BAQUIANA – Año XIX / Nº 107 – 108 / Julio – Diciembre 2018 (Ensayo I)

EL RECORRIDO DE LAS PALABRAS: PRECIOSA EN LA GITANILLA DE MIGUEL DE CERVANTES Y GISELA EN PEREGRINA DE DELIA FIALLO

 

por

 

Martha García


“El género [de la telenovela] está ahí y la gente quiere volver a soñar”

Delia Fiallo (RCTV)

 

     Al escribir este trabajo vienen a mi memoria innumerables y agradables ocasiones en las que, sentada al frente de un televisor, mi familia completa se reunía puntualmente para ver las telenovelas que Delia Fiallo había escrito para ser transmitidas ininterrumpidamente y adaptadas a la realidad cultural de los años 70s y 80s. No se trataba de una acción fortuita, al contrario, después de cada episodio, hablábamos y analizábamos la trama, formulábamos conjeturas, y hasta procurábamos predecir qué sucedería en el próximo capítulo. Los televidentes sentíamos que tanto la autora como los personajes de sus novelas televisadas constituían parte integral de nuestro convivio familiar. Al estudiar la obra de Delia Fiallo, por lo tanto, nos encontramos ante la presencia de una novelista que ha forjado un legado incalculable en el patrimonio del idioma español en el hemisferio hispanoamericano y peninsular. Graduada en filosofía y letras de la Universidad de la Habana, y escribiendo desde la distancia histórica del exilio que le concedió el ambiente necesario para cultivar y cosechar los merecidos triunfos obtenidos a nivel internacional, Delia Fiallo representa con dignidad y denuedo a la mujer escritora que ha sabido vencer el temor a lo desconocido sin olvidar sus raíces y origen cubano. Décadas después, tengo el privilegio de analizar su prolífica obra desde la perspectiva del contexto narrativo y escénico. Para lograr tal cometido, este trabajo se concentrará en la primera producción de la novela transmitida con el título Peregrina (1973) que honra el conocimiento innato y vasta erudición de Delia Fiallo en relación a la herencia clásica que anida en La gitanilla de Miguel de Cervantes y Saavedra (1613). Tanto el personaje de Gisela, interpretado magistralmente por la niña prodigio conocida también como la Shirley Temple venezolana, Rebeca González, y Preciosa, el personaje cervantino, conforman un perfil lingüístico y cultural que sobrepasa el contorno inmediato de tiempo y espacio conduciendo así la estructura de la prosa en Cervantes, y la trama de la novela en Fiallo, hacia la construcción de la narrativa moderna.

     Edgar A. Poe, uno de los precursores del relato corto en Estados Unidos, a mediados del siglo XIX redefinió la necesidad de la precisión y brevedad en el arte de la escritura, lo cual se aplica en la actualidad a una considerable variedad de géneros literarios que incluyen, entre muchos, la poesía, la novela corta, el cuento, el micro-teatro y episodios de telenovelas:

The initial consideration was that of extent. If any literary work is too long to be read at one sitting, we must be content to dispense with the immensely important effect derivable from unity of impression — [page 164:] for, if two sittings be required, the affairs of the world interfere, and every thing like totality is at once destroyed. (163-64)

     Toda obra artística, por lo tanto, se construye a través de piezas (estrofas, capítulos, episodios, actos, jornadas) que se van elaborando poco a poco y que finalmente proveerán un efecto específico en el receptor del mensaje que el emisor procura enviar a su audiencia, sea ésta implícita o no. La belleza de la producción artística dependerá entonces del efecto que cada pieza promueva en los oyentes, lectores u observadores: “[b]eauty of whatever kind, in its supreme development, invariably excites the sensitive soul to tears.” (Poe 164). La gitanilla constituye la primera obra de la colección titulada Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes publicada en Madrid por Juan de la Cuesta (1613). Se trata de relatos cortos escritos al estilo del renacimiento italiano. La novela ha sido puesta en escena en varias ocasiones debido precisamente a la posibilidad de adaptar el texto narrativo al libreto escénico. No solamente se ha considerado la posibilidad de correlacionar la novela cervantina con el arte dramático, sino que también este tema ha sido estudiado desde la perspectiva del arte pictórico. Ivan Gaskell explica que “[s]ubjects in Dutch art from Dutch adaptations of La Gitanilla have been recognized previously, though they have been described only in relation to Cats’s poem. The popularity of both Dusart’s and Tengnagel’s plays suggests that they too might have provided details for paintings representing the story” (263). Roberto González Echeverría ha expuesto las concordancias y disimilitudes entre esta novela corta de Cervantes y Cecilia Valdés de Villaverde. Entre las similitudes se observa que:

