BAQUIANA – Año XXII / Nº 119 – 120 / Julio – Diciembre 2021 (Entrevista I)

ENTREVISTA CON EL PERIODISTA, ESCRITOR Y ACADÉMICO ARGENTINO JORGE I. COVARRUBIAS

 

por

 

Maricel Mayor Marsán

 

Jorge Covarrubias - Entrevista 1

 


Nació en Buenos Aires, Argentina y reside desde hace varias décadas en los Estados Unidos. Es Subdirector de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, Miembro Correspondiente de la Real Academia Española y Licenciado en Letras Hispánicas por la State University of New York en Stony Brook. Autor de cuatro libros y dos audiolibros y coeditor de varios más, ha ganado premios de ensayo, cuento, poesía y periodismo. Ha traducido para New York Times, Selecciones del Reader’s Digest, CBS, Money, International Psychiatry Today, Kraft, Lamaze y otros medios. Fue jefe de redacción de la revista Canales y editor de la revista La Familia de Hoy. Ha disertado en la Universidad de Columbia, New York University, St. John’s, Instituto Cervantes, Hunter College, el Observatorio del Español y las Culturas Hispánicas de la Universidad de Harvard y la Biblioteca de la Ciudad de Nueva York. Ha impartido cursos, talleres y conferencias de teoría literaria, lingüística, periodismo y traducción en Argentina, Colombia, Venezuela, Panamá, El Salvador, México, Nicaragua, Honduras, Puerto Rico, España, la República Checa y Estados Unidos. Ha sido contribuyente del Diccionario de la Lengua Española, el Diccionario de Americanismos y la Gramática básica.

Actualmente representa a Estados Unidos y Filipinas como director de una comisión interacadémica que prepara un Glosario de términos de gramática e integra otra comisión que colabora en la próxima edición del Diccionario. Fue contribuyente de la Enciclopedia del español en el mundo y la Enciclopedia del español en Estados Unidos. También ganó la medalla de plata como Hombre de Letras de la Société Arts-Sciences-Lettres de París. Fue editor durante 44 años en el Departamento Latinoamericano de la agencia noticiosa The Associated Press en Nueva York donde tuvo 37 asignaciones a 28 países, incluso asambleas generales de las Naciones Unidas UN) y la Organización de Estados Americanos (OEA), congresos de la lengua, doce visitas papales, campeonatos mundiales de fútbol, Juegos Olímpicos, Juegos Panamericanos, mundiales de clubes de fútbol, mundiales juveniles de fútbol, Eurocopa y actividades políticas, científicas, culturales, religiosas y deportivas. Integró el equipo que ganó el premio Tom Wallace de la Sociedad Interamericana de Prensa sobre la situación de la niñez en Hispanoamérica e individualmente ganó el segundo premio del diario La Nación de Buenos Aires con una serie de ensayos sobre el fundamentalismo religioso en el mundo. Viajero incansable, en el 2021 llevaba visitados 70 países de todos los continentes.


“Con motivo del lanzamiento del primer Manual de Estilo de la Associated Press, que por su carácter innovador, sobresale por abrir un camino nuevo en el estudio del idioma. No en vano, se trata de una obra concebida para la producción de noticias de una agencia de alcance internacional que ha de emplear un lenguaje común para todas las latitudes del español, una lengua que alcanza los 400 millones de hablantes en todo el mundo.

Para comprender el verdadero significado de una iniciativa periodística -y lingüística- tan relevante, que abre el camino para otros muchos medios que cuentan con libro de estilo propio y lo han puesto a disposición del público en Internet, hemos conversado con Jorge Ignacio Covarrubias. Este prestigioso periodista y escritor argentino es editor del Departamento Latinoamericano de AP en Nueva York y secretario general de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE).”

Entrevista / artículo
por
Periodismo Deportivo de Calidad / 02/01/2013
El Periodismo Ideal
New York City, New York, EE.UU.


