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JORGE ASBUN BOJALIL

Nació en Ciudad de México, México (1977). Poeta y Doctor en Humanidades, con especialidad en Estudios Literarios. Actualmente es profesor e investigador en el Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT. Ha publicado los poemarios: Retorno al Inicio (2003),  Itinerario de viaje (2007) e Intervalo poético (2011). Como producto de sus investigaciones, ha publicado los libros siguientes: Algunas visiones sobre lo mismo –entrevistas a poetas mexicanos nacidos en la primera mitad del siglo XX– (2007); Alas de centella –una compilación de una serie de discursos del poeta Alí Chumacero– (2008); A mitad de un suspiro –una antología de poemas de la poeta Dolores Castro, con CD incluido– (2008); A mano alzada. Apuntes de Raúl Anguiano –compilación de los escritos del pintor mexicano Raúl Anguiano– (2011); 100 interpretaciones femeninas de Raúl Anguiano, a 100 años de su natalicio –llevando a cabo la investigación pertinente y la introducción del libro– (2015); Vibración desde el silencio. Antología de poemas de Raúl Renán –a cargo de la introducción, selección y grabación del audio que acompaña el libro– (2015); Heredad de sombra. Antología de textos recuperados de Dolores Castro (2017); y Poemas marginales de Alberto Ruy Sánchez (2018). Recientemente el Fondo de Cultura Económica de México le publicó en su colección Lengua y Estudios Literarios, una interpretación de poemas de Chumacero titulada La concepción amorosa de Alí Chumacero (2018).

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ASOLADO ORIGEN 

 

Temo al parpadeo que destruye

tiempo

destello de los sentidos y del pensamiento

que trae la verdad suspensa entre espejos

silenciosos

 

Cruce de un camino polvoriento que cae verticalmente

alejando aseveraciones probadas

factibles a ser plasmadas en palabras claras

 

el verso titilante se asoma

 

Verdad común del yo disperso que responde

a un solo nombre

y a temibles abejas, ya enjambres, me persigue

 

se acercan cada vez más al panal memorioso

que ensordece al pensamiento

 

una y otra vez echan tierra y miel sobre recuerdos

apisonando con sus colas esta edad que quiere reventar

en alas

 

he cambiado las flores por piedras

y el aroma que queda es, lo sabía el poeta, el de la sangre:

las abejas huelen a sangre

a una sangre seca, casi negra de tanta lágrima seca

 

el polen es pasado

amarillo ancestral que las páginas mancha

torbellino cuyo diámetro incrementa

al apartarse de zonas de calma tropical

 

Llega la pesadilla de tu cuerpo

azogando la nueva flora que no permite mezcla

es la gruta con diablos y picos que rompen pulmones

goteando al viento imágenes que se columpian

por entre pozos ahogados de duda y miedo

 

Es sólo un cuerpo, lo sé, pero un cuerpo

es todo el mundo

tu corazón la luna y su reflejo

el aliento que entre sombras mueve

es un cuerpo, el único testimonio de mi andar a brincos

por el sueño

de estar y coincidir en universos presentes.

 

Van mis pies buscándote, llevando huellas que en migajas

convidas

las tiras, inservibles, duras

y pierdes tu camino que recojo

 

sin retorno sigues por la nueva ruta

te mueves     te ocultas, echas llamaradas de oscuridad

celeste

 

Espumeas la rabia del olvido cuando el sol te tiñe

roja

toda la barbilla

callas acercando mi abandono

 

No pregunto a esa certeza tuya seca y silenciosa

lanzo versos como anzuelos, buscando romper

una membrana

el muro de todas mis metáforas.

 

 

POETROGLIFO

 

Las huellas que me hacían buscarte

abren sus fauces    tragan camino

mi esperanza cae de rodillas

se desgajan

se desgarran los montes y sus especies

se lloran sal y demás rocas

hasta la agonía

yazgo   aquí

para tus ojos    milenario.

 

 

PASO AL FRENTE

 

De una mano

explosión

la eternidad se preña

 

yeso histórico ya disuelto

por tu quinta compañía que amenaza

constante constelación

en ser la guía de mi rumbo

del suelo tierra al soplo femenino    mar

donde queda disperso el calcio de mis huesos.

