BAQUIANA – Año XX / Nº 111 – 112 / Julio – Diciembre 2019 (Opinión III)

OCTAVIO PAZ Y EL I CHING

por

 

Óscar Wong

 

    Octavio Paz 245 X 290


     A través de lecturas no necesariamente sistemáticas, Octavio Paz se interesó por China desde los años cincuenta del siglo pasado. Y los aciertos que tiene en sus observaciones sobre el pensamiento chino, se deben más a la intuición que a la erudición. “Le atrae la filosofía taoista del Daodejing y del Zhuangzi por su énfasis en el hombre cercano a la naturaleza, la rebeldía en contra de las convenciones y el orden social, el relativismo existencial, la confusión entre realidad y sueño y el rechazo al autoritarismo tal y como está reflejado en el Zhuangzi” –explica la Dra. Flora Botton, en un estudio muy conocido.

     Es famoso el entusiasmo de Paz por el I Ching o El libro de las mutaciones, que aplica en el estudio introductorio de Poesía en movimiento, las expresiones en el poema Blanco así como en los Discos visuales. El propio Paz indica: “Me decidí usar el I Ching –como guía no como oráculo– por varias razones. En primer término, porque une a la idea del cambio la complementaria de facilidad (I significa mutación). Aplicar los signos de movimiento a una situación en movimiento es más fácil que tratar de entenderla con categorías y conceptos inmóviles”. Se sabe que Ezra Pound fue el primero que, al utilizar originales chinos, logró poemas en lengua inglesa y confiesa: “Todos los que después hemos hecho traducciones de poesía china y japonesa no solo somos sus continuadores, sino sus deudores” –precisa el poeta.

     Paz realiza algunas traducciones de breves textos clásicos chinos desde 1957. Y su interés por el ámbito oriental se va incrementando paulatinamente. Al desconocer la lengua revisa la traducción de Pound sobre la obra de Ernest Fenollosa (Los caracteres de la escritura china como medio poético) y asume que traducir es descifrar. Al deducir que traducción y creación son imposibles de distinguir, articuló una metodología propia a fin de reproducir algunos rasgos sintácticos o de la versificación que le interesaban. Asimismo, para entender el sustrato filosófico del poema recogido, se apoya en teóricos sinólogos y en lecturas de poetas en esa lengua. También observa los hexagramas del I Ching, asumiendo que movimiento y mutación conforman “categorías y conceptos inmóviles” (“El presente es perpetuo”, exclama en Viento entero).

     Moira Bai, en su libro Viaje a lomo de tigre. Ensayo sobre el idioma chino, señala que para el místico budista Kumarajiva “traducir es como masticar la comida que otro va a digerir”. Al respecto, conviene resaltar que por algo los italianos manejan, con acciones e intenciones parecidas, los términos traicionar y traducir puesto que el traductor le quita la esencia a la materia de su trabajo, hay pérdida de identidad. Por eso es necesario, retorno a Salvador Elizondo, el “montaje visual de los diferentes elementos que conforman el ideograma” y sus “elementos conceptuales y fonéticos, puramente fonéticos, donde el elemento visual desaparece”.

     Los caracteres chinos contienen en sí mismos información completa sobre su significado, al combinar varios elementos pictóricos en un solo ideograma. “La escritura –sostiene Salvador Elizondo– es un aglomerante de todas las culturas de China y de los diferentes pueblos que la forman, ya que la lengua no es hablada, es un conjunto de signos, no de imágenes, y eso es lo que es muy difícil de traducir”. Al respecto, destaca las dificultades de los caracteres: “el ideograma tristeza o pena en chino, que funciona metafóricamente (…), representa un corazón ante la puerta cerrada (…). Entonces en ese sistema los chinos para decir “pena” dicen “corazón ante la puerta cerrada” (p. 191).

