BAQUIANA – Año XV / Nº 89 – 90 / Mayo – Agosto 2014 (Entrevista I)

 ENTREVISTA CON EL ACADÉMICO Y ESCRITOR GERARDO PIÑA ROSALES, DIRECTOR DE LA ACADEMIA NORTEAMERICANA DE LA LENGUA ESPAÑOLA

 

por

Maricel Mayor Marsán

 

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Gerardo Piña Rosales nació en La Línea de la Inmaculada Concepción (Cádiz, España) en 1948 y vivió desde 1956 hasta 1973 en Tánger (Marruecos). Profesor, conferencista y escritor. Estudió en la Universidad de Granada, la Universidad de Salamanca y la Universidad de la Ciudad de Nueva York, donde se doctoró en Lengua y Literatura españolas por el Centro de Graduados de CUNY con una tesis sobre La narrativa breve del exilio español de 1939. Reside en los Estados Unidos desde 1973. En la actualidad es profesor titular de Literatura Española en la Universidad de Nueva York (CUNY) Lehman College y en el Centro de Graduados, así como en el Teachers College de Columbia University. Es miembro Correspondiente de la Academia de Buenas Letras de Granada (electo), Presidente Honorario de la Sociedad Honoraria Hispánica Sigma Delta Pi y Presidente del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York. Durante varios años fue el Presidente de ALDEEU – Asociación de Licenciados y Doctores Españoles en los EE.UU. En 1992 fue nombrado Miembro Numerario de la Academia Norteamericana y Correspondiente de la Real Academia Española. Desde 2008 es director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española.

Entre sus publicaciones se encuentran los libros: De la Celestina a Parafernalia: estudios sobre teatro español (1984); Narrativa breve de Manuel Andújar (1988); Guía de estilo para periodistas (coed. 1997); Homenaje a Mordecai Rubín (1997); De la catedral al rascacielos (coed. 1998); La obra narrativa de Segundo Serrano Poncela (1999); 1898: entre el desencanto y la esperanza (coed. 1999); Acentos femeninos y marco estético del nuevo milenio (2000); Presencia hispánica en los Estados Unidos (coed. 2003); España en las Américas (coed. 2004); Odón Betanzos o la integridad del árbol herido (2005); Escritores españoles en los Estados Unidos (2007); Gabriela Mistral y los Estados Unidos (coed. 2010); y Hablando bien se entiende la gente, 2010 y 2014 (en colab.). Como ensayista, ha incursionado en la obra de autores tan variados y diferentes como Miguel de Cervantes, César Vallejo, o Paul Bowles. Como novelista, es autor de Desde esta cámara obscura (con fotografías del autor) (Primer Premio de Novela Ayuntamiento / Casino de Lorca, 2006) y Los amores y desamores de Camila Candelaria*(2014).


“Los trabajos investigadores de Gerardo Piña-Rosales sobre teatro, poesía y narrativa, unidos a sus formidables estudios sobre la literatura del exilio español, son tan numerosos y sobresalientes que mencionar aquí alguno sería pecar por defecto sobre los otros. Su bibliografía es muy extensa, tan extensa en investigaciones de literatura hispana como de la lengua española y la presencia de una y otra en Estados Unidos…

Pasión por la literatura. Eso es lo que tiene Gerardo. Pasión y devoción. Devoto de la lectura y comunicador de la imaginación, de una imaginación poderosa, incontenida y también perspicaz, llena de rasgos en apariencia surrealistas (ya saben que la vanguardia siempre será hiperrealista, surrealista) que nos llevan por senderos fantásticos y brillantes, concretados en vidas. Palabra sobre palabras, como Machado, e imagen de la vida. La vida que él, Gerardo Piña, ve para nosotros en la fotografía o en la escritura.”

Pedro Guerrero Ruiz (ANLE)
Lorca (Murcia), 27 de noviembre de 2006
Desde esta cámara oscura, de Gerardo Piña-Rosales
VIII Premio Internacional de Novela “Casino – Ayuntamiento de Lorca”
Editorial Nostrum
Madrid (2006)

 

 

“El académico español Gerardo Piña Rosales, afincado en Estados Unidos desde hace tres décadas, fue elegido el pasado viernes 25 de enero nuevo director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE), cargo en el que sustituye a Odón Betanzos, quien falleció en septiembre pasado y fue uno de los fundadores de esa entidad a comienzos de los años 70. (…)

