BAQUIANA – Año XVI / Nº 93 – 94 / Enero – Abril 2015 (Entrevista)

  ENTREVISTA CON EL ACADÉMICO, CLÉRIGO, ESCRITOR Y PERIODISTA MARCOS ANTONIO RAMOS

 

por

Maricel Mayor Marsán

 

marcos-antonio-ramos-284-x-344


Nació en Colón, Matanzas, Cuba (1944) y se radicó en los Estados Unidos de América desde hace varias décadas. Es historiador, ensayista, clérigo, escritor y periodista. Es Doctor en Historia y Teología, especialista en historia de las Antillas españolas, así como en historia de la Iglesia y de las religiones. Es Académico de Número de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y Académico Correspondiente de la Real Academia Española y de la Academia Dominicana de la Lengua. Participó como editor en el número especial de la revista Herencia sobre construcción de navíos españoles en Cuba durante el período llamado colonial. Fue comentarista de temas internacionales, bajo contrato (1996-2001) del Broadcasting Board of Governors, USIA del gobierno federal de EE.UU. Promovió la celebración en los Estados Unidos del quinto centenario de la colonización española de Cuba (1511-2011). Además de las condecoraciones y reconocimientos que ha recibido de diversos gobiernos, se le otorgó el Premio Nacional de Periodismo por un reportaje internacional del Club de Corresponsales de Prensa Extranjera de Santo Domingo (1989) y ha sido elegido como miembro numerario o correspondiente de numerosas academias y sociedades profesionales en varios países de América y Europa como la Real Sociedad Geográfica de Londres y otras similares. Fue condecorado por el papa Benedicto XVI con la Medalla “Benemerenti” al Mérito Civil. Es Vicepresidente de la Casa Cultural Domínico-Americana de la Florida y de la Editorial Cubana (Miami). Ha sido Profesor y Decano Académico del Florida Center for Theological Studies. Es Investigador (Senior Research Associate) del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami y Presidente de la Junta del Museo Colonial de la Florida, proyecto bajo la autoridad de la Arquidiócesis Católica de Miami y relacionado con la herencia española en la región. Colaboró en el VII Volumen de Historia General de América Latina (Editorial Trotta, Madrid), contratado por la UNESCO y ha publicado más de 15 libros, numerosos ensayos en español e inglés, así como capítulos de libros sobre la herencia hispana en los EE.UU.


“El Caribe, siempre el Caribe, y otros ensayos antillanos es un libro imprescindible para quienes deseen adentrarse en el panorama histórico, sociopolítico y literario de la región caribeña.”

Revista digital ACENTO.COM
Sección de Literatura – Reseña
El Caribe, siempre el Caribe
por Fausto Rosario Adamés
Santo Domingo, República Dominicana
(5 de Mayo de 2014)

 

“Me complace informarle que la Junta Directiva de la Academia Dominicana de la Lengua, a propuesta del suscrito, y en sesión celebrada en la sede de nuestra institución el 18 de los corrientes, le incorporó a usted a esta Casa de la Palabra en la clase de miembro correspondiente por su contribución al desarrollo lingüístico y literario.

Su elección se hizo en atención a sus méritos lingüísticos y literarios, su aporte al cultivo de los valores culturales y su identificación con nuestro país y nuestra Academia, así como también por su defensa de los valores intelectuales, morales, estéticos y espirituales.”

ACADEMIA DOMINICANA DE LA LENGUA
(Fragmentos) Carta oficial de la Junta Directiva
Dr. Bruno Rosario Candelier, Director
Academia Dominicana de la Lengua
Santo Domingo, República Dominicana
(20 de noviembre de 2014)

 

“Es imponderable el Mar Caribe que rodea a todas las Antillas, las Menores y las Mayores, pero Marcos Antonio Ramos se lo ha metido en un bolsillo con su nuevo libro, que se presentó en la Casa Bacardí del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos (ICCAS), El Caribe, siempre el Caribe y otros ensayos antillanos.”  

