BAQUIANA – Año XVI / Nº 91 – 92 / Septiembre – Diciembre 2014 (Poesía VI)

FOTO SECCIÓN POETICA

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JANITZIO VILLAMAR

Nació en la Ciudad de México (1969). Poeta, narrador, dramaturgo, editor, ensayista, traductor y profesor universitario. Estudió la carrera y la maestría en Letras Clásicas en la UNAM. Ha hecho investigaciones en los campos de historia de la literatura mexicana, écfrasis, gramática, retórica, narrativa personal, argumentación, ciencia ficción, terror, cine y literatura, revistas mexicanas del siglo XX y múltiples tópicos grecolatinos. Ha dirigido las revistas literarias El Sapo Encantado, Dracula´s Magazine, Sin Límites, El Gato Negro, el Elefante Blanco, 451ºF y Equipo Mensajero. Ha pertenecido a los Consejos Editoriales de la revista Almenares, Andamios, Scorpio, la Editorial Estigia y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Es corresponsal de la revista Sinalefa (New York, Estados Unidos) y Embajador Cultural de la Fundación Max Aub (Segorbe, España) en México. Ha publicado en numerosas revistas literarias de México y de otros países Ha sido incluido en diversas antologías de poesía en Argentina, España y México. Ha sido incluido en páginas virtuales de México (Equipo Mensajero, Grietas, La voz de la Esfinge, Solario, Periódico de Poesía-UNAM, Fundación René Avilés Fabila, Periódico de Poesía-UNAM, Escritores de México, Poemaria, Cienciaficcionmexicana, Escenarios XXI), Argentina (Isla Negra, La Iguana), Australia (Hontanar), Brasil (Palavreiros-UNESCO, Kplus), Canadá (Universidad de Calgary), Chile (Poetas del mundo), España (Fundación Max Aub-Segorbe, Tercera Fundación, Ácido Arsénico), Estados Unidos (Sinalefa, Googlebooks, Netwriters), Japón, Uruguay (Letras Uruguay. Espacio Latino), Venezuela (Letralia), en enciclopedias como Wikipedia, Mashpedia, entre otras y en blogs de tareas escolares de México y otros países. Fue tesorero de la OUEPAC (Organización Universal de Editores de Prensa A. C.). Ha publicado más de veinte plaquettes de poesía, varias antologías, varios libros de cuentos y una novela. Entre sus libros de poesía más recientes se encuentran: España, aparta de mí este cáliz (Estigia, 2011), Silencio (Estigia, 2011), Soluciones a la de Ares periferia. Tetralogía Ana, 1 (Estigia, 2013) y Desconcierto. Tetralogía Ana, 2 (Estigia, 2013). 

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SALVAJE TENTACIÓN

 

I

 

No conozco del cuerpo el arma,

Arma, disparo, arma, conmoción, el arma, conmoción,

No creo exista manera de sanar, de sanar.

Palabra que me oprime, el tu cuerpo,

Desvarío que a me acaricia, tibio me acaricia,

La tu voz, la tu voz, la tu voz.

La imagen, la tibia imagen, la sola imagen,

De la pupila escapa, la tibieza de mi pupila escapa.

No contengo más que trozos,

El suelo se desploma,

Caigo una y dos las veces,

No existe otra solución:

Eros revelado, Eros a la puerta de mis labios,

Labios de dulce espera, labios de acre, acre, acre espera.

 

Eros, la tibieza,

Eros, la mirada,

Eros lo mirado,

Cuerpo, Eros, cuerpo la tibieza, Eros la pupila,

Labra la saeta, esculpe la saeta,

Acierta el disparo paro.

¡Ah, oh, ay, me desplomo,

Sobre mi cuerpo me desplomo!

 

Mas no en Eros me transformo, no quiero Eros revelado,

Dispara sobre ella la saeta,

Hiere profundo el pecho que se entibia,

Dispara sobre ella la saeta,

Tira a matar, tira directo di-recto recto…

A matar, Eros, a matar, la saeta en el pecho, Eros,

Dispara ya el venablo, dis-pá-ra-le…

 


II

 

¿Qué estación es necesaria

Oh, dime,

Para romper el suelo que te aprisiona,

Qué voluntad es necesaria, dime,

Para corromper la de ti la fortaleza, las tus vigas en el techo derrumbar?

 

¿Cómo contar entre mis dedos tus suaves dedos,

Cómo sentir entre mis párpados de tus párpados las miradas,

Cómo sentir en la espalda  de tu espalda las palabras?

 

Enredo del niño, el enredo, niño, enredo niño.

Eros conmociona, Eros nos alcanza, nos alcanza.

