BAQUIANA – Año XVIII / Nº 101 – 102 / Enero – Junio 2017 (Opinión II)

DELIA FIALLO, LA MÁS PROLÍFICA PROFESORA DE ESPAÑOL 

por

Andrés Correa Guatarasma


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La Enciclopedia del Español en el Mundo confirmó que las telenovelas desempeñan un papel fundamental para que audiencias de todo el mundo se interesen por el idioma de Cervantes y la cultura hispanoamericana. Desde Miami y Caracas, Delia Fiallo, la “reina del teledrama”, borró las fronteras entre los países americanos, enseñó a los españoles los modismos de sus hermanos latinoamericanos y generó el interés por aprender castellano en televidentes de Estados Unidos, Medio Oriente, Asia, África y Europa del Este. A sus 92 años de edad ha enseñado español dentro de la mayor gama posible de contextos y situaciones, con historias tecleadas en máquinas de escribir, nunca computadoras.


Delia Fiallo, la más prolífica profesora de español

     “Si Shakespeare hubiera tenido un productor, Cervantes un adaptador y García Márquez un corrector de estilo, jamás nos hubiésemos enterado de sus literaturas… Refiriéndose al escritor de telenovelas, Jorge Amado dice: ‘se vive mientras se escribe’. Eso me pasó a mí. Trabajé demasiado y ahora quiero vivir hasta donde me dure la vida…” (1)

      A sus 92 años de edad, Delia Fiallo es quizás la más prolífica profesora de español que el mundo ha conocido, con un estimado de dos mil millones de televidentes, según la agencia española EFE (2). Su telenovela Kassandra (RCTV, 1992-93) está referida en el libro de marcas mundiales Guinness por su difusión en 128 de los 195 países del mundo. (3)

     Fiallo no inventó “el drama”, pero sí lo hizo universal y masivamente castizo, como nunca antes. “La influencia de esta gran escritora y su capacidad de penetración fue tan enorme, que no queda sino admirarla”, asegura el Secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), Francisco Javier Pérez. (4)

     Gregorio Salvador, ex subdirector de la Real Academia Española, afirmó enfático que “las telenovelas son algo extraordinariamente beneficioso para el mantenimiento del español”. “El léxico nuevo que va apareciendo en cada país se va intercambiando a través de las telenovelas con el de otros países, enriqueciéndose mutuamente el español que se habla en cada lugar (…) en nuestra Academia, algunos consideramos que gracias a las telenovelas, y a muchas otras cosas, claro está, se está nivelando y cohesionando la lengua”.

     Y va más allá, al profetizar que las telenovelas “pueden modificar la historia futura de la lengua; los culebrones pueden hacer mucho más por el idioma castellano que, por ejemplo, una reunión de academias”. (5)

      Fiallo completa la idea del académico Salvador: “al igual que la literatura clásica española se enriqueció al adoptar la picaresca y el refranero, lo mismo ocurre con los pueblos hispanos adonde llega este género multitudinario (la telenovela) que con su gran poder de penetración ejerce una especie de intercambio lingüístico, arrastrando de un lugar a otro los giros idiomáticos de sus personajes populares”.

     Según el lingüista Humberto Hernández, Miembro de número de la Academia Canaria de la Lengua, las telenovelas “son determinantes en la actual expansión y conquista de la lengua española en el mundo. Son buenas transmisoras de la lengua española en todas sus variedades lingüísticas y están haciendo una buena promoción del español en el mundo”. (6)

 

 Obrera peregrina de las teclas

     Fiallo rememora que en 1950 “incursioné en la radio-novela, que fue la iniciadora de lo que después de muchos años y estudios se ha calificado como ‘literatura popular’. Cuando descubrí la magia que había en crear mis personajes, contar una historia y llegar con ella al corazón de la gente, me apasioné con el género, aprendí a respetarlo y a trabajarlo con responsabilidad y amor. Fui yo quien escribió la primera novela de continuidad en toda América Latina, en el año 1956. Se llamó Hasta que la muerte nos separe, duró 16 capítulos y salía al aire una vez a la semana. Como el experimento funcionó, se fue aumentando el número de capítulos y de días, hasta llegar a El ángel perverso, que ya fue la telenovela representativa del género y obtuvo un gran éxito…”. (7)