Diario EL NUEVO HERALD
Artículo Especial – Sección de Artes y Letras
El Caribe que nos rodea y las Antillas
por Olga Connor
Miami, Florida, EE. UU.
(2 de diciembre de 2014)

 


MMM: De su larga trayectoria como académico, clérigo, escritor y periodista, me gustaría saber ¿cómo ha podido combinar todas esas profesiones a la vez?

MAR: El combinar varias profesiones tiene relación directa con mi vocación, o más bien mis vocaciones. Desde mi adolescencia me atrajo el periodismo. Casi desde que aprendí a leer he ansiado diariamente la llegada de los periódicos. Siendo todavía un niño tuve un encuentro inolvidable con el texto “Nociones de Historia de Cuba” que se utilizaba en cuarto grado. La historia se convirtió para mí en una sublime obsesión. Pero cuando llegó la hora de decidirme por una carrera, escogí la de educador especializado en la formación académica de personas con vocación religiosa. Cuando estudiaba el Bachillerato también me hice Tenedor de Libros y al llegar a Estados Unidos me vi obligado a emplearme en ocupaciones diversas. Ahora bien, nunca renuncié a escribir en periódicos y realizar investigaciones históricas. Además de Teología y Ciencias de la Religión, hice estudios formales de Historia y de Periodismo, por vocación y por considerar que podían complementar mi trabajo religioso. Por una serie de consideraciones, entre ellas mi formación todavía en proceso, se me encomendaron funciones pastorales y de predicación, consideradas útiles para un educador teológico. Ya había decidido someterme al examen para la ordenación como Presbítero. Las circunstancias permitieron que enseñara también Historia de América Latina, de Estados Unidos e Historia Universal a estudiantes de Teología, además de los cursos requeridos como Historia de la Iglesia, de las Religiones Universales y del Pensamiento Cristiano. Nada de lo anterior obstaculizó mi trabajo como historiador y ensayista. Por un largo período combiné esas labores con las de editor de una casa de publicaciones protestante. He tenido tiempo suficiente ya que no lo he invertido jamás en deportes y fiestas. Soy quizás el único cubano que no sabe jugar a la pelota.

marcos-antonio-ramos-284-x-210-graduacion

 

MMM: ¿En qué año ingresó en la Academia Norteamericana de la Lengua Española? ¿Cuáles son sus funciones principales dentro de la misma?

MAR: Me relacioné con la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) desde su fundación. Especialmente con uno de sus fundadores, el doctor Jaime Santamaría. Él era Coordinador de Información de la ANLE. Mi amistad con Jaime y con el doctor Odón Betanzos Palacios me permitió ser una especie de colaborador, encargado de atender a miembros de otras academias o de la ANLE que visitaban Miami. En 1985 me eligieron Miembro Correspondiente de la Academia Norteamericana y diez años después, en 1995, pasé a ser Miembro Numerario de la ANLE y Miembro Correspondiente Hispanoamericano de la Real Academia Española (RAE), de acuerdo con la designación que aparece en el diploma de la RAE que me entregaron al pronunciar mi discurso de ingreso, pronunciado en la Universidad de Columbia ese año. Mi tema fue la obra de don Marcelino Menéndez y Pelayo.

Marcos Antonio Ramos con otros miembros de la ANLE (de izquierda a derecha): Waldo González López, Maricel Mayor Marsán y Luis Alberto Ambroggio durante un evento en Humboldt International University. (Enero de 2015)

 

MMM: Aparte de ser Miembro Correspondiente de la Real Academia Española, ¿qué ha significado para Ud. el nombramiento reciente como Miembro Correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua Española?

MAR: Como indica esta pregunta, fui elegido en el 2014 como Miembro Correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua Española fundada en 1927, entre otros, por el Arzobispo Primado de Santo Domingo y de América, doctor Adolfo Alejandro Nouel, ex Presidente de la República Dominicana y brevemente Delegado Apostólico en Cuba. He tenido relación con académicos dominicanos desde hace mucho tiempo y me he esforzado por dar a conocer el excelente trabajo de esa academia hermana. Mi vinculación con Santo Domingo es casi tan larga como mi propia vida. Desde mi juventud he tenido siempre vínculos y cercanía con los dominicanos. He realizado múltiples investigaciones sobre la relación entre dominicanos y cubanos desde la era colonial y publicado ensayos sobre esa materia. Mi más reciente libro, “El Caribe, siempre el Caribe y otros ensayos antillanos” publicado por ANLE, fue dedicado a la Academia Dominicana, cuyo director, el doctor Bruno Rosario Candelier es un gran amigo, como también los académicos María José Rincón, Fabio Guzmán Ariza y alguien que considero como un hermano, el académico Roberto Guzmán.