Maricel Mayor Marsán: ¿Cuándo descubriste tu vocación como periodista? ¿Cómo llegaste a trabajar para la agencia noticiosa Associated Press en Nueva York?

 

Jorge I. Covarrubias: Seguí los pasos de mi padre, Ignacio Bernardo Covarrubias, periodista, escritor y libretista de radio y televisión. Cuando él falleció al tener yo 18 años (mi madre había fallecido ocho años antes) entré a trabajar en periodismo industrial en Buenos Aires, pero no me llenaba. Quería trabajar en alguna agencia internacional de noticias, que me parecía la mejor escuela. Envié cartas a tres de ellas (United Press, Reuters y Associated Press) y solo me respondió esta última, diciendo que no tenía vacantes por el momento pero invitándome a ir a hacer una prueba. Así lo hice, y poco a poco me fueron ofreciendo turnos sueltos hasta que finalmente me ofrecieron entrar de manera permanente. Trabajé para la Associated Press (AP) en Buenos Aires durante dos años hasta que me ofrecieron un traslado ‘al exterior’. Pregunté a dónde y me dijeron ‘Nueva York’. Como siempre me encantó viajar, acepté, y viajé con mi entonces esposa y mi hijita de 15 meses. Nos establecimos primero en un departamento en el barrio de Flushing, en Queens, hasta que compramos una casa en Long Island, un suburbio a unos 55 kilómetros de Manhattan. Seguramente por influencia del ambiente (mi padre había sido periodista, mi madrastra -un ángel- también, me interesó el periodismo por mi afición a escribir y mi curiosidad por todo lo que me rodeaba.

 

 En una asignación de la Associated Press (AP) en Indianápolis, Indiana

 

MMM: ¿Podrías hablarme del trabajo que realizaste por más de cuatro décadas como periodista?

 

JIC: Trabajé para la AP cuarenta y cuatro años y medio. Al principio de mi desempeño como periodista le daba prioridad a la escritura y consideraba al periodismo una actividad de un nivel algo menor. Pero con el tiempo me di cuenta del valor enorme del periodismo, esa actividad de la que se ha dicho que es ‘el primer borrador de la historia’, ya que el periodista debe informar sobre lo que está ocurriendo en el momento, la historia viva, el acontecer actual, que mucho más tarde el historiador cuenta e interpreta con la ventaja de la perspectiva del tiempo. En efecto, el periodista traza ese primer borrador que el historiador aprovecha, entre otras fuentes, para su propia actividad. Donde termina el periodismo empieza la historia. Más adelante me interesó la teoría del periodismo, y la misma AP me encargó escribir un Manual de técnicas de redacción periodística. También colaboré en un manual de estilo en línea de la misma AP y en otro de la National Association of Hispanic Journalists (NAHJ). Más adelante, en mi discurso de ingreso a la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE), diserté sobre Los siete personajes del periodismo; al igual que hizo Vladimir Propp con los cuentos de hadas, Algirdas Greimas con la narrativa y Etienne Souriau con el teatro, consideré que el periodismo también podía trazar su propia formulación teórica.

 

  Los 7 personajes del periodismo 232 X 340Manual de Técnicas de redacción periodística 330 X 484

 

MMM: De todas tus asignaciones, ¿cuál recuerdas de manera memorable?

