________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
NORMA GUZMÁN LÓPEZ
Nació en San Antonio, Texas, EE.UU. Poeta y profesora. Se ha dedicado a la enseñanza de idiomas, en particular, el inglés y el español, según la necesidad escolar. Se formó en Literatura Comparativa, enfocándose en los idiomas Latinos. Tiene una maestría en Español de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans y otra en Educación de la Universidad de Texas en Austin. Su poesía suele emerger en español a pesar de que su primer idioma es el inglés. En 2018, empezó a solicitar la publicación de sus textos. Tuvo su primer éxito en la revista literaria Azahares publicada por la Universidad de Arkansas, Fort Smith, en 2019. Es parte de la antología impresa Somos Xicanas que publicó la prensa Somos en el verano de 2024.
________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
TE SOÑÉ
Te soñé en mis brazos,
pelirrojo e incongruente,
sobreponiéndote mis deseos
inconscientes de un futuro
que desconoce lo que es
andar por los rincones—
quietecito como ratoncito—
lugar de los arrimados y
subyugados.
Te vi como si estuvieras aquí,
ya el hombre que me podrá salvar,
el único que me podrá quitar
la amargura de los años cuando
no podía dejar de ser quien era—
¿existe otra alternativa?—
ratoncito aún a pesar de los aires
de mentira en los que me envuelvo
para no deambular desnuda.
Te soñé en mis brazos,
carente de malicia,
pureza de miel
–color de mis penas–
burlándote de mis
sentimientos mezquinos y
enfrentando la vida
llena de sol y sudor
como se debe, sonriente,
café oscuro predominante.
LA PESADILLA
Lo sufro todos los días
a ese hijo de quien hablan,
a ese hijo que describen
como si no habrían pasado
treinta y tres años que empezó
la pesadilla en donde yo me levanto
y hago de comer y salgo a trabajar para
hacerle los gustos a toda la clientela
todo el santo día de dios, y
regreso a que me vean los hijos—
la ilusión vale por algo, me digo—
antes de ponerme el vestido
que más me gusta combinado
con los tacones altos que hacen
lucir más joven mis piernas,
para después salir a beberme
unas copas con cualquier fulano
que me guste porque todavía puedo,
y bailar con él si me da la gana
o reírme cuando lo mando al carajo
porque todavía puedo,
como si no habrían pasado
treinta y tres años que empezó
la pesadilla en donde los tiempos
se encojen y se confunden
de tal manera que vivo perpetuamente
y hasta que me muera el día
que vi la verdad en sus ojos.
CORRÍ
Corrí desde la selva constrictora
solo y sediento por calles donde
nadie volteaba a verme, ocupados
con su propia sed y soledad;
corrí para alcanzar el tren, lleno
de bestias de labor, quejándose
bajo el peso de un viaje que nunca
termina para los más resistentes;
corrí por el desierto chihuahuense
acompañado por las viboras y los lagartos,
por un alacrán que me asedió hasta
que aprendí cómo ser alacrán;
corrí de la juventud hasta la sabiduría
prematura, ganada sin el mínimo
intento, y que en todo me acompaña
por más que la quiera olvidar.
Aquí vinieron a encontrarme.
CUANDO PIENSO EN TI
Cuando pienso en ti
te escribo aunque
no me estés escuchando
porque mi pensamiento
no se detiene hasta que
reconozcas que te corresponde,
hasta que lo aprecies;
fluye y evoluciona,
crea y deshace,
continúa solo lleno de ti
sin ti, compone escenas
a su manera dejando huellas
en mi alma más reales
que las de carne y hueso
porque mis palabras
no te buscan a ti,
me descubren a mi.
LA VIDA ES TAN RARA
La vida es tan rara
que te pido tortillas—
medio kilo, no, un kilo
porque mañana serán rajas
y pasado carnitas, para
tener también para
la hija y su novio
o la amiga que a veces
viene sin avisar
(es siempre mejor tener suficiente
tortillas, me gustan las migas)—
pero hoy nunca llegas.
LUNA AZUL
Hasta donde el mar se traga
la tierra persigo la promesa
de sangre imprevista,
color de piel quemada;
hasta donde las olas quiebran
la arena me atraes para que
te pida un instante
de verdad que dure;
hasta donde los peces
nadan sin entrañas vengo
a estremecerme de frío,
a esperar mi audiencia;
hasta donde se reúnen
las gaviotas corro para que
me huyan a reírse de
mi esperanza en lo oscuro;
hasta donde el sol te borra
en un momento de duda
llego a perderte porque sólo
a los dignos se les obsequia
la luna azul sangrienta.