el-caribe-siempre-el-caribe-228-x-345

 

MMM: ¿Cómo surgió su interés específico por la literatura y la cultura dominicana?

MAR: Como expresé al responder la pregunta anterior, mi interés por todo lo que tenga que ver con la República Dominicana ha sido parte integral de mi vida. Siguiendo la doctrina de José Martí y Eugenio María de Hostos soy un antillanista. Esos próceres, así como Máximo Gómez y otros, dejaron por escrito su creencia de que el cubano debe considerarse también como dominicano y puertorriqueño y que las hijas e hijos de esos países tienen derecho a las tres nacionalidades. Me fascina la literatura dominicana y he estudiado la historia de Santo Domingo tanto como la historia de Cuba, sin descuidar la de Puerto Rico. Me preguntas sobre mi interés por la República Dominicana, pues bien, para mí, llegar a mi Quisqueya y a sus poblaciones y campos es equivalente a llegar a mi Cuba añorada. Abrazarme con mis hermanas y hermanos dominicanos es acercarme a mis raíces. Algo parecido puedo decir de mi querida Borinquen.

hacia-los-origenes-dominicanos-187-x-290

 

MMM: ¿Desde cuándo es el Vicepresidente de la Casa Cultural Domínico-Americana de la Florida? ¿Qué actividades realizan?

MAR: Hace muchísimos años que pertenezco a la Casa Cultural Domínico-Americana y sus miembros me hicieron su Vicepresidente. Las actividades de la Casa son múltiples, según los recursos y las ocasiones. Actualmente la preside Enrique Sarubbi, funcionario del Consulado Dominicano. Entre los más entusiastas han estado don Tiberio Castellanos, a quien considero como un Maestro, y el doctor José Gutiérrez y su esposa. Han promovido conciertos, presentaciones de ballet dominicano, conferencias, deportes, etc. Debo señalar como actividad paralela la del grupo de Viernes Culturales Dominicanos que encabeza doña Yunis Segura de la Cámara de Comercio Domínico Americana. Reuniones fabulosas tienen lugar mensualmente en ese local. Viernes Culturales y Casa Cultural Domínico-Americana mantienen vivo el espíritu quisqueyano entre nosotros en Miami. También el Consulado General hace su aporte. Puedo decir que esa oficina consular es algo así como una segunda casa y sus cónsules y vicecónsules, así como todo el personal, me tratan como si yo fuera dominicano de nacimiento. En fin, mi lista de amigos dominicanos es casi una guía de teléfonos como la de mi ciudad natal.

 

MMM: ¿Cómo surgió la idea del libro Diccionario del español dominicano que le publicó la ANLE en el 2013?  

