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MANUEL A. LÓPEZ
Nació en La Habana, Cuba (1969). Escritor y activista cultural. Reside en los Estados Unidos desde 1980. Fundó en 2006 la Galería Zu, espacio alternativo, de tertulia artística y literaria, que mantuvo hasta el 2010 en Miami. Es director de Project Zu, un programa de fomento y difusión de actividades culturales. Sus poemas han aparecido en diversas publicaciones como La Peregrina Magazine, Linden Lane Magazine y Contratiempo. Ha publicado un libro de poemas titulado Yo, el arquero aquel (Editorial Velámenes: West Palm Beach, Florida, 2011).
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HE DECIDIDO PERDERME EN POEMAS
los tuyos ya no los busco
duele demasiado tocarlos
incluso a simple vista.
He decidido ahogarme
a ciegas en lecturas
de Sylvia Plath
donde el dolor protagoniza
pero no me recuerda
tu látigo.
He decidido separar
mi alma de tus versos
los he guardado en alguna
gaveta y ahora
sólo lo desconocido
me produce la calma.
TENGO PEDAZOS MUERTOS
nada siento
o será que no recuerdo
esos trozos de mí.
Si pasaran más rápido los días
las noches menos lentas
esos dolores se acostumbrarían
a mis terrenos áridos.
No miro los relojes
detesto que mi cuerpo sepa
el tiempo que le queda
las faltas de mis horas.
Tengo pedazos muertos
secuelas de las guerras
que debieron ser fiestas
y durar un poco más.
JUEGO A SILLAS MUSICALES
imagino que María
vendrá después de
su Master Class.
No me paro en la puerta
aún cuando el jazmín
inunda todo el patio.
Nada me saca de la cueva.
Voy de la cama al sofá
como si cruzara el Atlántico
y Byron me esperara
del otro lado del Rialto.
Pasan días y noches
sin leer periódicos
el teléfono no suena
la computadora se exilió.
Evito no molestar a los muertos
con la presencia de
algún vivo errático.
Fumigo con inciensos a diario
En las mañanas
café y tostada con
mantequilla de maní
a lo Vreeland.
Hago memoria
recolecto datos e informes
archivo caricias pasadas
y espero…
a un juego más.
SOY EL ARQUERO
que se resguarda
de los cientos de flechas
que a diario le lanzan.
De camino al trabajo
una mujer enfurecida
gritó improperios
a mi lentitud en el semáforo.
the flavor of the month
exigió una disculpa
por haberle asignado
un asiento indeseable.
Regreso a casa ilusionado
vuelvo a mi escondite
aquí las flechas
son manipuladas por mí.
EN LAS NOCHES MÁS OSCURAS
salgo de caza
con mis verdades
a flor de piel.
Hace un tiempo atrás
me limitaba a solo
una especie:
idioma en común
misma isla
que no fuera Libra.
He roto moldes
me he aventurado
a otros países
convertido en daltónico
llevado a cuestas diccionarios
de cientos de lenguas.
Ilusionado
siguiendo los vaticinios
de mi pitonisa
busco en cada cara
al ruso canoso
que lento se acerca.
Devoro la presa…
Pretendo reír…
Vuelvo a casa
sintiendo un vacío.
Las mariposas siguen
en el mismo lugar
saltando en el estómago
mientras yo reposo
empiezo de cero
preparo la próxima cacería.
ME PASO HORAS EN EL AEROPUERTO
los sábados en la noche
tomo notas
observo las personas
que vienen y van
algunos felices otros llorosos
con miles de cargas a cuesta
además del equipaje.
Pretendo que vengo a esperar
a alguien que llega.
Cuando se asome
y me divise desde lejos
nos sonreiremos los dos
con aire de complicidad
pasan las horas
y nunca aparece.
Camino de terminal en terminal
como el que no encuentra su sala de espera.
Tomo un café
miro de reojo
al que parado a mi lado
ojea la Vanity Fair
sin saber que existo.
Pretendo que viajo a lugares exóticos
Kathmandu
Chichicastenango
o Chambas
que en cada lugar me espera
el amante perfecto
mi cómplice
pero el avión nunca despega.
Pasan las horas
el cansancio se apodera de mí
he perdido la razón
todas las caras se parecen
el amante sin encontrarme
aturdido y sin futuro
recojo mi revista y me marcho.
¡Hasta el próximo sábado!