Manifestó su disposición a que en esta nueva etapa la ANLE, además de la labor propia que desarrolla en el entorno de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), colabore con las instituciones culturales hispánicas en EUA y con los medios de información. “Me parece esencial que la ANLE colabore estrechamente con esos medios —prensa, televisión, radio, Internet— para que el español que se utilice sea, en todo momento, correcto”. (…)

La elección de Piña Rosales coincidió con la concesión a las 20 academias americanas de la lengua del XX Premio Elio Antonio de Nebrija, que convoca la Universidad de Salamanca, en reconocimiento a la labor que han desarrollado a favor del estudio y de la difusión de la lengua y la cultura españolas. Las academias premiadas son las de Colombia, la decana fundada en 1871; Ecuador, México, El Salvador, Venezuela, Chile, Perú, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Cuba, Paraguay, Bolivia, Nicaragua, Argentina, Uruguay, Honduras, Puerto Rico, República Dominicana y la Norteamericana.”

Agencia EFE de Noticias
Reproducido en LETRALIA: Tierra de Letras
Gerardo Piña Rosales a cargo de la Academia
Norteamericana de la Lengua Española
Año XII – Número 180 – Noticias
Cagua, Venezuela
4 de febrero de 2008

 

 

“El presidente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, Gerardo Piña Rosales, dijo asimismo que se puede comenzar a hablar de la existencia del “español de Estados Unidos”. Esa modalidad naciente “tiene no tanto una sintaxis, una estructura”, sino un “léxico que responde a la vida cultural de Estados Unidos”, señaló Piña.

El español de Estados Unidos “indudablemente ya está ocurriendo”, en un proceso que además está mejorando la calidad debido al ascenso social de los hispanohablantes, señaló el presidente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española desde 2008.

“La gente -dijo- tiene una noción bastante equivocada de lo que es el español en los Estados Unidos, que no es ya el español corrompido, por decirlo de alguna manera, que ocurría antes. Y eso por una cuestión social. Sencillamente, hay una clase media hispana y, por otro lado, los hijos de los inmigrantes se dan cuenta que al ser bilingües valen por dos”, explicó Piña Rosales.

En este proceso “hay que cuidar” que ese nuevo español de Estados Unidos que está naciendo “sea lo más correcto posible”, algo que está completamente ligado a la educación, dijo el profesor de la Universidad de Nueva York.”

Suplemento del diario EL MUNDO
El Cultural – Noticias
Una nueva modalidad de español, el de Estados Unidos
Madrid, España
24 de octubre de 2013

 


Maricel Mayor Marsán: ¿Qué te trajo a los Estados Unidos en 1973? ¿Cómo recuerdas tus primeros años en Nueva York? ¿Alguna anécdota memorable?

Gerardo Piña-Rosales: Después de haber estudiado unos meses en la Universidad de Salamanca, decidí regresar a Granada, donde dos años antes había empezado la carrera de Letras. Como la vieja Facultad de Filosofía y Letras granadina se había quedado chiquitica para los miles de futuros licenciados, se habilitó el llamado Hospital Real, un hermoso edificio del siglo XV, para que en sus naves, tan reverberantes como tenebrosas, se impartieran algunas clases. Allí conocí a Laurie, una veintiañera  pelirroja, oriunda de Nueva York, que estudiaba lengua y literatura españolas en la misma universidad. Cuando esa tarde terminaron las clases y salimos a la calle, llovía a mares. A pesar de mi timidez patológica (rémora anímica que no ha menguado con los años), invité a Laurie a tomar un café; charlamos un rato, y quedamos para el día siguiente. Fue aquel un año inolvidable: visitas a la Alhambra, al Generalife, a la Capilla Real, y a pueblos aledaños, entre ellos Fuentevaqueros, porque Laurie quería conocer el lugar donde había nacido García Lorca. Y como broche de oro de aquel annus mirabilis: el Festival de Música y Danza de Granada. Tuvimos la suerte, el privilegio, de escuchar el Concierto para clavicordio de Manuel de Falla, interpretado por Rafael Puyana, y la Quinta Sinfonía de Beethoven por la Filarmónica de Berlín, bajo la batuta de Herbert von Karajan. En julio, Laurie regresó a Nueva York y yo me quedé en Tánger (Marruecos), ciudad en la que me había criado y en la que vivía con mi familia. El 19 de octubre de 1973, a bordo del transatlántico Michelangelo, que había hecho escala en el puerto de Algeciras, llegué a Nueva York. En mayo de 1974 Laurie y yo nos casamos (¡por entonces la gente todavía se casaba!).

