ENCUENTRO
por
Guillermo Arango
Un parque a la caída de la tarde. Rumor lejano de pájaros y gente. A medida que transcurre la acción se va oscureciendo paulatinamente. Hay un banco en el centro de la escena con un farol cerca. Una dama de mediana edad está sentada leyendo. En este momento se ve pasar a un caballero, y cuando se aproxima al banco ella deja caer inadvertidamente una rosa que tenía en su regazo. El caballero, galante, recoge la flor y se la enseña con gran cortesía.
ÉL: ¿Suya…?
ELLA: (Sorprendida.) ¡Oh…! Sí.
ÉL: (Dándole la rosa.) Aquí tiene.
ELLA: Gracias.
ÉL: ¡Una rosa roja!
ELLA: Bella, ¿verdad?
ÉL: Sí, mucho. (ELLA sonríe) ¿Me siento?
ELLA: ¿Cómo?
ÉL: (Señalando el banco.) ¿Me permite?
ELLA: Oh… Sí… sí…
ÉL: (Sentándose.) Gracias.
ELLA: De nada.
ÉL: (Pusa. Mirando a su alrededor.) Bonito el parque.
ELLA: Sí, a esta hora. (ELLA ha comenzado a abanicarse.)
ÉL: Pero…
ELLA: Algo caluroso.
ÉL: Así parece.
ELLA: En esta época…
ÉL: Claro.
ELLA: Pero…
ÉL: Así y todo, muy bonito.
ELLA: Así es.
ÉL: Le gusta, ¿verdad?
ELLA: Mucho.
ÉL: (Pausa.) ¿Viene usted…?
ELLA: A menudo.
ÉL: ¿Sí?
ELLA: Todas las tardes.
ÉL: Ah…
ELLA: ¡Me encanta!
ÉL: La gente que pasea.
ELLA: Sí.
ÉL: Los niños jugando.
ELLA: Sí.
ÉL: Bueno, debe vivir…
ELLA: Cerca.
ÉL: Sí.
ELLA: Muy cerca.
ÉL: ¿Dónde?
ELLA: ¿Dónde…?
ÉL: Sí.
ELLA: En el bulevar.
ÉL: Ah…
ELLA: ¿Y usted?
ÉL: ¿Yo? Lejos.
ELLA: ¿Muy lejos?
ÉL: En las afueras.
ELLA: Ah…
ÉL: Sí.
ELLA: ¿Le gusta el campo?
ÉL: Sí, mucho.
ELLA: Vida simple…
ÉL: Así es.
ELLA: La naturaleza…
ÉL: El paisaje…
ELLA: La soledad…
ÉL: El ambiente…
ELLA: Una vida…
ÉL: Sin complicaciones.
ELLA: Usted lo dice.
ÉL: (Pausa.) ¿Y usted?
ELLA: ¿Yo?
ÉL: Sí, su vida…
ELLA: Bien.
ÉL: ¿Alegre?
ELLA: Bastante.
ÉL: ¿Bastante?
ELLA: Sí.
ÉL: ¿Por qué…?
ELLA: Porque… (Señalando hacia el cielo) ¡Pero mire esa luna!
ÉL: Oh…
ELLA: ¿No es hermosa?
ÉL: Pues…
ELLA: ¿Pues?
ÉL: Linda. Muy linda. (Está hablando de la luna pero mirándola a ELLA.)
ELLA: Majestuosa.
ÉL: Sí. ¡Majestuosa!
ELLA: ¡Espectacular!
ÉL: Usted lo dice.
ELLA: (Dándose cuenta, sonriendo.) ¡Fresco!
ÉL: ¡Bonita!
ELLA: ¡Lisonjero!
ÉL: ¡Adorable!
ELLA: ¡Por favor!
ÉL: ¡Preciosa!
ELLA: ¡Señor!
ÉL: ¡Repreciosa!
ELLA: ¡Por favor!
ÉL: (Inocente.) Sí, así es la luna…digo.
ELLA: ¡Ah!… Bueno…
ÉL: Muy bella.
ELLA: ¡Tengo que irme!
ÉL: ¿Tan pronto?
ELLA: Sí.
ÉL: ¿Por qué?
ELLA: Porque es hora.
ÉL: ¿A dónde?
ELLA: A casa.
ÉL: Y…
ELLA: (Coqueta.) Alguien me espera.
ÉL: (Visiblemente sobresaltado.) ¡¡Caramba!!
ELLA: Sí.
ÉL: No pensé…
ELLA: Claro, me vio sola…
ÉL: (Confuso.) ¡Cielos!
ELLA: (Sonriendo.) Es una broma.
ÉL: ¿Qué?
ELLA: Nadie me espera.