 

JIC: Como había estudiado en Argentina con los Christian Brothers en primaria y secundaria y después con los jesuitas en la Universidad de El Salvador (finalmente me gradué en Estados Unidos en la State University of New York en Stony Brook) estaba bien al tanto de las cuestiones religiosas en ese momento de agitación con los movimientos tercermundistas, la Teología de la Liberación y grupos disidentes. Y como se anunció que el flamante papa Juan Pablo II visitaría México, me dieron esa asignación. Fui a Puebla donde llegó el pontífice y donde se llevó a cabo una reunión de obispos latinoamericanos. Fue mi asignación más llamativa ya que la visita papal (no era frecuente hasta ese entonces) despertó un interés inusitado. A partir de allí, lo seguí a Juan Pablo en otros diez viajes a Latinoamérica y uno a su sucesor Benedicto XVI. También ‘cubrí’ el cónclave que eligió a este tras la muerte de Juan Pablo. Otra fuente inagotable de asignaciones fue mi interés por la crónica deportiva, especialmente (pero no de manera excluyente) el fútbol. Me tocó informar sobre tres Copas Mundiales de fútbol (España, Estados Unidos, Italia), tres olimpíadas (Montreal, Los Ángeles, Seúl), tres Juegos Panamericanos (Indianápolis, La Habana, Winnipeg), una Eurocopa (Portugal), dos mundialitos de clubes de fútbol (Japón), dos mundiales juveniles de fútbol (Emiratos Árabes Unidos y Holanda) y otros certámenes deportivos en México, Miami y Montevideo. Curiosamente, religión y deportes fueron mis dos principales asignaciones al exterior. Pero también tuve que informar durante varios años sobre política, en especial las Asambleas Generales de las Naciones Unidas en Nueva York , como también varios actos artísticos y culturales en esa misma ciudad, tales como el éxito de Tango Argentino en Broadway, un encuentro de los mejores escritores y poetas centroamericanos o visitas de personalidades de la cultura como el Premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa. La AP también me encargó un trabajo para el Primer Congreso de la Lengua en Zacatecas, México (sobre el periodismo en español en Estados Unidos) y me envió a San Millán de la Cogolla, España, una de las ‘cunas’ del español, a representar a la agencia en un encuentro de periodistas de servicios en español en Estados Unidos.

 

En la entrada al Angkor Wat en Camboya 600 X 405 En la Plaza Durbar de Patán, Nepal 600 X 405

En una tribu de los Masaai Mara en Kenia, África 600 X 405 Un paseo en elefante en Ayatuta, Tailandia 600 X 405

 

MMM: Existe una relación intrínseca entre el periodismo y los viajes. ¿De qué manera te ha beneficiado o te ha afectado? ¿Me puedes elaborar al respecto?

 

JIC: Así es. El periodista es curioso y trata de verlo todo con ojos de niño, es decir, sin prejuicios, tal como aparece ante sus sentidos. Y viajar permite conocer, aprender y enriquecer vivencias. El periodismo me dio la ventaja de viajar mucho, y también lo he hecho por mi cuenta. He tenido la suerte de visitar 70 países. He montado un dromedario en el desierto del Sahara, he visto salir el Sol detrás de los Himalayas, he cruzado la Cordillera de los Andes, me he fascinado con los templos de Angkor, he trepado la Muralla China, he presenciado los rituales y cremaciones en el Ganges, las cataratas de Iguazú y Victoria, los glaciares de Groenlandia, las pirámides, el Partenón, las ruinas mayas, incas y aztecas; las tribus Maasai Mara y safaris en dos países. Cuando me preguntan cuál es mi país favorito, siempre respondo ‘el próximo’; procuro ir siempre a un país que no conozco, pese a que atesoro recuerdos maravillosos de muchos lugares.

 

MMM: Como escritor de ficción o de libros de texto, ¿qué libro te ha gustado más de todos los que has publicado hasta la fecha?

 

JIC: Tengo cuatro libros y dos audiolibros publicados, y el texto de otro libro que espero se publique. Libros publicados: he escrito cuentos (Convergencias y El mensaje de un millón de años), periodismo (Manual de técnicas de redacción periodística, Los siete personajes del periodismo). Libro por publicar: ensayos brevísimos (¿Quiere usted escribir como Borges? y otras curiosidades sobre el lenguaje). Audiolibros publicados: cuentos (Cuentos insólitos) y uno por encargo (Inmigración y ciudadanía en Estados Unidos). Me interesan tanto los géneros de ficción (como escritor) como documental (como periodista).