     Desde hace cuatro décadas reside en Miami, pero es una mujer literalmente continental. “En el exilio descubrí que patria no es solamente el lugar donde se nace, sino también donde se lucha, donde se triunfa, donde amas y eres amado… Cuando salí de Cuba, si no caigo en Venezuela mis novelas no hubieran existido, porque allí respetaron mi creatividad”. (8)

     Así, a través del medio de comunicación más poderoso del siglo veinte, la televisión, Fiallo borró las fronteras entre los países americanos, enseñó a los españoles los modismos de sus hermanos latinoamericanos y generó un inmenso deseo de aprender el castellano en televidentes de Estados Unidos, Europa del Este, Medio Oriente, África y Asia, que se intrigaban al seguir sus argumentos en idioma original con la ayuda de subtítulos o un narrador.

     “Encontrarse con gente que no usa normalmente el español y que habla con giros y expresiones de telenovela es sencillamente espectacular. La principal razón es que hace unos años no era normal ver las teleseries dobladas, sino subtituladas, o una mezcla que por lo menos en Polonia utilizan a menudo y apodan como “Lektor”, algo así como alguien que de fondo narra la escena en el idioma de la audiencia mientras la acción se desarrolla en su versión original. Todo esto hace que poco a poco se quede algo del idioma en la cabeza y que muchas personas se lancen a aprender español, tengan más facilidad o simplemente sepan algunas frases en nuestra lengua”. (9)

     Mientras, en las propias naciones hispanohablantes también se generaba un fenómeno idiomático, tal como advirtió en el I Congreso Internacional de la Lengua (CILE, 1997) en Zacatecas, México, la cubana María Elena Pelly: “las telenovelas, como fuente de difusión de variantes dialectales, permiten apropiarse pasiva o activamente de rasgos más o menos típicos de otras regiones hispanohablantes. Aumenta en cada espectador el conocimiento de su lengua, con lo cual ella se fortalece”. (10)

     “Doña Delia”, como muchos la llaman, ha enseñado español dentro de la mayor gama posible de contextos y situaciones, tecleando en máquinas de escribir -nunca computadoras-. Si alguien sabe de espinosas batallas entre inocencia, crueldad, ternura, justicia, despotismo, abrazos, llanto, intrigas, envidia, sueños, amores, abusos y odios, con giros y complicaciones, es ella, la maestra “del perdón a través del arrepentimiento….” (11)

     Sus historias, concebidas en madrugadas en La Habana, Caracas y Miami, y producidas además en Ciudad de México, Puerto Rico, Lima, Bogotá y Buenos Aires, no sólo enseñan español y valores familiares, sino además promueven encuentros y tertulias, generan miles de empleos a artistas, técnicos y ejecutivos, y hasta fueron capaces de detener la guerra de los Balcanes entre ávidos televidentes en Kosovo, y exportar a España entretenimiento con acentos caribeños, casi proféticamente, cuando se celebraban 500 años de las travesías de Colón.

     “La Enciclopedia del Español en el Mundo, el más completo catálogo sobre la difusión del español en todo el planeta, revela que las telenovelas desempeñan un papel fundamental para que una legión de televidentes de todo el mundo se interese por el idioma de Cervantes y por la cultura hispanoamericana.

     En los artículos sobre Rumania, Albania, Malasia, Indonesia, Kenia e Israel, los autores de la monumental obra (anuario) del Instituto Cervantes mencionan las telenovelas entre los factores que contribuyen a difundir el español en el mundo” (12), y el uso de nombres hispanos para los recién nacidos, tomados de personajes de telenovelas.

