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MARÍA DE LAS NIEVES MORALES CARDOSO
Nació en La Habana, Cuba (1969). Poeta, narradora, sicóloga e integrante del dúo musical Ad Libitum (con su esposo, el también poeta, narrador y cantautor Leonel Pérez). Ha publicado los poemarios Retablo de Saudade (Editorial Sanlope, 2000) y Otra vez la nave de los locos (Editorial Sanlope, 2003). Poemas suyos aparecen recogidos en las antologías Nueve poetas y una estrofa (Ediciones Lengua de Víbora, 2001), Hombres necios que acusáis (Editorial Oriente, 2002), Que caí bajo la noche (Ediciones Ávila, 2003) y Esta cárcel de aire puro. Panorama de la décima cubana en el siglo XX II Parte (1960-1995) (Casa Editora Abril, 2010), así como en revistas y antologías de España, México y Puerto Rico. Además, ostenta el grado de Gran Comendador de la Orden Literaria “Francisco de Quevedo” en Villanueva de los Infantes, España. Ha sido ganadora de importantes premios, entre los que cabe destacar, en Cuba: el Premio Nacional “Décima Joven de Cuba”, Las Tunas (1999); Premio Nacional “Vicentina Antuña”, La Habana, 2000; Premio Iberoamericano de la Décima “Cucalambé”, Las Tunas, 2002; Premio Unión Latina de Narrativa Erótica, La Habana, 2007; Gran Premio “Décima al filo”, Guáimaro, 2008; y el Segundo Premio en el “Concurso Nacional de Glosas”, Las Tunas, 2009. A nivel internacional: Premio Internacional de Poesía “Francisco de Quevedo”, Ciudad Real, España (2004); Mención Especial en el Concurso de Poesía “Cafetín Croché”, Madrid, España (2004); Finalista del Certamen Literario “Andrés García Madrid”, Madrid, España (2005); Premio Internacional de Décima Espinela “Tuineje”, Islas Canarias, España (2007); Mención Especial en el Concurso de Poesía “Cafetín Croché”, Madrid, España (2007); Accésit en el Premio Internacional de Cuento “Miguel de Unamuno”, Salamanca, España (2007); Segundo Premio en el Certamen Internacional de Cuento “Encarna de León”, Melilla, España (2008); Segundo Premio Internacional de Soneto “Mercedes Matamoros”, Frente de Afirmación Hispanista, México (2008); y Accésit en el Concurso Internacional de Cuentos “Premios del Tren-Antonio Machado”, Madrid, España (2014).
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RESUMEN PARA UN INVENTARIO DE LA HABANA
Pero en las vírgenes tierras de Cipango
todo es posible. Todo.
Alexis Díaz Pimienta
I
Estoy contando siluetas
en la ciudad donde todo
es posible Fusta y lodo
argot importado tretas
de falso adoquín sin grietas
ni eternidad Contradigo
mi voz el mar un mendigo
piedra orishas cañonazo
La ciudad se aferra al brazo
violento del enemigo
II
Lunes náufrago sin cura
Pasa Dios a la deriva
por Obispo y más arriba
hurga un loco en la basura
El bulevar inaugura
sus jirones
Un anciano
sin rostro extiende la mano
de la ciudad su amuleto
Oh Dios violado panfleto
Oh Marx silencio pagano
III
Quinta Avenida lúbrica emboscada
de perfume barato y lentejuela
Un auto abre la noche a tanta suela
voluptuosa de herrumbre disfrazada
La luna desde un charco centinela
le reprocha a la calle su vigilia
Lejos polvo de hogar una familia
bajo el candil ayuna sus retazos
Lejos la mesa virgen Sin abrazos
el lunes
pez agónico
se exilia
IV
Insomnio gris
Malecón
Madrugada sin escora
cortando la sed traidora
del remo
Tras un muñón
de balsa la salvación
o el delirio
Mar descalzo
Insomnio gris sobre el falso
testimonio de la brújula
Bajo los pies una esdrújula
ansiedad de otro cadalso
V
Ya no hay ciudad Sólo un mapa
sin Das Kapital ni Cristo
Cierro la voz me resisto
al mar Su oscura solapa
juega al silencio destapa
otro erial para profetas
No falsifico piruetas
de suicida ni enarbolo
vedadas cruces Yo sólo
estoy contando siluetas
MATEMÁTICAS
Amanece en la boca gris de la ciudad
ante mí
el pan nuestro de cada mansedumbre
huérfano de grasa
de milagros que multipliquen su ecuación matutina
eternamente proporcional a la sumisión de los estómagos
negado al grito
a las clonaciones
a los mandamientos importados
dócil como nosotros feliz en su ADN irrepetible
– gracias Señor por esta soledad que vamos a ingerir-
pan nuestro de cada desmemoria
idéntico al hastío
providencial
único
DISCURSO DEL NATIVO
Soy el nativo
Espécimen potable y anacrónico
atado al mapa en brújulas sin norte
fiel sucesor de la sangre dormida en el escudo
A otros pertenece mi nacimiento
la trampa donde enterré mi talismán
siglos después de la inocencia
cuando otros descubridores clausuraron los puentes levadizos
Aprendí a levantar el brazo con toda la manada
a aplaudir los panfletos que certifican
la salud de mi cráneo devoto de los números pares
mientras me oculto bajo esta unanimidad en las camisas
Yo despreciable mortal sin pasaporte
clavado tras mi lengua
con un agujero en cada mano
esquivo hoteles luces de neón
vidrieras que proscriben mi imagen
Ese crepúsculo nunca será mío
tampoco estos pies ni mi rostro en las fotografías
Como otros nativos
lanzo botellas a los charcos
apuesto mis coordenadas malolientes a señales de humo
para no bostezar ante el cuento de la
manzana y su flecha infalible
Yo soy el próximo
el detenido en los decálogos
en las cabezas de los monumentos que aún
piden rescate por mi lengua
animal clonado entre discursos
soy el que no perdonan los muertos
ni los conquistadores
yo el nativo
ajeno a mi antifaz
a mi nombre tentado por las aguas
OTRO POEMA PARA NO SER LEÍDO A MI PADRE
Duerme
padre
perdona el lamento del paria en mis pupilas
este erial donde lancé monedas
por imitar tu mano
no mires mis zapatos de hija pródiga traicionando la jaula
pude mentir a otros altares
postrarme ante estatuas vencidas
Después de tanto tiempo por qué la inocencia
por qué la trampa de quedarnos
ninguna puerta me responde
es tarde para confesar mi fobia a los mapas
a la herrumbre
Duerme
padre
perdona este país que se borra en mi rostro
cuándo partieron las naves sin reclamar mi levedad
como si el mar temiera tu coraza
nuestra isla inconclusa
cuerda sobre el abismo
Nada tengo a este lado del polvo
qué doblez elegir desde la piedra hasta la señal de horizonte
tus huesos
padre
tus huesos siempre me descubren
perdona esta envidia del salitre
mi ayuno tentado por el mástil que nunca hubieras bendecido
duerme en paz ignora el silencio mis pies a la deriva
duerme PADRE perdona