MAR: La idea del “Diccionario del español dominicano”, procede de la Academia Dominicana de la Lengua que lo publicó. Entre las figuras fundamentales de ese esfuerzo están su director don Bruno y los ya mencionados María José, Fabio y Roberto. Este último y yo organizamos actos de presentación, sobre todo el realizado en Casa Bacardí de la Universidad de Miami. Junto a Roberto, como misioneros del idioma, visitamos otras ciudades de la Florida promoviendo el diccionario. Pero no soy autor ni editor de esa obra, publicada con el patrocinio de la benemérita Fundación Guzmán Ariza. He sido sólo un promotor entusiasta que ha reconocido la deuda gigantesca que tenemos los cubanos con Esteban Pichardo y Tapia, erudito domínico cubano nacido, como nuestro primer obispo e historiador criollo, Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, en Santiago de los Caballeros. Pichardo fue el autor del primer diccionario de cubanismos, publicado en 1836 con el título de “Diccionario Provincial casi razonado de voces y frases cubanas” (Imprenta de la Real Marina de la Ciudad de Matanzas). El cubano fray José María Peñalver había hecho el primer intento de un diccionario de regionalismos de América en 1795 y un cubano dominicano nacido en Venezuela, el gran Domingo del Monte, había comenzado en 1829 la recopilación de cubanismos para un futuro diccionario que quedó inédito como el de Peñalver. Curiosamente, el primer diccionario de mejicanismos que conozco lo publicó en 1895 Félix Ramos Duarte, patriota cubano exiliado en México, nacido en San José de los Ramos, autor de infinidad de trabajos eruditos, pedagogo de gran prestigio en México, profesor en varias escuelas mexicanas, entre ellas el Seminario Teológico Presbiteriano de Ciudad de México y escuelas normales de las iglesias Metodista y Presbiteriana. Ese incansable articulista y escritor había publicado en 1893 su brillante ensayo “Orígenes del Lenguaje Cubano” en “Revista Cubana”. Menciono estos datos para señalar la obra de cubanos y dominicanos, hermanados en la lucha por hacer resplandecer la lengua y mantener nuestra identidad en América. La lista es larga y me detengo aquí.

los-dominicanos-en-la-independencia-de-cuba

 

MMM: Me gustaría que me comentara sobre su libro El Caribe, siempre el Caribe, y otros ensayos antillanos (Nueva York: Ediciones ANLE, 2014). ¿Tiene alguna anécdota en particular que quisiera compartir sobre el mismo?

MAR: Mi libro “El Caribe, siempre el Caribe…” surgió de una conversación con nuestro actual director de la ANLE don Gerardo Piña Rosales, gran animador de la cultura y el idioma, que me sugirió fuera recopilando mis ensayos y los publicara de acuerdo con sus temas. He escrito mucho sobre las Antillas españolas y la zona del Caribe. Don Gerardo me está entusiasmando para que publique otros. Ya veremos. La acogida del libro ha sido mucho mayor de lo que esperaba. Es mi libro número quince.

 

MMM: ¿Podría explicarme en qué consiste la labor que lleva a cabo el Museo Colonial de la Florida, organización que Ud. preside?

MAR: El Museo Colonial de la Florida es un proyecto que ha encabezado el Reverendo Padre José Luis Menéndez, párroco de la Iglesia Católica Corpus Christi en Miami, otro animador de la cultura. Con la ayuda de algunos feligreses, del historiador Salvador Larrúa, de Alberto Sánchez de Bustamante y de este pastor protestante retirado que preside la corporación, Menéndez ha logrado recopilar documentos y objetos de gran valor histórico que relacionan a la Florida con España y a la Florida con Cuba. Todo esto ha ido tomando forma, pero todavía falta un gran trecho por recorrer. Me atrevo a sugerir una entrevista con Menéndez, alma del proyecto, trabajador infatigable por su Iglesia y de espíritu ecuménico, en el mejor sentido de la palabra. En los esfuerzos del Padre Menéndez está presente su amor a Cuba, España y esta región floridana en la que los cubanos y otros descendientes de españoles hemos dejado una huella significativa y permanente.

Marcos-Antonio-Ramos-Panel-Desafios-Siglo-XXI

Participando en la conferencia “Los desafíos del Siglo XXI” (de izquierda a derecha) con: el Senador José Rafael Vargas, el Cónsul de la Republica Dominicana en Miami Manuel Almánzar, el periodista Daniel Raimundo y el Padre Gregorio García.

Moca, República Dominicana (2009)

 

MMM: ¿Qué piensa sobre la salud del idioma español en los Estados Unidos? ¿Qué podemos esperar en un futuro los ciudadanos hispanounidenses?