     Al ver un teledrama se “participa en uno de los principales aspectos para aprender un idioma… escuchar. Al escuchar uno está aprendiendo. Esto puede ayudarte a mejorar el vocabulario fácilmente, porque oyes una palabra y no la sabes y por eso la buscas en el diccionario y puedes usarla en el futuro”, comentó en 2010 la estudiante Deena Lipson, quien cursaba en la Universidad de Georgia (EEUU) el curso “Telenovelas, culture & society”. (13)

     Al otro lado del mundo, una vocera del Instituto Cervantes de Tel Aviv afirmó que “no habríamos podido llegar a tener centenares de estudiantes, que hasta rinden sus exámenes en español, sin las telenovelas. Gracias a la popularidad de éstas, muchos estudiantes llegan con conocimientos previos de español a las aulas, lo que favorece su elección en el bachillerato; lo entienden y lo hablan ‘de oídas’”. (14)

 

 Shows plebeyos y cursis

     Nadie lleva la cuenta del número de personajes que Fiallo inventó en sus años activos (1949-1993). Mucho menos de los capítulos que sus dedos escribieron en cerca de 30 historias originales para radio y TV, que hoy rondan la centena de adaptaciones, entre versiones autorizadas o parcialmente plagiadas de sus “shows sentimentales”, como el intelectual caraqueño José Ignacio Cabrujas definió el género donde Doña Delia ha reinado como nadie en el mundo castizo.

     “No he encontrado una mejor manera de describir la telenovela sino como Cabrujas decía: es un show sentimental, hermosamente plebeyo, plagado a veces de cursilerías y lugares comunes, porque así es la gente”, dice Fiallo. (15)

     Igual respeto y admiración por su trabajo han mostrado premios Nobel como Vargas Llosa o García Márquez. ¿Acaso no hay melodrama en Edipo Rey, Hamlet, Los Miserables, Oliver Twist, Doctor Zhivago, Madame Bovary, Lo que el viento se llevó, Cien años de soledad, Doña Bárbara o La fiesta del chivo?

     La novelista chilena Isabel Allende recuerda de sus años de exilio en Venezuela, donde comenzó su carrera literaria, que la telenovela “es una escuela formidable sobre cómo contar una historia… Aprendí cómo se hacen, pero nunca llegué a trabajarla. Me habría encantado. En los años 70 y 80 era lo más importante. Yo tenía que ver la telenovela pasara lo que pasara. Vivíamos más dentro de la telenovela que en la vida real”. (16)

     “Una buena historia siempre tendrá vigencia. Salvadas las distancias, ¿cuántas versiones más nos esperan de Romeo y Julieta, esencia del romanticismo? Las emociones son el común denominador del hombre y nunca pasan de moda los celos, la envidia, la ambición, el amor ni el odio. Hoy y mañana se seguirá soñando con el amor, aunque se disfrute del sexo antes de la pubertad”, respondió Fiallo en una entrevista en 1998. (17)

 

 —¿Por qué hay tan pocos telenovelistas?

 —Una de las razones es el pudor que sienten los escritores jóvenes de tener que trabajar con algo que les produce vergüenza: los sentimientos. La telenovela ha arrastrado su mala reputación por su intención de conmover hasta las lágrimas, y las lágrimas se van haciendo ridículas en una sociedad mecanizada y reprimida, que busca desahogarse por los caminos de la violencia. Los pioneros que creímos en este género lo hicimos cuando burlarse de él era lo más fácil del mundo. Para escribirlas hay que entenderlas, amarlas y respetarlas. Contra todos los ataques, se sembró en el gusto popular y se convirtió en una industria. Lo malo es que escribirla es un trabajo muy duro: tienes que lidiar con 37 páginas del capítulo diario y mantener a todos tus personajes en tu puño, en tu corazón, para sentirlos vivir, sacrificando tiempo, diversiones y familia. No todo el mundo está dispuesto a hacerlo. La solución ha sido el equipo de dialoguistas, y ahí muere el autor. Es triste porque el concepto de autor se ha ido desvalorizando y desapareciendo. Al público hay que respetarlo.

