BAQUIANA – Año XVIII / Nº 101 – 102 / Enero – Junio 2017 (Reseña V)

CLARA JANÉS: MOVIMIENTOS INSOMNES. ANTOLOGÍA POÉTICA 1964 – 2014  

 

 por

 

Arturo Tendero


Editorial Galaxia Gutenberg S.L.
Barcelona, España
2015
ISBN: 978-84-16495-03-0
Depósito legal: B 19532-2015
pp: 386


     Desde que empezó «andando versos» en su Barcelona natal hasta que en junio de 2016 ha leído su discurso de ingreso en la Academia Española de la Lengua, Clara Janés (Barcelona, 1940) ha entregado a la imprenta 29 poemarios. Al menos sobre ese número ha trabajado Jaime Siles en la selección que nos ofrece Galaxia Gutenberg. El antólogo constata que la poesía de Janés se caracteriza «por una gran unidad temática y una amplísima variedad formal». Y como ocurre con los paisajes que no pueden abarcarse de una sola mirada, ha dibujado un mapa con la intención de que nos ayude a orientarnos en el inmenso y cambiante territorio de lo que ha escrito esta mujer y nos permita delimitar los itinerarios que nos salen al paso. La tarea es tan ambiciosa que Siles ha preferido curarse en salud y reconocer que se conforma con haber trazado un perfil entre los posibles.

     La misma Clara Janés, en el epílogo con que cierra el libro, se encomienda a Ciorán para completar el trabajo de su antologista: «poesía significa desmayo, abandono, no ofrecer resistencia al hechizo; que como todo hechizo, equivale a desaparición». Añade que los poemas detectan el misterio y muestran sus huellas, sin que muchas veces la persona que los transcribe sepa de dónde le son dictados. Y eso que a veces (a ella le ha ocurrido) le son dictados con tanta y tan torrencial cadencia que se ve obligada a recogerlos casi a vuelapluma en una libreta mientras camina por las calles. Pero después necesita analizarlos para desentrañarlos y seguir conociéndose. Así lo explicaba en una lectura también antológica que ofreció en vivo en la ciudad de Albacete, en La Mancha de don Quijote.

     Escuchar la sucesión de sus poemas y sus explicaciones ayuda a constatar, una vez más, que la poesía de Janés, como tantas otras, equivale a una biografía de los sentimientos. En su caso abarca desde el primer recuerdo, cuando apenas era un bebé, hasta los poemas destilados de la física y las ciencias (a cuyo estudio vive entregada con asombro), pasando por su época de coleccionista de minerales y por un periodo de los mitos amorosos persas y turcos, por citar algunas de las fases más significativas, que incluyen la poesía visual. Naturalmente también habló del momento, siempre recurrente en su formación, en que descubrió a Vladimir Holan (1905-1980) y el desgarro del libro La noche con Hamlet. Lo ha descrito tantas veces que ya le cabe en unos pocos minutos de explicación. Y sin embargo, más que durar un momento, esa epifanía sucedida en 1971 desató años de entrega y estudio de la poesía de Holan y de la lengua checa. «Abandoné la marcha / y partí hacia mi casa corriendo por la acera, / llevándome las sombras», escribió en Kampa, el poemario en donde cristaliza aquella experiencia. Y más adelante añade en otro poema: «avaro amor, / avaro de todo pensamiento».

     Límite humano (1973), Eros (1981), Vivir (1983), Kampa (1986), Rosas de fuego (1996), La indetenible quietud (1998), Paralajes (2002), Los secretos del bosque (2002), Fractales (2005), Río hacia la nada (2010) u Orbes del sueño (2013) son hitos significativos en su trayectoria, una parte de esa treintena de libros que ha ido acumulando desde 1964. Los títulos hablan también y describen trayectorias, son el hilo conductor de esa unidad temática a la que se refiere Siles en el prólogo.   

     En cuanto a Movimientos insomnes, el título que resume todos los poemarios de Clara Janés hasta la fecha, resume también su pasión por el estudio, su entregarse al hechizo ofreciendo su cuerpo como recinto de lo inefable: «a media noche, en llamas, / arde mi ser en vaso transparente». Resume esta antología su abandonarse a profundidades donde la razón va perdiendo pujanza hasta desvanecerse: «un destino tenaz / de abandono impotente / a seguir siendo // en manos no de lo desconocido, / sino de lo absolutamente incognoscible». Resume también su predisposición a emocionarse hasta morir, con la misma generosidad que mostraba Santa Teresa de Jesús en sus éxtasis: «el espíritu es el vuelo / el más veloz de los pájaros / deja de ser / cuando cesa el movimiento». Resume en definitiva el afán místico de Clara Janés, su afán de que las palabras construyan realidad real dentro del ser: «hasta que un alba, / nuestros corazones emerjan / fundidos en un pájaro».

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ARTURO TENDERO

Nació en Albacete, España (1961). Poeta y escritor. Estudió teatro y periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha trabajado en distintos medios informativos. En la actualidad imparte clases en el Instituto Bachiller Sabuco de su ciudad natal, actividad que comparte con la de editor y director de la Revista de Creación La Siesta del lobo. Ha publicado los libros de poemas Una senda de aldeas cotidianas, (Albacete 1991), Adelántate a toda despedida, Editorial Pre-Textos (Valencia 2005). Ha sido antologado en las siguientes antologías: Antología poética de autores albacetenses (Diputación de Albacete, 1983), Narrativa albacetense del siglo XX (Diputación de Albacete, 1985), Una senda de aldeas cotidianas (Diputación de Albacete, 1991), Poetas de La Confitería  (Universidad de Castilla – La Mancha, antología poética, 1999), Las aves sin dueño (Ediciones La siesta del lobo, poesía, 2000), dedicado a la isla de Fuerteventura, y Mar interior, poetas de Castilla-La Mancha (Junta de comunidades Castilla- La Mancha, antología de poesía, 2002). Ha publicado una versión libre del texto teatral El mercader de Venecia de Shakespeare (Ediciones La siesta del lobo, teatro, 2000), representada en los escenarios por el grupo de teatro albaceteño “Cómicos”. Es el autor de la antología La generación fanzine. Poetas de Albacete para el siglo XXI (Diputación de Albacete, antología de poesía, 2000). Ha sido Finalista del Premio de Poesía Mística Fernando Rielo y ha recibido el Premio de poesía Manuel Alcántara en el 2003 y el Premio de poesía Gerardo Diego del Gobierno de Cantabria por su poemario Adelántate a toda despedida en el 2004.

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