BAQUIANA – Año XVIII / Nº 101 – 102 / Enero – Junio 2017 (Poesía IV)

FOTO SECCIÓN POETICA

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ENRIQUE LÓPEZ CLAVEL

Nació en Santiago de Cuba, Cuba (1963). Poeta y narrador. Es Licenciado en Filología por la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba (1990). Profesor e investigador de la discapacidad y director creativo de Radio, así como especialista en mercadeo “marketing”. Su obra literaria comprende más de trece libros en los géneros de poesía y novela. Es miembro del Aula de Encuentro de Poesía del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Ha sido galardonado con varios premios a ambos lados del Atlántico, entre los que cabe destacar: el Primer premio de publicidad en el Festival Nacional de la Radio Cubana en 1992; el Primer premio de poesía en El Concurso Nacional de Literatura de la ANCI en sus ediciones de 1988, 1990 y 1995; un Accésit especial en Los Juegos Florales Ateneo Cultural de Santiago de Cuba en 1997; el Primer premio de poesía Tiflos de España en 2007; el Premio a la Excelencia en Francia 2010 (Concurso mundial redacción en Braille); y el Premio de Poesía Tiflos de España en su edición de 2011 y 2013.

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CUANDO HABLA LA POESÍA

 

                                        …Un jilguero muda su plumaje
                                               y traduce
                                    el último sol bermejo…


                               “La naturaelza humana cambia
                                           es lo único que se sabe de ella”
                                                           Óscar Wilde

 

I

 

Cuando habla la Poesía

la ciudad entra en mi casa

por la puerta del fondo,

extiende ruidosos puentes,

sobre inconmensurables abismos,

y yo me canso de  esperar

recostado a un muro de silencio

que baje la impúdica serpiente,

con su antiquísima viscosidad

a engullir herpes de montañas

flagelado en una gracia que se expande

en su armazón de talco y pijarreta.

 

 

II

 

Cuando enmudece la poesía

Un almuerzo de monedas

Se desmorona a ras de  los insectos.

teclado virgen de piano,

almohada tangible de mujer,

ostiones ondulados en la verticalidad,

apuesto a que se van a dislocar

en un deshilachado y brutal sprint,

luego, como pez estanque

reirán párpados caídos

indulgente en el bestiario de desdicha.

 

 

III

 

Cuando muere la Poesía

jamás preguntes en qué tumba yace el poeta

doble amanecer en espejo de mármol,

confunde,

lodo que nutre con rapidez

la piel de cocodrilo

que luego exhiben los malvados

en urgencias de broqueles.

Y la metáfora, dónde la pongo:

¿Dónde a quedado mi lucidez sin vértebras??

¿Mi sarcófago sin cadáver?

 

 

 IV

 

Cuando renace la Poesía

un jilguero muda su plumaje

y traduce el último sol bermejo

en un prosaico réquiem francés.

 

 

 V

 

Cuando danza la Poesía

fíjate bien lo que hace el necio

dobla en la primera esquina

y mete la noche en una botella:

imitarlo es muy fácil

lo que aún no he aprendido a desamarle.

Más temprano que nunca

el cielo se empecina en llover,

la ciudad dentro de sus ojos,

el necio pasea en esa ciudad

que sigue dentro de mi casa

y no se moja.

 

 

VI

 

Cuando desnuda la Poesía

parece incierto

que el olor fecal nos venga de adentro,

pues de adentro sale también

tornado que trueca belleza por belleza,

abre el armario

orgullo viste sus mejores nubes

y no encuentro lugar

donde esconder las manos.

 

 

VII

 

Cuando emborracha la Poesía

el ombligo se transforma en el lago Ness

plesiosaurio que ni pestañea

para que nadie me cuente

el derribo de los muros

al paso de las miradas.

 

 

 VIII

 

Cuando ausenta la Poesía

urge un niño desnudo

para vestirle de ajedrez

para armonizarle su sudor.

 

 

 IX

 

Cuando intuyo la Poesía

hay un río que me toca

con su cuerda de leche

escapo hasta quedar sin saliva

y dejar sin aliento

al uranio empobrecido.

 

 

X

 

Cuando urge la Poesía

el llanto enciende su propia hoguera

por la silla ausente

y por la insignificancia de nosotros mismos

al no poder sostener en hombros

la minúscula razón.

 

 

XI

 

Cuando pleitea la Poesía

bendigo al idioma,

a la creación humana

y a la más simple creación.

 

 

XII

 

Cuando asesina la Poesía

al menos

la ciudad que ahora vive en mi casa

guarda silencio

y fuera de ese preciso instante,

rindo exequias

a mi condición animal.