 

 

AGUA FIRME

 

Las olas me jalan nuevamente

balanos y gusanos fuera de la carnosa coraza

sólo algunas algas quedan como testimonio de batallas

perdidas.

 

Hipnotiza un nombre misterioso

y los húmedos suelos por donde huellas

han de borrarse

aromas en lucha con el viento que me hunde.

 

Sé que no durará mucho más la fuerza

en cualquier minuto el polvorín hará de este cuerpo

navegante

algo que flote sin forma    sin bitácora

no volveré –lo sabemos– a la misma playa de partida

pero si has venido     si es que te has dejado mover

del vientre de las cosas

todo el sudor de Atlántico valdrá la lucha.

 

Cuántos morirán entre cañones      cuántas quedarán

hundidas

sin dolor ni manos que floten

por este simple ensueño de pirata que roba

de la sustancia misma

 

Vienen despertando las osas encima de este cuerpo

va teniendo rumbo este viaje hacia ningún puerto

desde que nacen las estrellas hasta que se ahogan    busco

te buscamos.

 

El corazón paladea algo de salado en este cielo fundido

de tanta sed

que casi sangra la madera cuarteándola

pronto todo se detiene     llega otra imagen nuestra

de ti.

 

Esos ojos son las columnas que sostienen todo el templo

la respuesta al continente perdido, la paz, sin duda,

y el color eterno.

Los guardan bien cabellos en su juego de constelaciones:

Epona,                  Pietas,

Spes…

 

Llueve, se desdibuja una realidad y emerge otra.

 

 

NUEVO ARCOÍRIS

 

Es un reflejo titilante,

pálido recuerdo del brillo que habita sobre tu mirada

y un aroma que se mastica

aún

como el más correoso pecado

 

crepúsculo voraz que ilumina y oscurece

este miserable secreto que el gran maestro nos ha dado

 

mis palmas y mis palmas: cuatro

los caminos, el universo

y el cono sin su punta, hueco

guarda, barquillo, el germen sol

que se broncea al borde de tu magna cabellera

 

jinete celestial, maldito,

que cruzas de la muerte, sombras

chorreando el rojo de tu mentira milenaria

 

parpadeo y desaparece un tiempo Virgo

se eleva más allá del cielo

llevando ya un hijo cuervo

que ennegrecerá el horizonte

despido su plumaje blanco

y espero que me escupa su venenosa verdad

pronto

 

sí, lo que más me interesa hoy es el futuro

¿dónde plantaré la semilla en este valle

marino?

¿dónde ahogar la posibilidad y el deseo

que no llaman a la escritura

sino al poema mismo, yermo?

 

la mano que ha sido caricia hoy se cuartea solitaria

se aniquila tronando hueso

a hueso la forma moldeada

por todas las fórmulas y sus alquimias dadas

 

mis impulsos van midiéndose, latiendo en proporciones

exactas

para lograr que mercurio no explote

o se movilice

haciendo fracasar la fórmula

 

pero fallo

 

el vientre de la tortuga calla               se quiebra el ritmo

semi   l e n t o    de su paso

mientras el gallo canta.

 

 

POÉTICA

 

He despolvado tus alas mágicas

busco la esencia de este espacio que ha de romper

los silencios

murmuro el aniquilamiento de las formas y los números

grito el renacimiento del verso

 

EL VERSO

 

las lágrimas no caen en sílabas: evaporan su humedad

hasta volverse aliento de mi aliento

 

rumia la noche, luz

la voz es un interminable eco que no supera

la adoración de las cosas en el reflejo del adorado buey

–pecado del verbo–

soltar el yugo, volcar las sintaxis

 

En peregrinación azul nacerá mi pueblo,

la nueva escritura que ha de surgir

de una vez por todas

quebrando su perezoso cuerpo antiguo

que se mueve de la broma a los acentos perfectos

que no reflejan

nada de lo que vibra el intenso ser que fluye como lava

 

Patriarca, sí

profeta y poeta del ahora que ha estado esperándome

para dar a luz una nueva poesía.