BAQUIANA – Año XVI / Nº 93 – 94 / Enero – Abril 2015 (Poesía III)

FOTO SECCIÓN POETICA

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

JUAN CARLOS GARZÓN

Nació en la Ciudad de México, DF, (1986). Poeta y guionista de televisión. Es licenciado en Filosofía por la UNAM, donde actualmente estudia la maestría. Trabaja como guionista de televisión y como traductor de teatro; publica poesía periódicamente en Revista Síncope, en Dixo, en Letras Explícitas y en su blog personal Ahilesvaunsoneto.com. Ha publicado también en las revistas: Etcétera, Punto de Partida, Círculo de poesía, Letralia, Mil Mesetas, Radiador, Garuyo, Y los rinocerontes bostezan y Replicante.

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

 

VIRAL

 

Yo también quiero volverme viral

todavía le cabe otra infección a la cultura y yo

también tengo en mi cápside una cepa de sapiencia y se impacienta

buscándole un porito plasmodésmico al tejido de lo dicho

por donde pueda entrar y emponzoñarlo con mi docta enzima

trastornar el curso metabólico del huésped con mi código insidioso

y mi maledicencia helicoidal

pero ya en serio

yo también me quiero hacer viral

quisiera que esta tinta protobionte se filtrara

del papel a la mesa y de la mesa al piso

del piso a las tuberías y después a los mantos freáticos

de los que occidente abreva y que en breve

echara a andar mi pandemia pedagógica y publicitaria

y se enfermara de mí el mundo entero

pero no se puede así

la palabra no es bacteriana sino parasitaria

hace falta hospedarse en algún organismo

y se entiende que hospedarse tiene aquí bastante de eufemismo

pero es que no se puede sobrevivir a la intemperie

hace falta meterse en algún lado, en alguien

adherírsele a la espalda a alguien

y ser adsorbido con d de disimulando

y abrir metafóricamente mi troyano

instalar el principio de mi sépsis en almas ajenas

que me estén citando cuando crean que hablan por ellas

y sigan dispersando mis nucleótidos ulteriormente

y acabe por estar invisible en todas partes

yo

reproductor de aminoácidos

que absorbí de quién sabe dónde y de quién sabe quién.

 

 

LA BUENA CAUSA

 

En total

son ciento ochenta y seis cincuenta y el Señor

no querrá donar sus centavitos

hay fuerzas bienhechoras y las máquinas registradoras

formulan esta clase de preguntas, divina

formulan esta clase de preguntas.exe

y extienden con tintín de níqueles su hocico

como un delfín que supo hacer su truco y quiere

ciento ochenta y siete pesos netos

antes de volver a perderse en las profundidades

bóvedas de canto grave y son negros del todo los lugares

en que los titanes se menean amodorrados y en total

es con la gracia de un dios que trazo un arco con la mano

y tiro cincuenta centavos en el cauce de las causas

(es por una buena causa) y causan gentilmente

onditas concéntricas en el hiato de las mareas

y la suma total de las fuerzas se tabula y las tareas

que restan por hacer son infinitas

y en total

es por una buena causa y el meñique de un coloso

deposita buena parte de sus fichas en el rojo

y deja que las fuerzas se pongan de acuerdo ellas solas

(él no sabe)

deja que las causas se equilibren, den sus tumbos

y arreglen sus diferencias a la mala

es decir, vamos con todo pero quién sabe hacia dónde

[Cfr. con Newton pero no con Aristóteles]

y al final tiene que dar con un total bastante simple

la Gran Causa

la causa de todas las causas

la que es la verdadera buena causa

pues no hay causa que cause mejor mente

no hay causa alguna que sea tan eficiente

que la que hambrea a millones y causa

la buena causa de alimentarlos, divina

y enferma a millones y causa

la buena causa de medicarlos, divina

y masacra a millones y causa

la buena causa de justificarlos, divina

y esclaviza a millones y causa

el coltán para likearlos con smartphones

e invierte billones y causa

una contraoferta de centavos

y en total

tiro mis centavos en la fuente y el pozo y el río

tiro mis centavos y formulo mi deseo

alzo los brazos en plegaria y los dioses silvestres

verán que estas austeras migajitas de materia

recorran las corrientes pertinentes, divina

y vayan a parar hasta su sitio natural

el que les fue destinado el primer día

todo sea por una buena causa y esto me pone en el pecho

algo que es tibio y que es trivial y fácil y que sí

sí quiero donar mis centavitos

qué más da.

