BAQUIANA – Año XIX / Nº 107 – 108 / Julio – Diciembre 2018 (Poesía VI)

FOTO SECCIÓN POETICA

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YENILEN MOLA

Nació en La Habana, Cuba (1976). Es poeta, actriz, productora y conductora de programas culturales. Reside en los Estados Unidos desde 1998. Como actriz ha participado en las obras “El Malentendido” de Albert Camus que le hizo ganadora del Premio Actriz Revelación 2014 en el IV Festival Internacional de Teatro de Pequeño Formato de Miami, Premio ACE y Premio ATI 2016, en Nueva York: Mejor Actriz de Gira en un Rol Protagónico. También protagonizó “El jueguito”, comedia con adaptación libre de Yoshvani Medina, “La Profesión de la Señora Warren”, de George Bernard Shaw, “Cuando Duerme Conmigo”, de Eduardo Román y “Matemática del Deseo”, de Yoshvani Medina. Como productora, libretista y conductora estuvo a cargo del show artístico literario más antiguo de Miami: “La Noche de la Poesía Erótica”, acreedor de reconocimientos, publicaciones y del Premio “Miami Life Awards” al Mejor Show Nocturno de Variedades en 2013. También estuvo a cargo de “El Desalmuerzo Literario”, un evento de participación abierta con artistas, escritores y poetas, en ArtSpoken Performing Arts Center, desde el año 2010 hasta el 2017. Ha publicado tres libros de poesía hasta la fecha: Estrellas de mi Cielo Rojo (2010), La Noche de la Poesía Erótica (Antología, 2012) y Manjar para mis Bestias (2013). Ha participado en numerosos festivales internacionales de teatro en Miami y Orlando (Florida, EE.UU.), Mérida (México) y New York City (EE.UU.) en calidad de actriz, así como en festivales de poesía en Miami (Florida, EE.UU.) y en Santo Domingo, República Dominicana.

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PRIMEROS AUXILIOS 

 

Usted irrumpe en mi cuerpo con más fantasías que el flautista de Hamelín.

Me descubre los secretos con la vista,

yo que bien los guardo por pudor o modestia.

Usa mi piel de sábana

y yo me declaro incompetente para decirle basta.

Usted me demuestra que no hay asignaturas pendientes

y mi espíritu niña no se mueve del pupitre.

Usted sueña con profanar una virgen

y esta virgen ahuyenta las gaviotas para aprovechar su estancia y grita

¡Hágase su voluntad!

Usted que si fuera elemento tendría la química perfecta.

Dios de los deseos y la mancuerna.

Usted desconocido, alardoso y loco,

pertinaz, buen amante, otrora intruso…

ha olvidado sus guantillas en mis caderas

y ellas se interponen todo el tiempo entre mi carne y el viento.

Porque usted vino y me hizo suya, ¡suya!

tanto que ahora está en todas partes,

anocheciendo, en el cuaderno, jadeando debajo del pupitre,

en las alas de las gaviotas,

en el orgasmo perenne de esta virgen profanada con permiso.

 

 

EL EJERCICIO DEL SILENCIO 

 

Quédate con todo

Que la vida no es lo que pensabas

No hay montones de ellos orbitando tu espacio para salvarte de contiendas riesgosas

No creas que son como las moscas que aparecen por instinto

o las hormigas que trabajan en equipo.

No repartas lo que tienes

no lo merecen

si hacen algo es a cambio de otra cosa.

Si te envidian es a cambio de que sigas esforzándote para darles ideas

si te odian es para que los rasguños te sangren.

No les enseñes tus premios

tampoco tus miserias

les hace daño que tengas y les molesta que los tomes como paño de lágrimas.

Practica el ejercicio del silencio, el punto cero, el acento neutro, el ateísmo, el extremo centro, el sistema Braille con los sordos, el lenguaje de los mudos con los ciegos…

Sé indiferente.

Si vas a llegar no te anuncies.

No esperes envoltura que diga Biohazard o Danger!

Ellos tienen una cláusula en su contrato de vida que se llama ventaja.

