido, adoro andar sin nada que pese
en mis manos y soy tantas veces la alegría que de sonreír aprendí a
desbordar.
Hay días que me siento invencible y pienso que puedo cambiar el
mundo, en cambios existen otros días que se podría acabar el mundo
ahí fuera…