 

 

LOS INÚTILES

 

Somos la rebaba cultivada de las universidades

dan arcadas espasmódicas las aulas y nos regurgitan

claro que con palmaditas y nos ponen de patitas en la calle

presumiblemente porque estamos listos

listos a granel como ganado procesado en tandas semestrales

tibios, enlamados, pálidos y licenciados y entonces

nos dan las diez y andamos con las manos en las bolsas

y unas ojeras extracurriculares y tenemos tantos planes

que no sabemos por dónde empezar y no empezamos

y qué suerte, de veras, qué sacro santísima suerte

que el mundo ya esté echado a andar y que los diques

ya tengan domados a los ríos y los lobos se espanten

con el ruido de las licuadoras y ya no haya viruela ni escorbuto

que ya haya tuberías y fuerza aérea y la industria pesquera

y que ya estén puestos los puentes y todo eso

y que ya haya fuego desde luego porque se me ocurre

que no duraríamos ni veinte minutos a la intemperie

no sabemos hacer nada

¿no se le ofrece que le filosofe?

a veinte el argumento y treinta si es trascendental

¿no ocupa?

¿gusta que le ubique las sinécdoques?

¿le digo si es o no es endecasílabo?

¿no ocupa?

¿le hago un plano americano de su patio?

¿le guiono su agenda o no ocupa?

no, no le puedo arreglar la cisterna

pero puedo escribirle unas quince cuartillas de sonora y clara prosa

acerca del arrebol de quimeras socioculturales

que causaron, coexistieron o fueron consecuencias

del entubamiento del lago de Texcoco

y le agrego de pilón una interpretación

freudiana de todo el asunto

¿no ocupa?

por supuesto que no ocupa, nadie ocupa

somos como huevos fabergé, trabajadísimos y vacuos

servimos como sirve un espléndido arreglo floral

que le costó al erario público un dineral

y estorba a la mitad de un pasillo

no sabemos hacer nada

más que multiplicar con nuestra cepa febrilmente las imágenes

y a fin de cuentas hablar de que aquí estaos

con la soberbia grotesca

del que cree que está salvando al mundo

por suerte el poder del autoengaño es infinito

y morirse de hambre no es tan fácil como se cree

por suerte hay maneras, sí, siempre hay maneras

y hay narcóticas resacas que con gracia de amante nos arrastran

hasta un semisueño frágil

donde todo es noble y útil

y escribir comerciales es parte del oficio literario

y seguro hasta Man Ray llegó a fotografiar bodas

y cómo no va a estar siendo uno útil si tiene una beca

si puede llenar una cátedra en la cual pasar la antorcha

como una semilla de la que germina

un árbol de semillas ad infinitum

o si las condiciones son propicias

si hay pluma y cuaderno y unas horas libres

escribir unos versitos inocuos

y luego recostarse satisfecho

con ojos ahumados y casi del todo inocente.

 

 

LA MÁQUINA

 

Aquí está la máquina

yo sé muy pocas cosas pero sé por cierto

que es hermosa y que es perfecta, mira

nada más cómo iridescen sus aristas

como un mosaico de espejos en desfase

y cómo tiene válvulas y tubos

y cómo no le falta nada

ya tiene muchos años que apretamos sus últimos pernos

y no pasa ni un día sin que alguien venga

para atenderla a cuerpo de reina y limpiar sus junturas

y ver con deleite lo que pasa si se activa una palanca

o sólo a mirarla y a mirarla y a rozar

con los dedos su acerina piel de pez y a murmurarle

eres hermosa

y muchos se quedan por ratos muy largos

viendo sus reflejos en los muslos bruñidos de la máquina

 

quisiera ser capaz de decir más bellamente

que estos focos blancos son sus ojos

y creo que sabe bien que estoy aquí y está encendida

desde que recuerdo y jamás me atrevería

a apagarla pues me asombra y paraliza

el miedo de las cosas que podrían pasar

y también podría pasar que no pasara nada y eso

sería mucho peor

 

mejor que se quede encendida

quizá no le haga daño a nadie

y así estaba cuando yo llegué

porque ahora que lo pienso ya era vieja

ya era muy vieja la primera vez que la vi

 

no se siguió un plano al construirla

y nadie ha escrito nunca su instructivo así que

no sabemos cómo se usa

nadie sabe y nunca lo ha sabido nadie

muchos han querido utilizarla

han metido mano impía en sus recovecos

han tecleado comandos sin saber su idioma

y claro que han pasado cosas

algunos incluso se han muerto

pero nunca hemos sabido a ciencia cierta

si estas cosas fueron obra de la máquina

que se queda augusta y quieta

como un animal dormido

que en silencio ronronea

o como un dios que nos observa refulgente.