 

 —¿Por qué la telenovela gusta?

 —Por la gama de emociones que maneja, el reto del lenguaje, su contacto con la gente. El secreto está en creérsela y hacerla creer. Porque aunque lo que se ve en pantalla aspira copiar la verdad, lo real en ella es la ilusión, el mundo de lo maravilloso, el cuento de hadas. Lo que la gente quiere es escapar de la rutina y soñar. El gran fallo del mundo actual es que tenemos poco espacio y tiempo para soñar.

 

 —¿Qué debe ocurrir para garantizar la supervivencia de la telenovela?

 —Primero que todo, que sea respetado como género en sí. Seguir desarrollándolo tal cual es, dentro de un concepto textual melodramático, y enriquecerlo visualmente con una producción de calidad. En lo comercial hay que poner arte, indudablemente.

     “Las emociones son el común denominador del género humano”, insiste Fiallo. “Desde las cavernas hasta el último hombre sobre la tierra siempre estuvo y estará el miedo, la ambición, los celos, la envidia, el amor y el odio”.

     En 2010 Fiallo relató al periodista Jorge Covarrubias -numerario y secretario de la Academia Norteamericana de la Lengua Española-, que durante un viaje por Grecia “una mucama del barco, que era húngara, le habló a mi hija en español, y ésta le preguntó: `¿Cómo sabes español?’ Y le respondió ‘Por una telenovela, Kassandra’. La telenovela salía con subtítulos, pero con audio en español desde Venezuela. Y mi hija le dijo ‘Ven que te presento a la autora: ¡es mi mamá!’ En un español perfecto nos dijo que se había interesado a aprender español por mi novela”. (18)

     Covarrubias recuerda además que durante el 1er CILE (Zacatecas, México 1997) se sugirió utilizar el formato de la telenovela para contribuir a la enseñanza del español. Y la autora mexicana Camen Koleff y la sueca Marianne Akerberg propusieron una telenovela para enseñar el idioma.

     Luego, en el 2do CILE (Valladolid, España, 2001) Thalia Dorwick, vicepresidente de la editorial McGraw-Hill, anunciaba lo que calificó de “curso innovador de español en multimedios”, basado en una telenovela cultural que abarcaba todas las poblaciones de hispanohablantes en el mundo.

     Como resume Pedro Luis Barcia, presidente de la Academia Argentina de Educación, “hoy los diarios y las telenovelas son el mejor instrumento de unificación idiomática”. (19) Combinando lo académico con lo poético, el autor colombiano Fernando Gaitán (Betty la fea), asegura que las telenovelas forman parte de la educación sentimental de Latinoamérica. (20)

     Y en ese proceso “educativo”, “el trabajo de Delia Fiallo tuvo una significación muy grande como difusora de un buen uso del español, pues siempre fue correcta y creativa en la escritura de sus libretos”, reitera el lingüista Francisco Javier Pérez. (21)

 

 Resumen biográfico

      Había una vez en La Habana de los años treinta una niña, hija de un matrimonio clase media -médico él, enfermera ella-. Por las obligaciones laborales de los padres, la pequeña nacida el 4 de julio de 1924 se acostumbró a llevar una vida errante por la isla, detalle que moldeó su carácter introvertido, donde lápiz, libro y papel eran los únicos amigos.

     Quiso ser veterinaria, pero la madre le torció el camino hacia Filosofía y Letras. Al poco tiempo la joven Delia Fiallo ganó un concurso internacional con El Otro, cuento donde narró su errante mocedad. La entrada a las radionovelas no se retrasó, de la mano de su esposo, el entonces productor Bernardo Pascual.

     El invento de la TV, en los años cincuenta, le amplió las posibilidades laborales, cuando ya tenía cinco hijos. En esos años era esclava de las teclas, no quedaba otra. Primero en Cuba, donde para CMQ escribió, entre otras telenovelas estelares, Cuando se quiere a un enemigo, ambientada en la Francia ocupada por los nazis.

