BAQUIANA – Año XVIII / Nº 103 – 104 / Julio – Diciembre 2017 (Poesía V)

FOTO SECCIÓN POETICA

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

GLORIA HERNÁNDEZ

Nació en Ciudad Guatemala, Guatemala (1960). Poeta, narradora, ensayista, editora, traductora, tallerista y catedrática de Lengua, Literatura y Filosofía en la Facultad de Derecho de la USAC. Egresada de la Universidad de Cambridge en idioma inglés, literatura inglesa y traducción, Bournemouth, Inglaterra (1979), tiene una Licenciatura en Letras de la Universidad de San Carlos de Guatemala (1994) y una Maestría en Literatura Hispanoamericana de la Universidad Rafael Landívar en Guatemala (2002). Es Miembro del Instituto Iberoamericano de Literatura, Miembro de Número de la Academia Guatemalteca de la Lengua y Miembro Correspondiente de la Real Academia Española. Diseñadora y coautora del Programa Nacional de Lectura para el Ministerio de Educación, durante el gobierno del presidente Álvaro Colom.  El proyecto incluyó el estudio previo y el diseño del Programa, más la compilación y autoría de treinta y cinco libros de literatura infantil, agrupados en cinco series: tradición oral, poesía, teatro, cuento y mitos y leyendas.  A cada una de las series se le diseñó su módulo de actividades y herramientas de evaluación de la comprensión lectora. Ha publicado diversos libros de ensayos y estudios críticos, tales como La Cosmovisión de Mario Monteforte Toledo en sus Cuentos acerca de Niños y Los Compañeros: texto fundador de la nueva novela guatemalteca, entre otros. En el género narrativo, ha publicado múltiples libros de cuentos para niños y jóvenes (en colecciones colectivas e individuales) entre las que se destacan: Sin señal de perdón (Editorial Letra Negra, Guatemala, 2002), Ir perdiendo (Editorial Magna Terra, Guatemala, 2008), Las leyendas de la Luna (Editorial Norma, Guatemala, 2013), Pájaroflor (Editorial Cultura, Guatemala, 2010), así como la novela para jóvenes Ojo mágico (Editorial Norma, Guatemala, 2010), para mencionar algunos En 2014 publicó varios libros de investigación y compilación del teatro guatemalteco para niños, en co-autoría con Frieda Morales Barco, para Alfaguara Infantil: Diez ositos, El sapito llorón, Cuco y Quico, Pescando risas, Aventuras cavernícolas, Flordeluna, y Mariposas en Flor. En el género de poesía ha publicado los libros: Festival (Alfaguara Infantil, Guatemala, 2014) y La Sagrada Familia (Editorial Magna Terra, Guatemala, 2016). Sus textos se pueden encontrar en diversas publicaciones de cuento y ensayo en revistas literarias y académicas como La Ermita, Abrapalabra, Intemperie, Cultura (Asuntos Culturales de la URL), Letras del Ineslin (Instituto Estudios de la Literatura Nacional de la USAC), y la revista Ístmica (Facultad de Humanidades de la Universidad de Costa Rica).

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

 

LA CEBOLLA

 

Dejo mi casa

para caminar los caminos de                 la esencia

nuevamente con rumbos inútiles

en pos de acantilados extraños

para regresar                                        cansada

a buscar mi rostro

    en el corazón de la cebolla

esa amiga vieja que                               me espera

     siempre

  al atardecer

 

Las vocecitas titilan en la memoria

¿Estás llorando, mami?

No

tal vez.

Las preguntas y los hijos

se terminaron con los años

un ciclo llegó a su fin

solo yo permanezco

y la cebolla

mi rostro desdibujado en el centro

los anillos concéntricos

    blanquísimos

apretados y perfectos

 

Esa cebolla y yo

seguimos compartiendo la humedad

y la melancolía

la casa está vacía

nadie ríe

nadie llora

        nadie preguntará ya más

 

Los paisajes recorridos en los sueños

revelan el caudal de la memoria

y soy yo

otra vez

ahí en el círculo más dulce

     más pequeño

de la espiral de la vida y la cebolla

 

 

LA VERDAD

 

Y también en algún sueño llego a casa

a tu beso de cada noche

a tu ¿cómo te fue, amor?

y las sombras heladas tras de mí

se quedan allá afuera a pelearse con los gatos

a jugar con las hojas redondas y plateadas del eucalipsis

y tus brazos que se cierran sobre mí y tu voz,

¿por qué no venías?