La pista más significativa e ignorada de la prosapia cervantina de Cecilia Valdés es lo mucho que derivan tanto el personaje de la protagonista como la trama misma de la novela de “La gitanilla” – pieza que abre el volumen Novelas ejemplares. Recuérdese que Preciosa, la protagonista cervantina, es una joven gitana, de origen desconocido, llena de gracejo, vitalidad y atractivo, de la que se enamora un galán noble con el que acaba casándose, cuando además se descubre que Preciosa misma era también de elevado linaje, aunque no lo sabía. Cecilia también ignora su ascendencia, es de una raza considerada inferior, rebosa gracia, vitalidad, carisma, y cautiva al acaudalado joven blanco Leonardo Gamboa. (271)

     Francisco Márquez Villanueva ha señalado con precisión que la buenaventura que Cervantes inserta en La gitanilla constituye la pieza lírica y poética que enaltece la caracterización del personaje de Preciosa (743-45). La buenaventura evoca entonces el vestigio repetitivo que embellece y enaltece la brevedad de la novela: [t]he pleasure is deduced solely from the sense of identity — of repetition” (Poe 164). Aunque no se trata de una sola palabra como lo sugiere aquí Poe, este ajuste sí cumple con el propósito del efecto que el relato corto procura proporcionar a los lectores del siglo XVII. Las adaptaciones de La gitanilla, por otro lado, han sido discutidas recientemente en los medios críticos y literarios. Elena Villa Fernández de Castro, por ejemplo, resume los cambios necesarios articulados en el montaje de la novela de Cervantes en la puesta en escena de la obra con el título alternativo de La gitanilla de Madrid:

[…] el noble don Juan de Salamanca está prometido a su prima Isabel, que vive en Madrid, a la que sólo ha visto en un retrato y por la que no siente ningún interés especial. En Madrid, adonde acude para conocerla en espera de la dispensa papal, se prenda de Preciosa y decide conquistarla. Don Juan manda a su fiel amigo don Enrique a suplirle delante de su prima Isabel, lo que termina en el enamoramiento de ambos. La confusión entre los cuatro enamorados se complica cada vez, más debido a la aparición inesperada del retrato de doña Isabel en varias situaciones; ello ocasiona los celos de ambas mujeres así como las ansias protectoras de don Alonso, el hermano de doña Isabel, quien confuso también con las identidades de don Juan y don Enrique, quiere proteger el honor de su hermana y se siente atraído por la belleza de Preciosa. La llegada de don Pedro, el padre de don Juan, descubre el engaño y termina con la revelación, por parte del padre gitano adoptivo Maldonado, de la verdadera identidad de Preciosa, así como con la restauración de don Juan y don Enrique a sus identidades originales. Maldonado muestra un cofre con joyas infantiles y presenta con él un registro de todos los robos de los gitanos en el que está anotado el hurto de doña Ana, la hermana de doña Isabel y don Alonso, la cual resultará ser Preciosa misma. La comedia termina con la aprobación de sus amores por parte de don Pedro, el padre y tío de los jóvenes. Concluye además con el pago de Maldonado por haber devuelto a la niña y con el comentario de los años felices que siguieron para Preciosa-doña Ana. (113)

     Otro índice de dificultad que presenta la versión teatralizada de este relato breve es la traducción a otros idiomas, con lo cual se requiere también de un entendimiento riguroso del contexto cultural en el cual se sitúa la obra cervantina. A esto habría que añadir la dificultad que presenta una reevaluación justa de las comunidades marginales de la España del siglo XVII y los tratados jurídicos que demarcaban en muchos casos la interacción con grupos considerados adversos. Karen Newman, por otro lado, nota que “Rosset translated the title of Cervantes’s La gitanilla as La belle egyptienne, and he begins his preface to the volume with those very words. Rosset’s translation of La gitanilla is also the lead story in the collection, as it is in the 1613 Madrid edition” (3). La significancia de la novela escrita por Cervantes podría estar sujeta a experimentar ciertas modificaciones cruciales en la traducción a otro idioma, y esta variante se intensifica cuando no solamente se procura traducir el texto a un nivel lingüístico, sino que también se requiere de una traducción de género literario: de novela a teatro (Newman 9-10).