     Más adelante acota: “mi corazón está ante una puerta cerrada”, eso en español es poesía, en chino no, es nada más un ideograma” (p. 192). Lo que predomina en la cadencia versicular obedece a una dinámica más interna, ya que según Graves el verso –incluso en lenguas orientales– es la norma con la que un poeta relaciona su ritmo personal (La diosa blanca, 1948). Al momento de crear poesía, la pureza y la energía del corazón se unen al pensamiento, por eso la vastedad del mundo real y el emotivo adquieren una forma precisa en el trazo de los caracteres y se articulan armónicamente en grupos rítmicos, para conseguir movilidad en los sonidos con unidades de impresiones sonoras sucesivas. Por tanto, ¿cómo trasladar esta práctica espiritual a otra lengua?, ¿cómo verter este ámbito único, anímico, de una lengua tonal como es el chino al español, si la logopea –esa“la esencia estética que constituye el dominio peculiar de la manifestación verbal y que es imposible encontrar en la plástica o en la música”, según Ezra Pound– ocurre en el campo semántico y no puede ser traducida? Una aliteración, un problema de estructura, corresponde a una manera especial de expresión. La capacidad estética para con las palabras es importante, capital, y no se puede imitar.

     En cuanto al I Ching –Chou I, precisa Joung Kwong Tae– se basa en la filosofía del cambio. Juego creador, juego filosófico, constituye un modo de operación del lenguaje, un ars combinatoria. Ocho trabajos analíticos, una entrevista con Salvador Elizondo y otra con Octavio Paz, así como un texto introductorio, articulan El Yi Ching y la creación poética. Ensayo literario y diálogo con Octavio Paz, del Dr. Joung Kwong Tae, buscando hurgar en la sabiduría antigua del Extremo Oriente y sus vínculos con el fenómeno y la expresión lírica paciana de manera sistemática, partiendo de esa concepción lingüística del autor de Pasado en claro. Los ensayos exploran las peculiaridades con las que el poeta de Mixcoac ofrece respuestas emotivamente cognoscitivas partiendo de su concepción estética y de su íntima relación con el mundo, como sucede en la poesía china, combinando varios elementos visuales. Exponen los participantes que la poética de este escritor ocupa otras dimensiones más profundas, ya que en este territorio –incluso con una fuerte carga oriental– el sentimiento es básico, no la razón, de donde el cantor revela: “Quietud y movimiento son lo mismo”.

     José Luis Fernández Castillo, por ejemplo, en el texto denominado “Bases de una poética intercultural: Octavio Paz ante el I Ching” (pp.35-63), demuestra el interés paciano por la cultura oriental, religiosa y espiritual basada en la transformación del pensamiento encarnado en el lenguaje poético del mexicano y “en los desplazamientos y modificaciones que éste muestra en su concepción del mundo” (p. 42). Amelia M. Arroyo, en su trabajo “Octavio Paz: del texto al metatexto” (pp. 64-87), analiza la poética cargada de sustento conceptual, reflexivo, de la “escritura sobre escritura” paciana; advierte que tiempo y signo, como categorías que asumen un papel activo entre la conciencia individual del enumerador, el mundo y la percepción de la materia escritural.

     Carmen Ruiz Barrionuevo, en el ensayo “La incesante búsqueda del lenguaje en la poesía de Octavio Paz (pp. 88-121), explora las diversas vertientes que existen y persisten en algunos libros de Paz, como Salamandra (1962), Ladera este y Vuelta, por ejemplo, mientras que María Cristina Campos Fuentes en el estudio “Más allá del Oriente: erotismo paciano en “Duración” (pp.122-136), se ocupa de las seis estrofas que integran este breve poema que aparece en Salamandra (1962), ecos del signo Heng (duración). Aquí el tiempo y el contacto erótico, caros al poeta, se repiten de manera interminable en ese “instante inmenso” para acentuar su circularidad e infinitud que emula lo efímero, pero imperecedero: el encuentro erótico entre un hombre y una mujer.