     Poco después, cuando no quiso plegarse a la orden de vestir de verde olivo a la muchacha de su telenovela y convertirla en una camarada más, le abrieron un juicio disciplinario acusándola de “anticomunista”.

     Sin un centavo, la familia partió el 23 de diciembre de 1966, sólo con lo puesto. Llegó a Miami, pero no encontró trabajo como guionista de televisión. Fue entonces a Puerto Rico, donde se indignó cuando le dijeron en Telemundo que allí las telenovelas las pagaban según los kilos que pesara el libreto. En el punto máximo del desespero, su compatriota Enrique Cuzcó, para entonces ejecutivo de Venevisión, la invita a Caracas, donde escribiría Lucecita, su primera obra en el exilio, en 1967.

     “En Venezuela me abrieron las puertas, creyeron en mí, respetaron mi creatividad, me ayudaron a alcanzar los éxitos más grandes en mi carrera como escritora. Pero más que eso, en Venezuela pude llenar muchos vacíos que sentí al dejar mi país, porque allí encontré gente que se convirtió en mi familia, amigos entrañables que permanecen para siempre en mi vida”. (22)

     Venezuela fue por algunos años su patria. Desde allí se convertiría en la escritora de telenovelas más cotizada del habla hispana y también conocería, según dijo, “a los actores más honestos y legítimos del mundo, porque se entregan a los personajes como nadie”.

     “He escrito unas treinta historias originales de las cuales se han hecho muchas versiones buenas, regulares y peores. Mi época de oro como escritora de televisión fueron aquellos veinte años que estuve produciendo para Venezuela, y tengo la satisfacción de haber contribuido con mis éxitos a colocarla a la cabeza de la industria del entretenimiento al nivel internacional”. (23)

     Reside en Miami desde hace cuatro décadas. Allí, en 1977 recibió el Premio del Instituto Americano de la Cultura. Luego, en 1992 el 30 de enero fue proclamado el “Día de Delia Fiallo”. Y en 2011, en la IX Cumbre Mundial de la Industria de la Telenovela y las Series de Ficción se creó el “Premio Delia Fiallo”.

 

 Formación académica

     Delia Fiallo estudió Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana entre los años 1943-1947. Recién graduada empezó a trabajar en la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación de Cuba, donde por iniciativa propia consiguió editar y publicar el Mensuario de Arte y Cultura, que hacía un recuento del acontecer literario de aquel momento. Por entonces escribía poesía y relatos cortos, y en el año 1948 ganó el primer lugar en el “Concurso Internacional de Cuentos Hernández Catá”, con El Otro.

 

Premios y distinciones (en orden cronológico)  (24)