MAR: Contra viento y marea, nuestro idioma “disfruta de buena salud” en Norteamérica. Es cierto que tenemos que trabajar con muchos “norteamericanismos” y con cuestiones culturales, pero la lengua que vino de Castilla sobrevivirá y crecerá. El número de hispanounidenses, como llamamos ahora en ANLE a los hispanohablantes que se han radicado aquí en forma permanente, seguirá aumentando. Nuestros descendientes reciben de nosotros el uso del español. No todos lo utilizarán todo el tiempo, pero formará parte de su conversación y sus relaciones. La reforma inmigratoria se producirá más tarde o más temprano y esos nuevos ciudadanos y residentes permanentes serán, como lo hemos sido nosotros, mensajeros del idioma y la cultura de sus antepasados. Es probable que la Academia tenga que trabajar mucho con las nuevas expresiones, pero nuestro idioma seguirá siendo el segundo más hablado en Norteamérica. Es posible hacer una lista de problemas, pero en mis viajes a través de la geografía norteamericana encuentro más y más hispanohablantes. También he podido comprobar que muchos de ellos lo utilizan con gran corrección. Hasta los medios electrónicos y la Internet reflejan nuestra gran presencia. Seamos optimistas. Y nuestra querida ANLE llegó para quedarse.

 

MMM: ¿A qué atribuye Ud. que el papa Benedicto XVI lo condecorara con la Medalla “Benemerenti” al Mérito Civil, más allá de su filiación con la Iglesia Bautista?  

MAR: Si, el papa Benedicto XVI me condecoró con la Medalla Papal “Benemerenti”. Quizás lo hizo por mi modesta contribución a la educación teológica. Las iglesias Católica, Presbiteriana, Luterana, Anglicana y mi propia denominación Bautista me han hecho otros reconocimientos. Debo ser agradecido. En 1980 una universidad fundada por una orden de monjas católicas, el Mercy College de Dobbs Ferry, New York, me confirió el grado de Doctor en Letras “honoris causa”. También se me han conferido títulos “honoris causa” como Doctor en Divinidades, en Sagrada Teología y en otras materias.  Esas distinciones que se otorgan por lo general a profesores y clérigos las agradezco infinitamente, pero no las merezco. Lo digo con sinceridad y franqueza. Las considero un testimonio de mi amistad y cooperación con instituciones académicas y confesiones cristianas. Debo aclarar que no hago distinción de personas por cuestiones de afiliación partidarista o confesional. Y he trabajado con magníficas personas sin creencias religiosas. Tengo convicciones, pero no me agrada el sectarismo, mucho menos cualquier forma de fanatismo, religioso o de otro tipo.

 

MMM: ¿Es posible un acercamiento entre las diversas religiones del mundo y un compromiso genuino a favor de la paz mundial?

MAR: Creo haber respondido en parte esa pregunta con mi anterior respuesta. Claro que podemos acercarnos aunque profesemos distintas creencias. No vivimos en la Edad Media sino en un mundo pluralista. Esto último presenta graves problemas, entre ellos el de una excesiva secularización, pero podemos trabajar a favor de la paz y de la convivencia. Debemos considerar finiquitados los tiempos en que se imponía una misma creencia o un solo partido. Tristemente, hay bolsones de intolerancia. Pero me parece que todos, o casi todos, podemos aceptar aquellas palabras de Jesús acerca de amarnos los unos a los otros y de no lanzar la primera piedra. Jesús al enseñarnos a “perdonar setenta veces siete” nos fijó una meta. La Escritura también enseña que no debemos juzgar constantemente a los demás.

 

MMM: ¿Tiene algún otro libro o proyecto pendiente en estos momentos?

MAR: Tengo pendientes otras recopilaciones de mis artículos sobre diversos temas así como de mis apuntes sobre los partidos políticos de Cuba y una edición, corregida y aumentada, de mi historia del Protestantismo en Cuba. También quisiera aprovechar mi experiencia con la UNESCO como colaborador de su “Historia General de América Latina” y continuar trabajando con aspectos de la historia de nuestro continente. Pero, francamente, mis setenta años recién cumplidos no prometen mucho más que aquello que Dios Todopoderoso me permita lograr en mis días o años finales. Me preguntas sobre libros, lo comprendo, pero también debo continuar sirviendo a Dios de otra manera después de mi jubilación. Y muchas gracias por hacerme caso, si es que tuvieron paciencia para leer estas respuestas “de largo metraje”.

la-cuba-de-castro-220-x-247