Dispara, dispara, alado niño, contra su testa la saeta,

Contra su pecho, la saeta,

Contra el pie, la espalda, la mirada, la saeta,

Dispara la saeta.

 

¿Qué estación es necesaria, dime,

La primavera de las mari que posas,

el otoño de tan tristes alientos,

el cruel invierno de  temblores lleno

o el verano del desnudo,

Cuál entre las variadas de la Tierra las estaciones,

Es necesaria, dime, para que acierte, el niño acierte

A romper de ti la sólida sólida, resistencia la resistencia?

     


III

 

Forjaré la tu imagen en el espejo, la forjaré.

 

Cerraré de ti el mi párpado.

No miraré más sin ti el tu cuerpo,

No veré la tu silueta ante mi pecho.

¿mas, cómo cerrar los ojos al recuerdo,

Cómo tapiar la tarde con la vista atrás

Si es del pecho la pupila, pila,

Si no hay muros ni tierra que la contengan, la mirada,

La del recuerdo la mirada?

 

Forjaré de ti la imagen en el espejo,

En la memoria cada paso y cada poro,

En la memoria la luz que oculta tu existencia,

la que me oculta tu existencia,

La que oculta en mí tu existencia.

 

Forjaré de ti la imagen en mi espejo, forjaré.

 

 

IV

 

Debo explicar ahora,

A la sombra que se oculta tras la de la luz la barda,

Lo que me perfora del alma las continuidades

Lo que siento en cada lágrima,

Lo que a respirar tu piel me obliga.

No quiero detonar de mi río el llanto,

No quiero que me veas cabizbajo, de cabeza bajo, bajo, bajo, bajo,

Que el rumor de mi dolor escuches,

Brotar de las montañas, de las flores, del dulce néctar.

Debo explicar de la naturaleza los misterios,

¿por qué zumban en mis oídos las abejas,

Por qué buscan los pájaros en mí su nido,

Por qué los hombres a mirarme aprenden,

Por qué yacen bajo tierra, enterrados,

Transterrados, soterrados, subterráneos,

Los de Eros en el reflejo de la mi pupila?

 

Me condeno. Te condeno.

La palabra no mitiga.

Ahora escojo del vidrio el filo:

Corta, corta, corta:

Rojo el cielo, rojo el mar.

Roja la playamar; tiño la tarde,

Tiño el perfil de mis estaciones,

Desencadeno la marea, roja la marea.

 

A cerrar el mito no me atrevo.

 


V

 

¿A quién las del alba mis palabras apunto punto?

Romper de la noche la investidura,

Romper del alba el suave cuerpo,

Romper del día el flexible el esqueleto.

¿Quieres ver aquí el tu nombre,

Quieres que mis razones se concreten, en una, una, una?

Basta mirar de la sólida barrera el resquicio,

Basta que mires de la luz la luz,

Que no olvides al margen el escolio,

Que sepas que permanezco, en el del aire el surco,

En la del mar la líquida trinchera,

Que se liquidan entre sí mis dudas,

Que no salgo, mal que desquicia, de mi piel entre tu piel,

Que no visito sino de ti la voz,

Que no creo en más el silencio que el silencio de tu mirada,

La forja de tus labios,

El mar que en ti se instala,

Mar de labios, mar de piel, mar de voz,

Y mar y mar y mar te anhelo,

Y mar y mar y mar te vivo,

Y mar y mar y mar en mí habitas.

 

Mar.

 


VI

 

Descubro del alba los misterios,

Me acobarda la del silencio la locura,

No esparzo cenizas en tus hombros,

No quiero con cenizas enterrar tus ojos.

Del alba los misterios,

Del silencio la locura,

En tus hombros las cenizas,

Descubro de las cenizas los misterios,

Entierro mis hombros con el alba,

Sobre mis ojos ceniza esparzo,

Locura del silencio.

 

La ceniza cubre el cuerpo,

La ceniza la piel recubre,

Cubre, recubre, la ceniza, la ceniza,

Cubre, me recubre,

Ceniza muero, ceniza broto.

De mis ojos brota la ceniza,

Silencio que cenizas acumula,

En mis ojos, en tus ojos,

Los días pasan, pasan, los días pasan,

La ceniza a contar las de los días sombras no se atreve,

A contar las sombras, de los días, las sombras sombras,

A contar las sombras no se atreve, la ceniza, la ceniza.

 

En mis manos muere el alba,

Dentro de mis ojos mora el alba,

De mi corazón mana alba.

Hora a hora se decanta la locura.

 

Ceniza el corazón, ceniza los misterios,

Impera en las lágrimas el silencio, el silencio,

Dentro, fuera de las lágrimas el silencio,

Y se enciende, se precipita, me precipita,

El silencio me precipita.