-1er lugar en el Concurso Internacional de Cuentos Hernández Catá. Cuba, 1948
-Premio Mara de Oro. Venezuela, 1972
-Premio Meridiano de Oro. Venezuela, 1973
-Premio Agueybaná. Puerto Rico, 1973-74
-Premio Meridiano de Oro. Venezuela, 1974
-Premio Estrellas de Puerto Rico, 1974
-Premio Estrellas de Puerto Rico, 1975
-Premios Oscar Latino. Miami, 1976
-Premio del Instituto Americano de la Cultura. Miami, 1977
-Premio ACCA (Asociación de Críticos y Comentaristas de Arte). Miami, 1977
-Premio 1er Festival de la Telenovela. México, 1977
-Premio a la mejor novela extranjera. México, 1977
-Premios Oscar Latino. Miami, 1977
-Premio Agueybaná. Puerto Rico, 1977
-Premio Guaicaipuro de Oro. Venezuela, 1977
-Premio Ondas. España, 1978
-Premio Mara de Oro. Venezuela, 1978
-Premio Meridiano de Oro. Venezuela, 1978
-Premio Guaicaipuro de Oro. Venezuela, 1978
-Trofeo Espectáculo Internacional. Venezuela, 1978
-Trofeo Bolivariano Zipa de Oro. Colombia, 1978
-Libretista del Año. Colombia, 1978
-Premio Meridiano de Oro. Venezuela, 1980
-Premio Guaicaipuro de Oro. Venezuela, 1982
-Premio ACCA. Miami, 1984
-Premio ACCA. Miami, 1985
-Premio Meridiano de Oro. Venezuela, 1985
-Premio Chin de Plata. Miami, 1985
-Premio otorgado por la comunidad de Allapattah en reconocimiento a la labor literaria en el exilio. Miami, 1985
-Premio Chin de Plata. Miami, 1988
-Premio Revista Lea. Miami, 1988
-Premio ACCA. Miami, 1990
-Premio Miss Cuban American Valores Humanos. Miami, 1990
-Premio de Reconocimiento otorgado por el Alcalde Javier Suárez. Miami, 1991
-Premio ACCA. Miami, 1991
-Premio WSCV Cuba ayer y siempre. Miami, 1991
-Proclamación del “Día de Delia Fiallo”. Miami, 30 de enero de 1992
-Premio Telemundo Group otorgado por la Alcaldesa Gilda Oliveros. Hialeah Gardens, Florida, 1992
-Premio ACRIM (Artistic Critics International of Miami). Miami, 1993
-Premio Estrellas de Oro. Federación Artística Internacional Cultural. Miami, 1994
-Premio FACE. 9th Annual Excellence Awards Cuban Exiles. Miami, 1994
-Premio ACCA. Miami, 1996
-Galardón Mitad del Mundo a la Excelencia. Ecuador, 2002
-Premio NPTI. Miami, 2003
-Premio TV MÁS NOVELAS. 1ra Cumbre Mundial de la industria de la telenovela. Miami, 2003
-Premio de Reconocimiento otorgado por el Alcalde Tomás Regalado. Miami, 2005
-Premio Tele 5. Costa Rica, sin fecha
-Premio Revista Show Continental. Miami, sin fecha
-2011: La IX Cumbre Mundial de la Industria de la Telenovela y las Series de Ficción crea en Miami el “Premio Delia Fiallo”

 

Lista de obras de TV (títulos originales y años de lanzamiento)  (25)

-Hasta que la muerte nos separe (Cuba, 1956)
-Cuando se quiere a un enemigo (Cuba, 1956-57)
-Soraya (Cuba, 1957)
-El ángel perverso (Cuba, años sesenta)
-La Señorita Elena (Venezuela, 1967)
-Tu mundo y el mío (Venezuela, 1968)
-Lisa, mi amor (Venezuela, 1970)
-Esmeralda (Venezuela, 1971)
-María Teresa (Venezuela, 1972)
-Peregrina (Venezuela, 1973), luego adaptada como Kassandra (Venezuela, 1992-93)
-Una muchacha llamada Milagros (Venezuela, 1974)
-Mariana de la noche (Venezuela, 1976)
-La Zulianita (Venezuela, 1977)
-Rafaela (Venezuela, 1977)
-María del Mar (Venezuela, 1978)
-Ligia Sandoval (Venezuela, 1981)
-Mi mejor amiga (Venezuela, 1981)
-La Heredera (Venezuela, 1982)
-Querida mamá (Venezuela, 1982)
-Siempre te he querido (Venezuela, 1982)
-Leonela (Venezuela, 1984)
-Miedo al amor (Venezuela, 1984-85)
-Cristal (Venezuela, 1985-86)
-Monte Calvario (México, 1986)

 