 

Tus dedos adelantan en mi boca el sabor

y el olor de tu comida

me abrirá el apetito por la vida

y la paz de la última cena

a no ser por la danza

alegre de la loza y los cubiertos

nuestras risas y las palabras nuevas

en esa conversación que es la verdad

que es la de siempre

 

Un murciélago usará la noche

para desgastar una verde mandarina

mientras tú y yo nos afanamos

con los platos, los dientes          y esas cosas

 

Y acaso la lluvia alguna vez lave ventanas

ayude a humedecer la tierra

y a mantener el verde y los demás colores

a arrullar nuestro abrazo cotidiano

esperado con paciencia durante todo el día

tu angustia y mi tristeza listas                 sobre la mesa de noche

dobladas en cuatro como los pañuelos

deshilados de mi abuela

prontas a usarse para cuando

quedemos huérfanos del otro

 

Dulces nuestros días de compartir la cena,

los versos y las noticias de las diez

de encontrarnos el milagro

entre las manos             el rostro amado

y por tanto tiempo inventado

 

Mientras la lluvia gotea su murmullo

por el cristal de la ventana

la ternura acaricia nuestro sueño

 

 

RELOJ

 

La voz de mi padre palpita para siempre

en el segundero de su reloj

Le impone su ritmo sereno

a mis tiempos convulsos

Resuena con ecos azules y sosegados

mientras susurra su mensaje esencial

a mi corazón cansado

Las palabras paternas y anheladas

esas que jamás escucharé

las escriben laboriosas breves manecillas doradas

con la caligrafía del tiempo que se fue

pero también que nos alcanza

Los eslabones rotos de una pulsera desgastada

recuerdan la tibieza de su piel

y posponen la culpa de haber aprisionado al hombre

en el torbellino de las horas, los minutos y los días

de haberle impuesto un ritmo y un horario

desprovistos de paz y de misericordia

una agenda sin espacio para que él y yo

alguna noche

tomados de las manos contáramos estrellas

Doce rayitas desalmadas llevan la cuenta de las faltas

mas como dijo el sabio Principito

solo quien comprende la vida

es capaz de burlarse de sus números

Doce horas de silencio y doce horas de discernimiento

ese es ahora el regalo de mi padre

doce horas de ausencias infinitas

las de ayer y las de ahora

en que descubro en el eco de mi voz

pinceladas cristalinas de la suya

Desde mis manos

el ojo de su reloj me escudriña

mientras yo habito el planeta lila de las incertidumbres

Es tiempo de comprender

susurra

tu tiempo de comprender tu tiempo

y luego vuelve a su indiferencia de cristal lacerado

Su tictac en mis orejas mientras abraza mi cabeza

y besa mi niñez

me devuelve a las preguntas que me haré de él

por siempre

le gustarían las mariposas

preferiría los nísperos o las mandarinas

a qué le temería en medio de sus niñas noches

Con su reloj ahora en mi muñeca

deambulo solitaria con mis propios pasos

en otro tiempo pero en el mismo tiempo

ese que regresa mientras me sostengo firme de su mano

con los bolsillos colmados de guijarros y certezas

Con la visión de mi padre cabalgando los cometas

recorro este bello aún

jardín de los senderos y de las encrucijadas

en la ciudad de los murmullos

en el país de las lágrimas

 

 

LA FUGA

 

La verdad sin cubiertos

se vuelve un pedazo de sandía

o la tarde pintada con los dedos             a la orilla del mar

el lugar común del aroma de los nísperos

la colección secreta

de los detalles infinitesimales

las olas bravas amansadas                 con el roce de la piel

 

 

La soledad de una rata

conforma unos retazos de mujer

cobija de la bruma del mundo

madriguera del silencio y de la fuga

muros vacíos para inventar colores nuevos

pasos atrás para comprender               al fin la perspectiva

la decisión más feliz apremia al deseo

se tiende en la playa a tragarse una a una     las estrellas

se reduce a sí misma

una vez más y

alcanza la serenidad del grano de arena

 