     Cervantes esboza un personaje singular, Preciosa, al que se ubica dentro de la biosfera gitana del siglo XVII en España. Este personaje femenino de quince años que ha sido criada por una gitana de edad avanzada desconoce su origen y procedencia. Utiliza su belleza y talento artístico para sustentar su existencia y la de la anciana que la ha criado dentro del gitanismo (Cervantes 774-81). Preciosa se caracteriza por su forma de hablar y de actuar que difiere del medio nómada gitano en el cual se desenvuelve. A pesar de la presión exterior para adquirir ciertas prácticas, Preciosa se resiste ante la influencia de los otros personajes que procuran asiduamente desviar su comportamiento (Cervantes 783-87). El destino de la joven cambia drásticamente cuando un pretendiente de origen noble le ofrece matrimonio. Aunque Preciosa acepta la propuesta nupcial, lo hace con ciertos parámetros. Su futuro esposo, Andrés, debe permanecer dos años de estadía en el mundo gitano. Al finalizar este plazo, si todavía decide casarse con ella, la boda se realizará; en caso contrario, ambos son libres de continuar cada uno su propio camino. Cervantes otorga al personaje femenino la capacidad de raciocino y toma de decisión sin que Preciosa viole o transgreda las convenciones sociales establecidas hasta ese momento, no solamente en los círculos limítrofes de la sociedad barroca, sino que también se lleva a cabo esta palabra puesta en acción dentro del código gitano practicado en el que el personaje femenino ha sido perfilado.

     La estructura de la novela se edifica con las confusiones y enredos que ambos jóvenes experimentan durante estos dos años. Por ejemplo: Andrés es acusado injustamente de un robo que no ha cometido y el grupo de gitanos es llevado a la cárcel debido a intrigas y malentendidos (Cervantes 789-800). Se revela al final de esta prosa de relato breve que Preciosa es, en realidad, de procedencia noble. Su verdadero nombre es Constanza de Azevedo y de Meneses, hija del caballero del hábito de Calatrava (Cervantes 801-03). Andrés, por su parte, confiesa su verdadera identidad, Juan de Cárcamo, hijo de Francisco de Cárcamo, caballero del hábito de Santiago, y se realiza la unión matrimonial en Murcia con la cual concluye este relato corto (801-05). Cervantes desarrolla la estructura de la novela a través de la palabra escrita: Preciosa reconoce la significancia y responsabilidad del acto matrimonial y plantea un plan de acción que ofrece a ambos personajes la oportunidad de tomar decisiones basadas en experiencia y sentido común (Gerli 27-30). Andrés acepta el desafío y cumple con su parte conduciendo el hilo narrativo hacia la meta prometida. Cada uno en su doble identidad aprenden no solamente del otro, sino también, de ese otro mundo cultural adyacente.

     Peregrina (1973), tres siglos después, constituye la primera producción televisiva de esta novela de Delia Fiallo que sería procedida por varias adaptaciones subsiguientes: La muchacha del circo (Venezuela, 1988); Kassandra (Venezuela, 1992); Peregrina (México, 2005). Fue producida por José Enrique Crousillat para la estación televisora Venevisión. Isabel Rebeca González Casanova, venezolana, protagoniza la novela de 1973 en su doble papel de Gisela y Miriam Mendoza, junto con el galán y co-protagonista, José Bardina, nacido en Barcelona y quien desempeñó su vida de actuación en Venezuela, interpretando también un doble papel, el de Juan Carlos Pallares y Rolando Pallares, al lado de un selecto reparto de reconocimiento internacional. El tema musical de la novela se encontró a cargo de Elio Roca con la canción temática Contigo y aquí. La trama de la novela de Delia Fiallo construye una escenografía referencial que actualiza y contemporiza la estructura clásica de la prosa moderna. El personaje de Gisela es regalado a unos gitanos con la finalidad de que la herencia de la familia Mendoza pase a manos de los hijos gemelos. Esto sucede después de que el personaje de la madre, Miriam, fallece a causa de leucemia. Gisela, entonces, se cría en el ambiente de un circo gitano. La trama de la obra conduce a que el circo se detenga en el mismo pueblo donde viven los Mendoza para realizar en esa región varias funciones locales. Gisela, que cuenta para este entonces con veinte años de edad, desempeña el papel estelar de la joven que posa en el lanzamiento de cuchillos, el cual constituye el acto de alto riesgo más popular en el repertorio de las funciones del circo. La apariencia física de Gisela delata que se trata de la hija de Miriam. Rolando, uno de los gemelos, teme perder la fortuna de la familia con la aparición de Gisela en el pueblo y junto con su madre traman la forma de evitar que la verdad salga a flote. Rolando enamora a Gisela y se casa con ella para poner en práctica su plan. Rolando es asesinado y culpan injustamente a Gisela de su muerte. La necesidad de mostrar las multi-realidades de una misma realidad amerita la fijación de múltiples piezas individuales que ayuden a comprender el conflicto en su totalidad y a formular conclusiones acertadas: [t]wo things are invariably required — first, some amount of complexity, or more properly, adaptation; and, secondly, some amount of suggestiveness — some undercurrent, however indefinite of meaning” (Poe 167).