 

 

LO QUE VIENE

 

Lo que viene no vendrá como un gorrión

que se deje ver venir a la distancia

puntual en el centro del aire y haciendo un escándalo

 

no se parece a un barco

con sus bultos patentes sobre el lomo

rectilíneo cuando embona en una rada

 

lo que viene no es una palabra

que está callada y callada y callada y se dice de pronto

no es un signo que desciende como un copo

desde un almacén celeste

para tatuarse en la piel de los objetos

y cambiarlos por otros con una alquimia súbita

 

tampoco es una fina membranita

como la lluvia mustia y sus vapores

que se atraviesa con los hombros tensos

y que divide el aún no del ya por fin

 

no es un vaso que se derrama

por la gota que derrama el vaso

ni es la gota

 

tampoco es un punto crucial de ebullición

que está pendiente de un grado que no llega

pato pato pato pato oca

no es leche a la espera del descuido

para hacer en la estufa un cochinero

 

lo que viene no es el casco de una sílaba

no empieza con la letra f

que delimita las hectáreas del presente

 

lo que viene

esa vejez implausible

esa guerra civil que está tardándose

ese cáncer de pulmón con sus postales

el final de ese amor de cuatro letras

el derrumbe de los usos y las modas

el revés de las cosas de este mundo

lo que viene

lo que viene ya empezó

es justo esto que está pasando ahorita.

 

 

LA GRAN COSA

 

La llave persuade al picaporte

con el giro argumental de siempre

como quien dice hacen clic pero a la mala

la puerta es una pusilánime y si nadie le hace segundas

se echa para atrás chillando

pero la pone en paz la pared paternalmente

y otros ruidos ya están por venir, inevitables

como las rimas de un soneto

el primero es el de una pulserita que se desgrana en risitas

como el agua cuando sabe algo que ignoras

y eriza el epitelio del tapiz con el roce de su delgadez

y el interruptor vuelve el rostro y tal vez es

porque ya no hay moral

cuatro focos señalan con los dedos

ahí están ahí están ahí están no se escondan

¿ya vieron lo que están haciendo?

y aquí está todo

y no es la gran cosa

dos zapatos lustrosos y tontos

peinados para lados contrarios

se echan carreritas risueños y medio con odio

turnándose la delantera y taconeando con tanta tirria

que la alfombra, matrona de terso vello cano

les pide que se callen, acostada

una silla bosteza y toma asiento

augusta frente al escritorio

los dos se consideran recíprocamente

hay trabajo por hacer y lo saben y adoptan

ese airecito de rectitud y suficiencia

del que se sabe que ha causado tragedias

y al tiempo que el reloj se impacienta

un librucho divaga taciturno

absorto en el rumor de sus páginas pasando

es un inventario parcial de las cosas que hay

y no se incluye a sí mismo que también es cosa

qué costa tan elocuente la que habla de cosas ausentes

que también están aquí de alguna forma

materias sordas y mudas hicieron largos recorridos

para estar en este ecosistema y hacer estas cosas

hicieron falta barcos e hicieron falta aviones

hicieron falta tuerquecitas y galones y galones de petróleo

hicieron falta papeles y plumas para firmarlos

hicieron falta portafolios y balas y misiles para firmarlos

hicieron falta uniformes y trajes y corbatas para firmarlos

y para eso hicieron falta hilos y fábricas textiles

y para eso hicieron falta cables y varillas y tabiques

y para eso hicieron falta, pero ya se entiende

más papeles, más petróleo, más barcos y aviones

y balas y misiles y féretros y fosas y oficinas

lo que hizo falta es infinito

lo que hace falta es infinito

hacen falta cosas para que haya cosas

las cosas producen faltas

las faltas producen cosas

las cosas producen cosas

las cosas producen faltas ad infinitum

y nada de esto ha sido la gran cosa

siempre falta la gran cosa

la gran cosa es la gran falta

el nudo de esta red de faltas

el para final y el primer por

pero esto es demasiado para un día

y al iPad le hace falta batería

la cartera se acuesta en un mueble

pensando en su lista de invitados

las monedas tintinan contentas

y miran al techo con ojillos planos

las cortinas auto indulgentes disimulan

un mundo operado por las cosas.