 

Cuentos Insolitos 330 X 484  Inmigración y ciudadanía 330 X 484 Un mensaje de un millón de años 330 X 484

 

MMM: Tus relatos se mueven entre lo fantástico, lo científico y lo religioso. ¿A qué se debe tu tendencia a la incertidumbre y al cuestionamiento constante de la realidad?

 

JIC: Mis inspiraciones son los grandes autores, entre ellos mis favoritos Kafka, Borges, Bradbury, Calvino, Denevi, Poe, la economía de Hemingway y Rulfo, el humor de Marcel Aymé, y muchos otros, además del género de la ficción científica. Y como fuentes fructíferas suelo incursionar en temas de filosofía, psicología, historia, religión y ciencia, sobre todo la física moderna. Hay un principio de incertidumbre en la física que me parece fascinante, lo que impulsa a ese cuestionamiento constante de la realidad.

 

MMM: ¿Qué papel juega la física cuántica en tus relatos? ¿Y la psicología?

 

JIC: La mecánica cuántica, que revela en el mundo subatómico una diferencia sustancial con el mundo familiar, muestra que en ese ámbito de lo diminuto no rigen las leyes de la lógica. Los físicos explican además que en los agujeros negros, ese centro virtual que llaman singularidad, claudican las leyes de la física. Entonces ¿cómo se compaginan lo pequeño y lo grande? Los físicos aspiran a formular una Teoría del Todo para tratar de aunar en una sola fórmula lo micro y lo macro. ¿Existe acaso una dualidad inherente no solo a los seres humanos sino a todo el universo? Esa es una fuente riquísima no solo para la especulación filosófica sino también para la creación artística. En cuanto a la psicología, bueno, fue mi primer amor académico. Antes de Letras hice dos años completos de Psicología y llegué a tomar tests en un hospital psiquiátrico en Buenos Aires. Actualmente atiendo seis días por semana a una paciente con demencia vascular de 87 años (la esposa de mi mejor amigo en mi barrio) con un nivel intelectual-cognitivo de tres años. Hacemos caminatas, actividades manuales, actividades cognitivas y musicoterapia. No es una simple tarea sino una verdadera misión.

 

MMM: ¿Cómo influyen la música y el dibujo en tus narraciones?

 

JIC: La música ha sido siempre parte importantísima en mi vida. A los 18 años quise aprender a tocar el clarinete y tomé clases durante unos seis meses hasta que no pude seguir: estaba terminando la secundaria con clases mañana y tarde y por la noche el ingreso a la universidad. Por eso postergué mi vocación. Pero muchísimo más adelante, a los 73, empecé a tomar clases de saxo alto y un par de años después el clarinete. Ahora estoy tocando unas cuantas piezas más o menos decentemente. Hacer y leer música me hacen muy feliz. Me fascina la música académica sobre todo el barroco (de Monteverdi a Bach), no me apasiona el período clásico de Mozart y Haydn, y me interesan las corrientes del romanticismo en adelante, incluso corrientes modernas. Pero también me gusta mucho el jazz, sobre todo el dixieland.

 

 

MMM: En fecha reciente salió a la venta tu libro de relatos breves, microrrelatos y relatos autológicos El mensaje de un millón de años. ¿Cuáles son las diferencias entre esas tres referencias literarias que cultivas?

 

JIC: La diferencia entre cuentos, breves e hiperbreves es solo cuestión de brevedad y concentración. En cambio los minirrelatos que llamo ‘autológicos’ son autorreferenciales, es decir, versan sobre sí mismos. En la mayoría hay un diálogo, contrapunto, coordinación u oposición entre el título y el texto.

 

 Participando en una reunión plenaria - Sede de la RAE en Madrid, España

 

MMM: En fecha reciente fuiste electo Subdirector de la Academia Norteamericana de la Lengua Española. ¿Cómo ha sido tu trayectoria dentro de la misma?