     Mientras tanto, Juan Carlos, busca vengar la muerte de su hermano gemelo y para logarlo adopta la identidad de Rolando. Gisela busca a Manrique Alonso (Luis Abreu) para defender su inocencia y huir de Randú (José Luis Silva) que es el pretendiente con quien Gisela se encontraba comprometida dentro del código gitano. Después de muchos nudos y complicaciones en la trama, incluso Gisela es herida de gravedad en una de las funciones del circo, la verdad se esclarece: se determina que Gisela es la hija de Miriam Mendoza y de su esposo fallecido trágicamente, el doctor Mirabal, y que Rolando es, en realidad, Juan Carlos quien se ha enamorado perdidamente de Gisela. Delia Fiallo crea un personaje femenino que no se conforma con el destino predeterminado. Gisela planea y ejecuta su propia reivindicación, y supera adversidades ya sean éstas creadas por otros personajes o como resultado de condiciones casuísticas. A través del poder de su palabra puesta en acción en la línea argumental de la novela televisada, el personaje de Gisela sale avante, evolucionando así la trama en el diagrama narrativo del texto y, por consiguiente, de la producción escénica televisada. Delia Fiallo encuentra en la escritura de telenovelas el puente metafórico que conecta el territorio hispanoamericano con la península europea donde se origina el conocimiento de la lengua castellana. El elemento inédito de su obra refleja, desde este lado del Atlántico, el reconocimiento de España y su legado histórico, lingüístico y cultural. Olga Beatriz Santiago infiere que la escritura alegoriza un peregrinaje constante donde el autor, o autora, se auto-edifica durante el proceso, el cual es tan importante como el lugar sacro al que se aspira llegar: “[l]a escritura  expresa,  de este modo, un  doble peregrinaje  espiritual  y cívico, el  de un  alma  cristiana  hacia  su patria  celestial  y el de un  ciudadano  de las  colonias americanas  hacia  la  reafirmación de su identidad y dignidad en relación  con su patria  terrenal” (161). Rubén E. Nájera confirma esta analogía de la escritura como peregrinaje en una entrevista realizada por Pedro Bravo-Elizondo indicando que “[c]reo que la educación no es un proceso secuencial, sino dialéctico: el cambio cualitativo sólo se da cuando la acumulación de herramientas lo hace viable” (183).

     Se concluye entonces que tanto la novela corta de Cervantes como la novela difundida a nivel televisivo de Delia Fiallo, presentan convergencias y divergencias entre sí; sin embargo, en ambas se sella la conmemoración de la lengua materna y la reminiscencia de la madre patria donde se originó el idioma español. Mientras Preciosa en La gitanilla examina el mundo exterior a través de Juan, y Andrés evalúa la comunidad gitana mediante su estadía al lado de Constanza, en Peregrina, Gisela se acerca al mundo real y ficticio de Juan Carlos (y Rolando) desde el lente microscópico de la comunidad inmediata en la que ha sido ubicada por la intervención ajena. Como resultado implícito, en La gitanilla de Cervantes, los lectores y lectoras del siglo XVII, y de hoy, se instruyen sobre la percepción social que radica en la perspectiva del otro y hacia el otro, de acuerdo al espacio de acción dentro y fuera del texto. Se otorga con la lectura de la prosa en versión abreviada una gráfica virtual del sujeto narrativo y del predicado cultural y lingüístico de la temprana modernidad. El desarrollo artístico y estructural en Peregrina, en pleno siglo XX, se pone de manifiesto en el desarrollo físico y cognitivo en cada uno de los personajes a los cuales su autora les faculta debidamente con nombres y apellidos, al igual que lo hizo Cervantes en el siglo XVII. En ambas novelas, la belleza de la precisión y brevedad prevalece evitando el peligro de los excesos, pero mostrando, a su vez, una cantidad amplia de piezas confeccionadas cada una con cuidado y esmero, lo que convierte la prosa de La gitanilla y de Peregrina en obras de efecto transcendental (Poe 167).