No les compartas lo que sabes, no del todo

puede que mañana seas un plagio que se disfraza de hombre,

un fenómeno de la naturaleza que aprendió a vivir de frente en el mundo del soslayo.

¿No te das cuenta de que andas al revés?

Shhhh… ellos no quieren que te enteres,

no podrían asistir a tu caída.

Llénate de todo lo que encuentres bueno en tu interior, rebózate, deja que desbordes tus propios límites.

Acuérdate de ti cuando estés lejos, rodeado de gente,

cuando estés arriba.

Bajo tierra

no tengas piedad de las fierecillas que parezcan indefensas,

arráncales las patas, tuérceles las alas, muérdeles las colas.

No te olvides que ellas se mostraron tal cual desde el principio.

 

 

LA VISITA 

 

Un montón de hombrecitos me caminan por dentro

ignoro si hacen una marcha protesta, una huelga, un maratón

solo siento sus pechos apretados

y la respiración jadeante de algunos que aminoran el paso cuando me desvelo.

En épocas de insomnio, los hombrecitos se aferran a sus armas,

pasan las noches escribiendo mensajes,

desconozco si usan un código o el lenguaje universal del verso.

Apenas surge un cosquilleo en mis sienes

e intuyo que ellos quisieran instalarse para siempre.

Me crean trincheras, encienden fogatas y se multiplican.

Sabe Dios si les habita el misterio del vuelo

Y por ellos viajo, río o me enamoro.

Quizás un día mis hombrecitos emigren a otro cuerpo

y yo sea un pueblo al que no lleguen ni fantasmas,

y entonces me demuestren

que solo somos huéspedes.

 

 

APOLÍTICO 

 

Como en el cuento,

los cerditos no se atreven a replicarle al lobo

por temor a perder el rol de víctimas.

Sufren cadenas perpetuas y mordazas.

Hablan sí, pero en la intimidad de sus orejas,

embarrándose los hocicos de saliva dulzona.

Incluso, los que están fuera del cuento

no están de acuerdo con el jefe,

pero hoy la gente tiene por costumbre

decir mucho de aquello que menos hace falta

y viceversa.

Renuncio a ser firulete.

A mí que vengan a soplarme el techo de la choza,

total que sueño libre

y el lobo tiene dobles que me chiflan en todos los rincones de este bosque.

 

 

POEMA EN LLANTO Y SEMEN

 

El espacio vacío

no era más que la fuga de un instante,

temible encuentro de los yoes,

el acabado del cuadro que emerge de unos dedos rotos,

la visión primaria de las yemas del ciego.

Pero un espacio sin alma ni centro

donde moría de a poco con la certeza de la detención de los relojes.

Una campanada.

Cuatro.

Siete.

Ninguna trae la suerte del silencio.

De repente el cielo tiene un cielo.

Estiro la mano y trato de escribir SOS

por si algún pájaro se moja con la tinta del

milagro y se lleva el mensaje…

y no encuentro un ave que se detenga en su éxodo.

Mis ojos solo tienen ojos para el espacio en blanco.

No hay fuga, no hay escalofríos, ni escozor en la garganta.

De repente una luz me pega un latigazo.

Sobre ti escribo un poema en llanto y semen.

Pare un eco mi voz, me vuelvo metáfora.

Ahora eres tú mi espacio en blanco

y ha sido lo mejor que me ha pasado.

 

 

GATA-SIERPE

 

Apareces

levedad con que sisea la mañana

desgracia de mi espejo

amiga de pocos y por suerte mía

Perturbas

del modo más inoportuno

celoso

lamentable

Saltas estridente a mi ventana

rompes las macetas

limpias tu cara en el dosel

pobre gata que sueña convertirse en sierpe

Regresas

como si la línea se hubiera roto por casualidad

tal amnesia profana tu verbo

no sientes el humo ácido en que devinieron los siseos

somos la pena del último exabrupto

Llegas

partes

regresas

como si yo pudiera realizar el sueño de la gata

como si en mi ventana

conservara su espacio la sierpe.