ÉL: ¡Oh!…
ELLA: Mire… mire…
ÉL: ¿Qué?
ELLA: Esa luna llena.
ÉL: ¿Y?
ELLA: Llena de presagios.
ÉL: Oh…
ELLA: ¿No le parece?
ÉL: Yo…
ELLA: ¿Usted…?
ÉL: …amo…
ELLA: ¿La luna?
ÉL: ¡¡No!!
ELLA: (Coqueta.) ¿A quién?
ÉL: ¡A usted!
ELLA: ¡¡Cómo!!
ÉL: ¡A ti!
ELLA: Ooooh… Si no lo conozco, caballero.
ÉL: ¿Y eso qué? (Se enciende el farol.)
ELLA: Me voy.
ÉL: No.
ELLA: Sí.
ÉL: No, por favor.
ELLA: Es tarde.
ÉL: No tienes que irte.
ELLA: Es necesario.
ÉL: ¡Quédate!
ELLA: No puedo.
ÉL: Acompáñame.
ELLA: Tienes la luna.
ÉL: Y a ti.
ELLA: No debo.
ÉL: ¿Por qué?
ELLA: Mi madre…
ÉL: Ooooh…
ELLA: Sí… sí…
ÉL: ¿Tu madre?
ELLA: Sí.
ÉL: Pero…
ELLA: Y mi padre…
ÉL: ¿También?
ELLA: Sí, también.
ÉL: (Incrédulo.) ¡¡No!!
ELLA: Sí.
ÉL: ¡Caramba!
ELLA: Me voy.
ÉL: Yo también.
ELLA: ¿Adónde?
ÉL: Contigo.
ELLA: ¿Conmigo?
ÉL: Mira…
ELLA: ¿Qué?
ÉL: Esa luna.
ELLA: Magnífica.
ÉL: Estupenda.
ELLA: Sí.
ÉL: Preciosa.
ELLA: Sí… sí…
ÉL: Divina.
ELLA: Sí… sí…
ÉL: Como tú.
ELLA: ¡Señor!
ÉL: Perdón.
ELLA: No se propase..
ÉL: ¿Yo?
ELLA: Sí.
ÉL: Es la luna.
ELLA: Ah…
ÉL: Su embrujo.
ELLA: (Levantándose.) Y ahora hago mi salida.
ÉL: Como en el teatro.
ELLA: Sí
Él: Espero no haya sido…
ELLA: ¿…un drama?
ÉL: ¡No!
ELLA: ¿…una comedia?
ÉL: Tampoco.
ELLA: Tal vez… un encuentro, ¿verdad?
ÉL: (Levantándose.) ¡Eso es, un encuentro!
ELLA: Entonces…
ÉL: ¿Mañana?
ELLA: ¿Cómo?
ÉL: ¿Vendrás?
ELLA: ¿Y usted?
ÉL: Sí.
ELLA: Bueno.
ÉL: ¿Alegre?
ELLA: ¡Muchísimo!
ÉL: Pues…
ELLA: ¿Pues?
ÉL: Hasta mañana… ¿…?
ELLA: …Eva.
ÉL: (Con énfasis.) Hasta mañana, Eva.
ELLA: Hasta entonces… ¿…?
ÉL: … Adán.
ELLA: (Radiante.) Hasta entonces, Adán.
(Los dos se miran y se ríen. Luego salen juntos por el mismo sitio mientras cae el TELÓN.)
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GUILLERMO ARANGO
Nació en Cienfuegos, Cuba (1939). Poeta y narrador. Cursó estudios de arte y es licenciado en Literatura Española y Creación Literaria por la Universidad de Loyola en Chicago. Se ha dedicado toda una vida a la enseñanza, al igual que a la crítica cinematográfica y al teatro. Ha publicado seis poemarios. Los más recientes son: Tribunal de sombras por la Editorial Betania (Madrid, 2010) y Poetas y pintores de la callecita de los tilos por Linden Lane Press (Fort Worth, 2011), donde aparece una selección de los poemas que resultaron finalistas del Premio de Poesía Linden Lane Press ese mismo año. En narrativa, han sido publicados, bajo el sello de Ediciones Universal: el libro de cuentos Gatuperios (Miami, 2011), el libro El año de la pera – Tradiciones, relatos y memorias de Cienfuegos (Miami, 2012), presentado ese mismo año en la Feria Internacional del Libro de Miami, y el libro de relatos El ala oscura del recuerdo (Miami, 2013). En el año 2008, su pieza dramática Todos los caminos recibió el Premio Internacional de Teatro Alberto Gutiérrez de la Solana, auspiciado por el Círculo de Cultura Panamericano (CCP) en Nueva Jersey. Es miembro del PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio.
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