     Trescientos sesenta años después de publicado este relato corto cervantino, la producción televisiva de la novela de Delia Fiallo ilustra la complejidad de las múltiples caracterizaciones, todas ellas necesarias, para discernir acertadamente la realidad del otro, esta vez no a través de la lectura de relatos cortos como lo llevó a cabo Cervantes en su momento en el barroco español, sino que a través de la pantalla chica. Al igual que el autor del Quixote, Fiallo logra conectar exitosamente al receptor con el emisor en la dinámica de acción que se lleva a cabo en escena, resultado llano de la palabra en la voz de cada uno de sus personajes icónicos del género de la novela televisada, tan relevantes en el nuevo milenio, trescientos noventa años después, como lo fueron en el esplendor de la temprana modernidad europea. No en vano se considera a Delia Fiallo la madre de las telenovelas.

 

 

Obras citadas

Bravo-Elizondo, Pedro. “Rubén E. Nájera (Guatemala): “Aprender a escribir es un largo peregrinaje.”” Confluencia, vol. 11, no. 1, 1995, pp. 182-86.

Cervantes Saavedra, Miguel de. Obras Completas. Editado por Ángel Valbuena Prat, Madrid, Aguilar, 1965.

Gaskell, Ivan. “Transformations of Cervantes’s La gitanilla in Dutch Art.” Journal of the Warburg and Courtauld Institutes, vol. 45, 1982, pp. 263-70.

Gerli, Michael. “Romance and Novel: Idealism and Irony in La gitanilla”. Cervantes, vol. 6, 1986, pp. 29-38.

González Echevarría, Roberto. “Cervantes en Cecilia Valdés: realismo y ciencias sociales.” Revista Canadiense de Estudios Hispánicos, vol. 31, no. 2, 2007, pp. 267-83.

Márquez Villanueva, Francisco. “La buenaventura de Preciosa.” Nueva Revista de Filología Hispánica, vol. 34, no. 2, 1985, pp. 141-68.

Newman, Karen. “La gitanilla in France: From Page to Stage.” Republics of Letters, vol. 4, no. 2, Mar. 2015, pp. 1-10.

Poe, Edgar Allan. “The Philosophy of Composition.” Graham’s Magazine, vol. 28, no. 4, April 1846, 28: 163-67.

Santiago, Olga Beatriz. “Don Luis de Tejeda y Guzmán y la escritura como peregrinaje.” Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, vol. 30, no. 60, 2004, pp. 151-63.

Villa Fernández de Castro, Elena. “La gitanilla de Madrid de Antonio de Solís: dramatización y reformulación ideológica de la novela cervantina.” Bulletin of the Comediantes, vol. 66, no. 1, 2014, pp. 113-31.

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

MARTHA GARCÍA

Nació en La Habana, Cuba (1965). Conferencista, ensayista y profesora. Ha residido desde temprana edad en España y Honduras, así como en los Estados Unidos desde 1989. Realizó estudios superiores en Ciencias y Letras. Se graduó con una Licenciatura en Español en 1997 y obtuvo su Maestría en Literatura Española con especialidad en Literatura Medieval en la Universidad Central de la Florida en Orlando, EE.UU. Posteriormente, se doctoró en Literatura Hispánica Siglo de Oro en la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, EE.UU. (2005). En la actualidad es profesora de la Universidad Central de la Florida en Orlando, Florida, EE.UU. Su trabajo de investigación se concentra en la literatura y cultura del medioevo, de la temprana edad moderna y del período de la Ilustración en España, el diálogo dentro del texto, los aspectos teológicos de la narrativa y el teatro, la aplicación interdisciplinaria de la investigación y la teoría literaria aplicada. Sus reseñas y artículos aparecen en diferentes revistas académicas, tales como: Círculo de Cultura Panamericano – CCP (Verona, New Jersey), South East Latin Americanist – SELA (Orlando, Florida), Bulletin of the Cervantes Society of America (EE.UU.), Theatralia (España) y Hispanic Outlook in Higher Education (Paramus, New Jersey). De igual forma, participa anualmente en una gran variedad de congresos nacionales e internacionales presentando sus ponencias y trabajos de investigación. Es miembro del Consejo de Redacción de la Revista Literaria Baquiana. Es la editora de una versión escolástica de la obra teatral del Siglo de Oro español, El condenado por desconfiado de Tirso de Molina, publicada en los Estados Unidos (Delaware: Juan de la Cuesta, Cervantes & Co., Spanish Classics, 2010). Ha publicado los libros: La función de los personajes femeninos en Don Quijote de la Mancha y su relevancia en la narrativa (España: Academia del Hispanismo, 2008) y Dialogismo teológico: Devotio Moderna, Celestina & Quijote (España: Academia del Hispanismo, 2013).

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________