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El director ejecutivo de la Revista Literaria Baquiana, Patricio E. Palacios, con Gerardo y Laurie Piña Rosales en Nueva York.

 

MMM: Tengo entendido que te uniste a la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) casi desde sus comienzos. A diferencia de muchos inmigrantes que vienen en busca del “sueño americano”, lo que se entiende por logros materiales, tú emprendiste el camino más quijotesco de todos los tiempos y apostaste por la defensa del idioma español en un país donde el idioma oficial es el inglés. ¿Cómo te involucraste en la Academia Norteamericana de la Lengua Española en aquella etapa incipiente? ¿Cómo fueron los primeros años de dicha organización? ¿Cuándo fue reconocida y aceptada como una de las academias oficiales de la lengua española?

GPR: Mi ingreso en la ANLE ocurrió mucho después. Conocí a Odón Betanzos, director de dicha institución, en el Centro de Graduados de CUNY. Por entonces él ya andaba sumido en su tesis doctoral: la vida y obra de Miguel Hernández. Huelga decirte que congeniamos inmediatamente. Odón –a quien tanto debo– me invitó a asistir a algunas de las reuniones de la directiva de la ANLE y también a las de la Fundación Cultura Hispánica y las del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos. Tras haber sido miembro correspondiente durante unos años, en 1992 fui nombrado numerario de la ANLE y correspondiente de la Real Academia Española. Desempeñé el cargo de coordinador de información y de secretario hasta la muerte de Odón en 2007. Joaquín Segura fungió de director interino de la ANLE hasta que se celebraron elecciones, en las que fui elegido, por unanimidad, director de la Academia.

Reunión de catedráticos en Madrid: Javier Collazo, Odón Betanzos Palacios, Estelle Irizarry, Gerardo Piña Rosales y Rosario Rexach.

 

MMM: Siguiendo una larga tradición de docentes españoles de excelente calidad en los Estados Unidos, tú también has ocupado posiciones como catedrático durante varias décadas. ¿Qué me puedes contar sobre tu experiencia como profesor universitario en este país?

GPR: Antes de continuar mis interrumpidos estudios, me gané la vida como profesor de guitarra clásica; pero como en mi fuero interno sabía que nunca iba a llegar a ser otro Andrés Segovia, abandoné la sonanta por la literatura, y me matriculé en el Queens College, donde obtuve la licenciatura. En el Queens College comencé mi carrera docente –como profesor adjunto, claro está–, mientras cursaba el doctorado en el Graduate Center de CUNY. En 1985 –el mismo año en que nació nuestra hija Mariel– me doctoré; el tema de mi tesis fue la narrativa del exilio español. Durante un par de años fui coordinador del programa de clases de español en el Spanish Institute (hoy Reina Sofía). Fueron años de intensas lecturas, aunque la pasión por los libros me venía de muy niño. Hoy sigo devorando libros, aunque a veces tenga que robarle horas al sueño. Para mí la lectura es el medio ideal que me permite vivir otras vidas, conocer otros mundos.

 

MMM: ¿Cuál es tu opinión con respecto a la labor de ciertos profesores de español que han hecho una carrera en universidades norteamericanas defendiendo al “espanglish”? ¿Próspera el “espanglish” en los Estados Unidos o existe algún tipo de labor de contención o concientización sobre el uso adecuado del español en la comunidad hispano hablante? ¿Cuál es la posición de la ANLE sobre este particular?

GPR: La diferencia estriba en que esos profesores no hablan espanglish, por la sencilla razón de que dominan perfectamente el español y el inglés. No tengo nada en contra del espanglish, pero me parece de un cinismo y de una hipocresía deleznables defender una modalidad del habla que margina, social y económicamente, al hablante. Lo importante es que la gente sepa que existe un español estándar, universal, un español con todas las variantes que se quiera, pero que es básicamente el mismo para las 400 personas que lo hablamos. El espanglish es una forma del habla popular, y eso no tiene nada de malo; lo preocupante es cuando no se conoce otra cosa; pero ahí entran factores extralingüísticos –la pobreza, la discriminación, la deserción escolar, etc.–, a los que me he referido en muchas ocasiones.

Gerardo Piña Rosales - spanglish

Gerardo Piña Rosales en un programa de televisión

 

MMM: Debo confesarte que he aprendido mucho acerca del exilio republicano de 1939 a través de tus libros y te felicito por esa labor de rescate de la historia española ultramar y, en particular, la de aquellos que llegaron como exiliados y se quedaron a vivir en los Estados Unidos. ¿Qué te motivó a investigar sobre esta generación?