     En el primer ensayo del Dr. Kwon Tae –“La visión del tiempo en el I Ching y Octavio Paz” (pp. 12-22)–, a quien se debe la compilación de estos trabajos, analizan, en primera instancia, la cosmovisión de esta obra de consulta de siete mil años de antigüedad aproximadamente, basándose en lo vital y lo orgánico, precisando que Paz funda las ideas y arquetipos en el cambio. El segundo trabajo del compilador del libro –“El signo de los cambios y la obra en movimiento” (p. 137)– analiza esa eternidad inmóvil, esa vacuidad sin fecha que involucra el nacimiento y la muerte, este transcurso cíclico que ayuda a descubrir la experiencia de la eternidad a través del cambio del tiempo o el transcurso del tiempo (p. 13). En el I Ching, el tiempo puede crecer y decrecer, o llenar o vaciar. Refiere además que ese concepto platónico, la “imagen móvil de la eternidad”, reproduce la continuidad de la naturaleza a través del movimiento o de la quietud (p. 20), el movimiento bajo la forma del período de los planetas, del ciclo constante de las estaciones o de las generaciones vivientes y de toda clase de cambios, la inmutabilidad que es propia del ser eterno (p. 15).

     Al navegar en la atmósfera del canto oriental y analizar los textos del bardo mexicano con esa misma dinámica verbal, con el continuo movimiento del idioma, evocando signos, trazos e ideas, llevó a los autores de este volumen a afinar como una oleada de viento, ojos, corazón y percepción. Así, seguramente el lector también conseguirá una visión precisa de la poesía de Paz, puesto que, en chino, corazón y mente se forman con el mismo ideograma.

 

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Joung Kwon Tae, El Yi Ching y la creación poética. Ensayo literario y diálogo con Octavio Paz, Edit. La Zonámbula/Sría, de Cultura de Jalisco, Guad, Jal., 2018, 198 pp.

 

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

ÓSCAR WONG

Nació en Tonalá, Chiapas, México (1948). Poeta, narrador, ensayista y crítico literario. Pertenece al PEN-Club de México e imparte cursos  talleres de creación literaria en la actualidad. Estudio Letras Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue subsecretario de Cultura y Recreación del gobierno de Chiapas (1982-84) y director de Publicaciones (2010), así como becario del INBA-FONAPAS en crítica literaria durante 1978 y 1979, periodo en el que escribió Hacia lo eterno mínimo. Otra lectura de Muerte sin fin (Secretaría de Cultura de Puebla, 1995) y del Centro mexicano de Escritores de ensayo (1985-1986), donde realizó Jaime Sabines. Entre lo tierno y lo trágico (Editorial Praxis, México, 2007). Es miembro activo de la comunidad intelectual de Chiapas. También es promotor  y editor de antologías, tales como: Chiapas. Nueva fiesta de pájaros (Editorial Praxis, 1998), en donde se rescata la tradición de un siglo de su entidad natal a través de las voces de 17 poetas nacidos en ese estado sureño, y Chiapas. Dimensión social de la narrativa (Editorial Edaméx, 1999), proyecto que incluye a narradores chiapanecos. Ha obtenido diversos galardones, entre los que destacan: el Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde” (1988), por su libro Enarde-cida luz (UNAM, 1992); el primer lugar en el Certamen Literario “Rosario Caste-llanos” 1989,  en cuento,  con el volumen  La edad de las mariposas (Talleres Gráficos de la Nación, 1990); el primer lugar del certamen poético en los XXVI Juegos Florales “Anita Pompa de Trujillo” en Hermosillo, Sonora (1998); y en  julio de 2000 ganó los XXXIX Juegos Florales Nacionales de Ciudad del Carmen, Campeche, con el libro Razones de voz (Colección Práctica Mortal, 2002) y el Premio Nacional de Ensayo “Magdalena Mondragón” 2006, en Torreón, Coahuila. Ha publicado los poemarios: Espejo a la deriva  (1996), Cantares del Escriba  (1999),  Fulgor  de  la  desdicha (2002)  y  En  el  corazón  de la memoria (2012), entre otros. En la categoría de ensayo se destaca su libro: La Pugna Sagrada (1997). Su libro El secreto del verso (Editorial Chicome, 2013) es un manual que se utiliza para la enseñanza y aprendizaje en los talleres de creación poética. Sus poemas, ensayos, narrativas y artículos aparecen en diferentes publicaciones de México, al igual que en América Latina, Estados Unidos y Europa.

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________