 

JIC: Conocí a Gerardo Piña Rosales, en ese entonces director de la Academia Norteamericana, cuando me entregó en mano, en un acto en Manhattan en 1995, un primer premio de ensayo por el trabajo titulado ‘El satori de Lazarillo’, una aplicación del Zen al clásico de la literatura española. El premio lo otorgaba el Centro de Escritores y Poetas Iberoamericanos y Gerardo dirigía el jurado. En ese tiempo no sabía nada ni de su academia ni de la asociación que agrupaba a todas las academias del español en el mundo. Dos años después, como dije en una pregunta anterior, escribí por encargo de la AP un informe sobre el español en Estados Unidos que se publicó en las actas del Primer Congreso de la Lengua de Zacatecas (México), al que no asistí. Sencillamente la agencia me encargó el informe y lo enviaron al Congreso. Años después recibí una comunicación de Gerardo en la que me invitaba a conocer el grupo de la Academia Norteamericana, del que hasta entonces no sabía nada. Así lo hice con todo gusto y en el 2006, cuando Odón Betanzos dirigía la ANLE y Gerardo oficiaba de secretario, me incorporaron como miembro correspondiente. Tres años después me hicieron miembro numerario. Y después de desempeñarme como secretario general, a principios del año actual (2021) me eligieron subdirector. Ahora he sido asignado a integrar durante el trimestre octubre-diciembre la Comisión Permanente de la Asociación de Academias de la Lengua (ASALE), el órgano ejecutivo de la organización que agrupa a las (ahora) 23 academias del español en cuatro continentes.

 

MMM: Por varios años has estado vinculado a la comisión que prepara los diccionarios de la lengua y has contribuido en dos enciclopedias. ¿Cómo se lleva a cabo esta tarea?

 

JIC: Desde hace por lo menos tres décadas se viene implementando una política panhispánica. Ya no se trata del Diccionario de la R(eal) A(cademia) E(spañola) sino del Diccionario de la Lengua Española de ASALE, en la que la RAE es, desde ya, la ‘hermana mayor’, ‘primus inter pares’, pero solo una parte, si bien la principal. Todas las academias contribuyen a las obras académicas encabezadas por el Diccionario, la Gramática y la Ortografía. Cada academia designa su comisión para contribuir con cada obra en respuesta a la solicitud de la ASALE. Me ha tocado contribuir al Diccionario, la Gramática básica, el Diccionario de americanismos, el Glosario de términos gramaticales y el Libro de estilo.

 

Con el exdirector de la RAE Darío Villanueva - Instituto Cervantes en N.Y. 383 X 260 Con Mario Vargas Llosa - Reunión de la ASALE en Panamá 383 X 260

 

MMM: ¿Me podrías hablar de los proyectos pendientes que tienes en estos momentos con la ANLE?

 

JIC: En lo que a mí respecta, el más inmediato es preparar la presentación del 70 aniversario de la ASALE, uno de los pedidos que nos ha hecho esa organización este año. Otro es entrevistar a Marco Martos, el director de la Academia Peruana, gran poeta. El más importante es prepararme para la asignación en Madrid con la Comisión Permanente, donde tendré que trabajar en un Diccionario de fraseología y en informes sobre el español en los Estados Unidos. Mientras tanto sigo colaborando con el Diccionario. Pero la ANLE tiene muchos otros proyectos en curso, entre ellos su participación en otras obras académicas (Diccionario histórico del español, Diccionario de autores en español, Diccionario escolar, Diccionario gastronómico), como también nuestra presencia en el Congreso de la Lengua de Arequipa en 2022 y, sobre todo, nuestro propio Congreso de la ANLE en 2023, cuando cumplimos 50 años.

Presentando consejos idiomáticos en UNIVISION - Teaneck, Nueva Jersey 648 X 486

 

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