GPR: Fueron varias las generaciones de exiliados republicanos, desde los que ya eran ancianos en el momento del exilio (1939) hasta los que eran todavía muy niños. Estudié la psicología del exiliado (en tantos aspectos semejante a la del emigrante) en mi libro sobre Manuel Andújar. Desde mi llegada a este país supe que nunca me sentiría totalmente integrado en la sociedad angloamericana, pero a la vez sentí que ese desarraigo, metafísico, camusiano, podía ser la clave de mi identidad y la respuesta a mi vocación literaria. La verdad es que yo podría vivir en cualquier sitio, siempre que no se atente contra mi libertad. Jamás he pertenecido a ningún partido, y de las ideologías cada día me fío menos, pero denunciaré siempre las situaciones que considere injustas.  Las dictaduras, tanto las de derecha como las de izquierdas, me parecen abominables. Los nacionalismos son siempre peligrosos; y, además, ingenuos. Jamás he comprendido cómo hay personas que están dispuestas a matar y a dejarse matar por un país. Científicamente se ha avanzado mucho (sobre todo en algunos países), pero seguimos siendo unos verdaderos trogloditas.

 

MMM: Cuando ganaste en el 2007 un premio en España con tu novela Desde esta cámara oscura me alegré muchísimo con la noticia, pero luego al leerla me sentí impactada con la calidad de tu narrativa y la facilidad que tienes para llegar al lector. ¿Qué me puedes contar sobre la historia tan apasionante del personaje central, el fotógrafo Rafael Bejarano? ¿Existió realmente o la novela es un juego total de tu imaginación?

GPR: En mi novela –y en la de tantos otros escritores, como tú misma, Maricel– hay mucho de veracidad (muchos de los exiliados que aparecen por sus páginas existieron, a algunos de ellos los conocí personalmente, en Nueva York, en México, etc.) pero también hay mucho de imaginación. Desde luego Bejarano no soy yo, aunque como a él me apasione la fotografía. Espero poder publicar una reedición de la novela, pero con las fotografías originales. Textos e imágenes, imbricados, componen un palimpsesto muy sui generis, clave artística de la obrita.

 

MMM: ¿Cuándo y cómo comenzaste a interesarte por la fotografía? ¿Me puedes contar algo acerca de esta faceta que llevas con la misma seriedad y profesionalismo que cualquiera de tus otras ocupaciones?

GPR: Comencé a interesarme por la fotografía durante mi adolescencia, en Tánger, desde que mi padre me regaló una maravillosa cámara Voigtlander. A partir de ahí no he cesado de hacer fotografías. Mi archivo contiene miles de negativos, diapositivas, hojas de contacto, etc.; y ahora imágenes digitales. Fotografiar es hacerse la ilusión de detener el tiempo, el momento decisivo del que hablaba Cartier-Bresson. Y es también rescatar del olvido, de la muerte, esos instantes en que nos sabemos vivos, en que reconocemos en el tallo de una flor, en la mirada del paria, en el claroscuro de un muro, en la altivez de una ola, el misterio del mundo.

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Fotografías: Virgen y Castellar 

 

MMM: En lo personal, cuando creaste el neologismo “hispanounidense” me sentí muy identificada y lo he comenzado a utilizar plenamente. ¿Cuál ha sido la aceptación del mismo por parte de los expertos de la lengua en España y el resto de naciones que hablan español, así como dentro de los Estados Unidos?

GPR: Parece que el neovoquible ha tenido cierta aceptación. Lo veo a menudo en la prensa, en revistas, etc. Todo dependerá de que el ciudadano de a pie comience a utilizarlo. Y ojalá que las generaciones más jóvenes comiencen a usarlo. Claro que para los angloamericanos vamos a seguir siendo Hispanics o Latinos. La verdad es que poco importa cómo nos denominen; lo que sí importa es que Estados Unidos llegue algún día a ser un país realmente bilingüe.

CONGRESO ASOCIACION DE LAS ACADEMIAS PANAMA 400 W

  Miembros de la ANLE en el XIV Congreso de la ASALE en Panamá: Nicolás Toscano, Jorge I. Covarrubias, Marco A. Arenas, Luis Alberto Ambroggio, Gerardo Piña-Rosales, Emilio Bernal Labrada, Domnita Dumitrescu, Rocio Oviedo, Nuria Morgado y Ana Osan.

