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GLORIA HERNÁNDEZ
Nació en Ciudad Guatemala, Guatemala (1960). Poeta, narradora, ensayista, editora, traductora, tallerista y catedrática de Lengua, Literatura y Filosofía en la Facultad de Derecho de la USAC. Egresada de la Universidad de Cambridge en idioma inglés, literatura inglesa y traducción, Bournemouth, Inglaterra (1979), tiene una Licenciatura en Letras de la Universidad de San Carlos de Guatemala (1994) y una Maestría en Literatura Hispanoamericana de la Universidad Rafael Landívar en Guatemala (2002). Es Miembro del Instituto Iberoamericano de Literatura, Miembro de Número de la Academia Guatemalteca de la Lengua y Miembro Correspondiente de la Real Academia Española. Diseñadora y coautora del Programa Nacional de Lectura para el Ministerio de Educación, durante el gobierno del presidente Álvaro Colom. El proyecto incluyó el estudio previo y el diseño del Programa, más la compilación y autoría de treinta y cinco libros de literatura infantil, agrupados en cinco series: tradición oral, poesía, teatro, cuento y mitos y leyendas. A cada una de las series se le diseñó su módulo de actividades y herramientas de evaluación de la comprensión lectora. Ha publicado diversos libros de ensayos y estudios críticos, tales como La Cosmovisión de Mario Monteforte Toledo en sus Cuentos acerca de Niños y Los Compañeros: texto fundador de la nueva novela guatemalteca, entre otros. En el género narrativo, ha publicado múltiples libros de cuentos para niños y jóvenes (en colecciones colectivas e individuales) entre las que se destacan: Sin señal de perdón (Editorial Letra Negra, Guatemala, 2002), Ir perdiendo (Editorial Magna Terra, Guatemala, 2008), Las leyendas de la Luna (Editorial Norma, Guatemala, 2013), Pájaroflor (Editorial Cultura, Guatemala, 2010), así como la novela para jóvenes Ojo mágico (Editorial Norma, Guatemala, 2010), para mencionar algunos En 2014 publicó varios libros de investigación y compilación del teatro guatemalteco para niños, en co-autoría con Frieda Morales Barco, para Alfaguara Infantil: Diez ositos, El sapito llorón, Cuco y Quico, Pescando risas, Aventuras cavernícolas, Flordeluna, y Mariposas en Flor. En el género de poesía ha publicado los libros: Festival (Alfaguara Infantil, Guatemala, 2014) y La Sagrada Familia (Editorial Magna Terra, Guatemala, 2016). Sus textos se pueden encontrar en diversas publicaciones de cuento y ensayo en revistas literarias y académicas como La Ermita, Abrapalabra, Intemperie, Cultura (Asuntos Culturales de la URL), Letras del Ineslin (Instituto Estudios de la Literatura Nacional de la USAC), y la revista Ístmica (Facultad de Humanidades de la Universidad de Costa Rica).
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LA CEBOLLA
Dejo mi casa
para caminar los caminos de la esencia
nuevamente con rumbos inútiles
en pos de acantilados extraños
para regresar cansada
a buscar mi rostro
en el corazón de la cebolla
esa amiga vieja que me espera
siempre
al atardecer
Las vocecitas titilan en la memoria
¿Estás llorando, mami?
No
sí
tal vez.
Las preguntas y los hijos
se terminaron con los años
un ciclo llegó a su fin
solo yo permanezco
y la cebolla
mi rostro desdibujado en el centro
los anillos concéntricos
blanquísimos
apretados y perfectos
Esa cebolla y yo
seguimos compartiendo la humedad
y la melancolía
la casa está vacía
nadie ríe
nadie llora
nadie preguntará ya más
Los paisajes recorridos en los sueños
revelan el caudal de la memoria
y soy yo
otra vez
ahí en el círculo más dulce
más pequeño
de la espiral de la vida y la cebolla
LA VERDAD
Y también en algún sueño llego a casa
a tu beso de cada noche
a tu ¿cómo te fue, amor?
y las sombras heladas tras de mí
se quedan allá afuera a pelearse con los gatos
a jugar con las hojas redondas y plateadas del eucalipsis
y tus brazos que se cierran sobre mí y tu voz,
¿por qué no venías?