Referencias

(1) Andrés Correa Guatarasma. Entrevista a Delia Fiallo. Diario El Universal. Caracas, 29-03-1998.
(2) Agencia EFE. Cumbre de Telenovela crea premio Delia Fiallo. Miami, 6-11-2011 http://www.eluniverso.com/2011/11/06/1/1421/cumbre-telenovela-crea-premio-delia-fiallo.html
(3) Revista de la Fundéu citada por Jorge Covarrubias. La proyección internacional de la lengua española. Las «telenovelas ejemplares»: Thalía, Betty la Fea y el idioma de Cervantes, 2010.
(4) Francisco Javier Pérez. Correo electrónico. Caracas, 29-09-2015
(5) Gregorio Salvador ensalza el valor lingüístico de los ‘culebrones’. http://elpais.com/diario/1994/01/29/radiotv/759798002_850215.html
(6) Jorge Covarrubias. La proyección internacional de la lengua española. Las «telenovelas ejemplares»: Thalía, Betty la Fea y el idioma de Cervantes, 2010.
(7) Delia Fiallo. Correo electrónico. Miami, 01-09-2015.
(8) Andrés Correa Guatarasma. Entrevista a Delia Fiallo. Diario El Universal. Caracas, 31-03-2014.
(9) El impacto de las telenovelas al Este de Europa. http://www.historiasdeleste.com/2009/11/el-impacto-de-las-telenovelas/
(10) Jorge Covarrubias. La proyección internacional de la lengua española. Las «telenovelas ejemplares»: Thalía, Betty la Fea y el idioma de Cervantes, 2010.
(11) Andrés Correa Guatarasma. Entrevista a Delia Fiallo. Diario El Universal. Caracas, 31-03-2014.
(12) Gloria Bazzocchi “El uso de la televisión en la clase de español como lengua extranjera”, citada por Covarrubias. La proyección internacional de la lengua española. Las «telenovelas ejemplares»: Thalía, Betty la Fea y el idioma de Cervantes, 2010.
(13) Jorge Covarrubias. La proyección internacional de la lengua española. Las «telenovelas ejemplares»: Thalía, Betty la Fea y el idioma de Cervantes, 2010.
(14) Humberto López Morales: La globalización del léxico hispánico. Madrid, Espasa-Calpe, 2006.
(15) Andrés Correa Guatarasma. Entrevista a Delia Fiallo. Diario El Universal. Caracas, 29-03-1998.
(16) Andrés Correa Guatarasma. Entrevista a Isabel Allende. Diario El Universal. Caracas, 15-04-2014.
(17) Andrés Correa Guatarasma. Entrevista a Delia Fiallo. Diario El Universal. Caracas, 29-03-1998.
(18) Jorge Covarrubias. La proyección internacional de la lengua española. Las «telenovelas ejemplares»: Thalía, Betty la Fea y el idioma de Cervantes, 2010.
(19) Pedro Luis Barcia. Correo electrónico. Buenos Aires, 09-09-2015.
(20) Jorge Covarrubias. La proyección internacional de la lengua española. Las «telenovelas ejemplares»: Thalía, Betty la Fea y el idioma de Cervantes, 2010.
(21) Francisco Javier Pérez. Correo electrónico. Caracas, 25-08-2015.
(22) Andrés Correa Guatarasma. Entrevista a Delia Fiallo. Diario El Universal. Caracas, 31-03-2014.
(23) Delia Fiallo. Correo electrónico. Miami, 01-09-2015.
(24) Delia Fiallo. Correo electrónico. Miami, 10-09-2015.

(25) La lista no incluye sus radionovelas en Cuba ni las docenas de adaptaciones de sus telenovelas realizadas, con o sin su aprobación, en diversos países del mundo.

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ANDRÉS CORREA GUATARASMA

Nació en Caracas, Venezuela (1972). Periodista y dramaturgo venezolano, corresponsal en Nueva York, ha laborado para El Universal y Associated Press (AP). Colaborador de la Academia Norteamericana de la Lengua Española. Cuatro veces finalista en el concurso de teatro USA MetLife / Repertorio Español “Nuestras Voces”. Nominado al Premio ACE (Nueva York, 2014) como Productor y Dramaturgo. Graduado cum laude con una Licenciatura en Comunicación Social. Tiene una Maestría en Relaciones Exteriores.

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