 

MMM: La Academia Norteamericana de la Lengua Española ha desarrollado una labor ingente en los últimos años para lograr que se reconozca a nivel mundial la existencia de una población que habla, escribe y se desenvuelve en español dentro de los Estados Unidos. ¿Cuál es la percepción en otras latitudes del ámbito iberoamericano sobre el tema? ¿Acaso nos perciben como nos gustaría que nos percibieran? ¿Se reconoce la labor realizada?

GPR: Gracias a un grupo de personas de gran calidad humana e intelectual, y de asombrosa capacidad de trabajo, la ANLE ha conseguido alcanzar algunas de las metas que nos propusimos tras el periodo llamémoslo “odoniano”. Hemos suscrito convenios de colaboración con importantes entidades culturales, hemos fundado una editorial –Ediciones ANLE–, hemos fundado la Revista de la ANLE, el Boletín informativo, el Boletín Octavio Paz,  hemos colaborado en todos los proyectos de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española –la Gramática, la Ortografía, el Diccionario, el Diccionario de americanismos, el Diccionario panhispánico dudas, etc.

Escritores españoles Ortografía de la lengua española Boletín de la ANLE 2008 140 X 204

 

MMM: A unos días del Primer Congreso de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) en Washington, DC., bajo el lema “La presencia hispana y el español de los Estados Unidos: unidad en la diversidad”, me gustaría que compartieras un poco con los lectores de Baquiana acerca de los proyectos que está llevando a cabo la organización en la actualidad y ¿cuáles son las expectativas para los próximos años?

GPR: El trabajo que ha desarrollado la Delegación de la ANLE en Washington DC para que este I Congreso de la ANLE sea una realidad es sencillamente extraordinario. Personalmente me siento muy orgulloso y, desde luego, sumamente agradecido. Y ya que hablamos de agradecimiento, no sería justo dejar de agradecerte a ti y a Patricio la labor maravillosa que hacéis al frente de Baquiana, donde la ANLE goza siempre de un lugar preferente.

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MMM: ¿Cómo ha sido el resultado del libro Hablando bien se entiende la gente, publicado por Santillana USA en 2010?

GPR: Del primer libro se vendieron cerca de 10.000 ejemplares. Espero que este segundo de la serie supere nuestras expectativas. Ya estamos trabajando en el tercero, que llevará además ejercicios de vocabulario, gramática, etc. Son recomendaciones idiomáticas redactadas con humor y con amor, aunque algunos no lo entiendan así.

 

MMM: A nivel personal, como autor y creador, más allá de tus compromisos académicos, ¿en qué proyecto estás trabajando ahora mismo?

GPR: Hace unos años que vengo trabajando en una novela, cuyo título es Voz que clama en el Estrecho (el de Gibraltar, claro), espejo –¿cóncavo?– de mi mundo interior, de donde nacen las distintas voces que lo componen o descomponen. En la ficción, la ambigüedad es un recurso con muchas posibilidades; por no hablar de la ironía y la parodia, de las que me declaro rendido servidor.

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MMM: Después del tiempo transcurrido, 41 años después de tu llegada a este país y de una cifra similar trabajando para la consolidación de la ANLE, qué sensación te queda. ¿Te sientes satisfecho con el trabajo realizado o piensas que todavía tienes mucho más que hacer?

GPR: Satisfecho no me he sentido nunca ni me sentiré jamás. Si Dios me da salud y vida, espero publicar unos cuantos libros más, tanto de ficción como de fotografía. Después, me prepararé para bien morir (como si uno pudiera prepararse para trance tan desaborido). Para ir adelantando las cosas, ya he dejado dispuesto en mi  testatio mentis lo siguiente: si me incineran, que arrojen mis cenizas a las aguas del Estrecho y al Hudson River; si me entierran, que en mi epitafio pongan: “Aquí yace fulanito de tal (agnóstico, por si las flies). Trató de vivir sin hacerle daño a nadie; si no lo logró, que lo perdonen”.

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Miembros de la ANLE en Miami, al concluir el Coloquio sobre el futuro del idioma español en el Miami Dade College. De izquierda a derecha, Orlando Rodríguez Sardiñas, Marco Antonio Ramos, Gerardo Piña Rosales, Maricel Mayor Marsán y Humberto López Morales. A su lado, Patricio E. Palacios, director ejecutivo de la Revista Literaria Baquiana (Miami, 2012).

 


*Literal Publishing de Houston acaba de publicar la novela Los amores y desamores de Camila Candelaria y se encuentra disponible en Amazon para su distribución global en el siguiente enlace:

 

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