Tus dedos adelantan en mi boca el sabor
y el olor de tu comida
me abrirá el apetito por la vida
y la paz de la última cena
a no ser por la danza
alegre de la loza y los cubiertos
nuestras risas y las palabras nuevas
en esa conversación que es la verdad
que es la de siempre
Un murciélago usará la noche
para desgastar una verde mandarina
mientras tú y yo nos afanamos
con los platos, los dientes y esas cosas
Y acaso la lluvia alguna vez lave ventanas
ayude a humedecer la tierra
y a mantener el verde y los demás colores
a arrullar nuestro abrazo cotidiano
esperado con paciencia durante todo el día
tu angustia y mi tristeza listas sobre la mesa de noche
dobladas en cuatro como los pañuelos
deshilados de mi abuela
prontas a usarse para cuando
quedemos huérfanos del otro
Dulces nuestros días de compartir la cena,
los versos y las noticias de las diez
de encontrarnos el milagro
entre las manos el rostro amado
y por tanto tiempo inventado
Mientras la lluvia gotea su murmullo
por el cristal de la ventana
la ternura acaricia nuestro sueño
RELOJ
La voz de mi padre palpita para siempre
en el segundero de su reloj
Le impone su ritmo sereno
a mis tiempos convulsos
Resuena con ecos azules y sosegados
mientras susurra su mensaje esencial
a mi corazón cansado
Las palabras paternas y anheladas
esas que jamás escucharé
las escriben laboriosas breves manecillas doradas
con la caligrafía del tiempo que se fue
pero también que nos alcanza
Los eslabones rotos de una pulsera desgastada
recuerdan la tibieza de su piel
y posponen la culpa de haber aprisionado al hombre
en el torbellino de las horas, los minutos y los días
de haberle impuesto un ritmo y un horario
desprovistos de paz y de misericordia
una agenda sin espacio para que él y yo
alguna noche
tomados de las manos contáramos estrellas
Doce rayitas desalmadas llevan la cuenta de las faltas
mas como dijo el sabio Principito
solo quien comprende la vida
es capaz de burlarse de sus números
Doce horas de silencio y doce horas de discernimiento
ese es ahora el regalo de mi padre
doce horas de ausencias infinitas
las de ayer y las de ahora
en que descubro en el eco de mi voz
pinceladas cristalinas de la suya
Desde mis manos
el ojo de su reloj me escudriña
mientras yo habito el planeta lila de las incertidumbres
Es tiempo de comprender
susurra
tu tiempo de comprender tu tiempo
y luego vuelve a su indiferencia de cristal lacerado
Su tictac en mis orejas mientras abraza mi cabeza
y besa mi niñez
me devuelve a las preguntas que me haré de él
por siempre
le gustarían las mariposas
preferiría los nísperos o las mandarinas
a qué le temería en medio de sus niñas noches
Con su reloj ahora en mi muñeca
deambulo solitaria con mis propios pasos
en otro tiempo pero en el mismo tiempo
ese que regresa mientras me sostengo firme de su mano
con los bolsillos colmados de guijarros y certezas
Con la visión de mi padre cabalgando los cometas
recorro este bello aún
jardín de los senderos y de las encrucijadas
en la ciudad de los murmullos
en el país de las lágrimas
LA FUGA
La verdad sin cubiertos
se vuelve un pedazo de sandía
o la tarde pintada con los dedos a la orilla del mar
el lugar común del aroma de los nísperos
la colección secreta
de los detalles infinitesimales
las olas bravas amansadas con el roce de la piel
La soledad de una rata
conforma unos retazos de mujer
cobija de la bruma del mundo
madriguera del silencio y de la fuga
muros vacíos para inventar colores nuevos
pasos atrás para comprender al fin la perspectiva
la decisión más feliz apremia al deseo
se tiende en la playa a tragarse una a una las estrellas
se reduce a sí misma
una vez más y
alcanza la serenidad del grano de arena
Entonces