 

Entonces

se enrosca sobre sí a escuchar            los pálpitos del agua

los ocasos y las alboradas definen

los soles cotidianos

detalles que se esfuman            en el dibujo de la nostalgia

señales recorriendo extravíos

y perdiendo citas importantes

curiosidad de los gatos que  empeñan esta y otras

                                                                                   /vidas

retribución a las deudas vitales

incurridas por la propia inconsistencia

 

 

La travesura se ancla en el gobierno del corazón

en la anarquía de los sueños

que no reconocen ni las noches ni los días

en el cruce de atajos poco transitados

en la reordenación de los principios                 y los finales

en el hallazgo de “la piedra de la locura”    en el fondo del

                                                                              /pantano

 

 

Estos ejes atraviesan y                    apuntalan la existencia

derrochan la fe y la confianza              en el caos inicial

desmeritan los afanes por construir

precarios edificios

y ya no intentan enderezar             las rutas primigenias

ni avisan la hora en la cual             corregirán el rumbo

 

 

EL ENCUENTRO

 

Lo que es

ya fue

lo que será

ya es

un grafiti en la piedra

la cólera del trueno

   la luna escondida detrás de los manglares

las lagunas a oscuras

el mar en retirada intuición

del aguacero olas                                  adentro

 

 

Tú y yo nos encontramos hace tiempo

mas entonces no logramos descubrirnos

no lo sabíamos y ya éramos

un cristal inconfundible

íntimo e imperecedero

capaz de desatar la alborada cotidiana

la misma luz de                                    siempre

en los mil y un matices de los sueños

 

 

Con la crecida de luz

la tormenta amainó en nuestros mares interiores

la luna se tendió a descansar

su sombrero pajizo sobre el rostro

en infinito cielo azul anochecer

titilantes luciérnagas festivas

asteriscos de alegría y los recuerdos

florecieron con                      la utopía del futuro

y el grafiti esculpió su cadencia en el granito

porque lo será, ya es

 

 

Sumados a los granos de arena

de una playa olvidada del planeta

nos afanamos en conservar la llama  fugaz

lumbre encendida desde el principio de los tiempos

las tormentas palpitaron crisis

las crisis palpitaron tormentas

dentro de nuestros corazones

mas los segundos de la claridad de un relámpago

dieron cuenta de la pureza de ese encuentro

la dimensión del regalo de la vida

la caricia de las olas en los pies nos hizo de puntillas

traspasar el umbral de la memoria

una gota de agua quieta

nos envolvió en su transparencia

la magia coloreó nuestros sentidos

nuestra burbuja funciono anterior

a la música y al trueno

a las palabras y a los presentimientos

nuestra paz estuvo preñada               desde siempre

de amor y de pasión niños gemelos

sus travesuras señalaron la existencia

de confesiones, de alegría y de certezas

un remanso en donde todo quedó afuera de nosotros

las miserias

la angustia

y nuestros miedos

 

 

Contra toda ley, pauta o costumbre

mi corazón se prendó de tu anarquía

nada doblega tu espíritu impetuoso

nada suspende el arte de tus risas

nada contiene el embeleso sin fin de tus

/historias

ni las escenas peregrinas de tu obra

ni el guión enajenado de tu filme surrealista

ni los personajes entrañables

con que entiendes el ocaso de los mitos

el atardecer de los héroes

o el significado del son del desconcierto

ese que da ritmo a la existencia

ese que adivina el quid de lo sagrado

ese que deslía la eternidad entre

/las manos

 

 

Tu aliento restauró mi barro a la alegría

conjuró para siempre soledad y maleficio

tus manos completaron a las mías

con su natural vocación por la ternura

tu boca trazó mi silueta de memoria

en su condición original

sin necesidad de retratos ni de historias

tu mirada iluminó una a una las esquinas

sombrías del olvido

y tu voz

tu voz dulce y murmullo me trazó cada noche

en un sueño lila e inventado

acaso al final de las mil y una versiones

esté finalmente imaginada

como hoy aquí

con la conciencia de ti y de tu nombre

frente al mar y bajo las

/estrellas

(porque lo que es, ya fue)