se enrosca sobre sí a escuchar los pálpitos del agua
los ocasos y las alboradas definen
los soles cotidianos
detalles que se esfuman en el dibujo de la nostalgia
señales recorriendo extravíos
y perdiendo citas importantes
curiosidad de los gatos que empeñan esta y otras
/vidas
retribución a las deudas vitales
incurridas por la propia inconsistencia
La travesura se ancla en el gobierno del corazón
en la anarquía de los sueños
que no reconocen ni las noches ni los días
en el cruce de atajos poco transitados
en la reordenación de los principios y los finales
en el hallazgo de “la piedra de la locura” en el fondo del
/pantano
Estos ejes atraviesan y apuntalan la existencia
derrochan la fe y la confianza en el caos inicial
desmeritan los afanes por construir
precarios edificios
y ya no intentan enderezar las rutas primigenias
ni avisan la hora en la cual corregirán el rumbo
EL ENCUENTRO
Lo que es
ya fue
lo que será
ya es
un grafiti en la piedra
la cólera del trueno
la luna escondida detrás de los manglares
las lagunas a oscuras
el mar en retirada intuición
del aguacero olas adentro
Tú y yo nos encontramos hace tiempo
mas entonces no logramos descubrirnos
no lo sabíamos y ya éramos
un cristal inconfundible
íntimo e imperecedero
capaz de desatar la alborada cotidiana
la misma luz de siempre
en los mil y un matices de los sueños
Con la crecida de luz
la tormenta amainó en nuestros mares interiores
la luna se tendió a descansar
su sombrero pajizo sobre el rostro
en infinito cielo azul anochecer
titilantes luciérnagas festivas
asteriscos de alegría y los recuerdos
florecieron con la utopía del futuro
y el grafiti esculpió su cadencia en el granito
porque lo será, ya es
Sumados a los granos de arena
de una playa olvidada del planeta
nos afanamos en conservar la llama fugaz
lumbre encendida desde el principio de los tiempos
las tormentas palpitaron crisis
las crisis palpitaron tormentas
dentro de nuestros corazones
mas los segundos de la claridad de un relámpago
dieron cuenta de la pureza de ese encuentro
la dimensión del regalo de la vida
la caricia de las olas en los pies nos hizo de puntillas
traspasar el umbral de la memoria
una gota de agua quieta
nos envolvió en su transparencia
la magia coloreó nuestros sentidos
nuestra burbuja funciono anterior
a la música y al trueno
a las palabras y a los presentimientos
nuestra paz estuvo preñada desde siempre
de amor y de pasión niños gemelos
sus travesuras señalaron la existencia
de confesiones, de alegría y de certezas
un remanso en donde todo quedó afuera de nosotros
las miserias
la angustia
y nuestros miedos
Contra toda ley, pauta o costumbre
mi corazón se prendó de tu anarquía
nada doblega tu espíritu impetuoso
nada suspende el arte de tus risas
nada contiene el embeleso sin fin de tus
/historias
ni las escenas peregrinas de tu obra
ni el guión enajenado de tu filme surrealista
ni los personajes entrañables
con que entiendes el ocaso de los mitos
el atardecer de los héroes
o el significado del son del desconcierto
ese que da ritmo a la existencia
ese que adivina el quid de lo sagrado
ese que deslía la eternidad entre
/las manos
Tu aliento restauró mi barro a la alegría
conjuró para siempre soledad y maleficio
tus manos completaron a las mías
con su natural vocación por la ternura
tu boca trazó mi silueta de memoria
en su condición original
sin necesidad de retratos ni de historias
tu mirada iluminó una a una las esquinas
sombrías del olvido
y tu voz
tu voz dulce y murmullo me trazó cada noche
en un sueño lila e inventado
acaso al final de las mil y una versiones
esté finalmente imaginada
como hoy aquí
con la conciencia de ti y de tu nombre
frente al mar y bajo las
/estrellas
(porque lo que es, ya fue)